Cecilia Milone, sobre Nito Artaza: "Yo lo valoré porque no me ponía en el lugar de amante"
Tras muchos idas y vueltas, la actriz asegura que el humorista es el "amor de su vida" y se prepara para pasar por el altar junto a él
Nadie lo vio venir. Ni ellos. Cuando menos se lo esperaban, Cecilia Milone y Nito Artaza volvieron a estar juntos. Y lo más importante: blanquearon la relación, se pusieron formalmente de novios y ahora están por casarse. Después de un affaire clandestino que terminó con un escándalo público, Cecilia y Nito dejaron de verse. El, incluso, formó pareja con otra chica, la ex Gran Hermano Silvina Scheffler. Parecía que sus vidas iban por caminos separados, pero no. El trabajo volvió a unirlos y el amor fue más fuerte.
-¿Ahora van juntos a todos lados?
-Sí, ¡por todo lo que no estuvimos!
-¡Lo agarraste y no lo soltás...!
-Se agarró él, eh, una vez que lo asumió, no se despegó más de mí.
-Evidentemente, sos una mujer sin rencores.
-No tengo rencores, es verdad. Soy así en general, en la vida. Me muestro en desacuerdo, pero no soy combativa. Es más redituable eso para mí.
-¿Pensabas que se iba a dar este reencuentro entre vos y Nito?
-Yo siempre tuve la certeza en el alma. Una certeza tan enorme que no la podía explicar. Yo se lo decía a mis amigos y un día dejé de decirlo porque sentía que me tomaban de loca. Para mí no había otra opción: íbamos a volver.
-¿Y él que pensaba?
-Me parece que le pasaba lo mismo.
-¿No te molestó que salga con otra?
-No me molestó porque eso que pasaba entre nosotros no lo vi pasar con nadie. Como él se comportaba conmigo, nunca lo vi comportarse con nadie. Intrínsecamente, él tiene una unión conmigo que yo nunca vi con otra persona.
-¿Cómo sabés?
-Porque le conozco el alma.
-¿Y qué explicación encontrás a que no haya estado con vos cuando se separó de su esposa?
-No, eso ya no sé.
-¿No era el momento?
-Eso y evidentemente sintió algo en esa relación que en ese momento él necesitaba. Los seres humanos somos muy laberínticos.
-¿Vos ves algo en Nito que no ve nadie?
-Es que él no muestra todo. Su sensibilidad se la muestra a pocas personas y creo que esa fue la unión tan grande. Hubo una conexión que yo le permití descubrir y que yo descubrí en él.
-¿Apenas lo conociste te diste cuenta?
-Sí, siempre me pareció un hombre muy sensible.
-¿Fue amor a primera vista?
-No, tanto no. Al revés. Con el tiempo me fui dando cuenta de que eso era amor.
-¿Qué te gustó?
-La forma en que él trataba a la gente. Era el jefe y si bien tenía autoridad y podía enojarse mucho, había algo de mucha humanidad, solidaridad. El siempre fue un hombre con mucha vocación de servicio. No es casual que se haya dedicado a la política. Por ejemplo, vamos por la ruta y ve un auto parado y tiene que ver si necesitan algo. Eso es natural en él.
-¿Cuándo se conocieron?
-Cuando él me convocó como productor para hacer Boeing Boeing y después trabajamos juntos en una revista. Pero la relación fue muy posterior y era más que nada platónico lo nuestro.
-¿El no es muy de coquetear con todas las mujeres?
-¡Sí! Y lo sigue haciendo, no lo va a dejar de hacer nunca, tiene ese deporte. Es más: no se lo quitaría porque es algo que lo pone bien. Si hizo sonreír a tres chicas, viene más en machito. Le queda lindo eso.
-¿No te desencanta eso? ¿No necesitás ser especial?
-Es que eso lo sentí siempre, que conmigo era especial y lo otro, superficial.
-¿Cómo te dabas cuenta en ese momento?
-No sé, no lo puedo explicar. Por eso te digo que yo lo hablaba con amigos y ya me daba vergüenza porque no sentía que me entendieran y no quería que me vieran como una persona desvalorizada. Yo notaba el valor que él me daba, pero era muy difícil de explicar.
-¿Sufriste mucho por él?
-Sufrimos los dos.
-A él no se lo vio sufriendo mucho.
-Pero sí sufrió. En realidad nunca fuimos amantes. Estábamos juntos cuando él se separaba de su mujer y eso generaba mucho dolor. A él le daba culpa, sentía que yo lo esperaba y yo a la vez no podía dejar de querer verlo... Era difícil. Y que él no me buscara cuando estaba en pareja, me hizo sentir respetada. Yo lo valoré porque no me ponía en el lugar de amante.
-¿Hubieras aceptado estar con él mientras estaba en pareja?
-No, me hubiera sido muy difícil en esas circunstancias, por lo que yo sentía por él. No juzgo a la gente que tiene amantes, pero yo tenía mucho compromiso afectivo. Era demasiado doloroso.
-¿Tenías la esperanza de que él iba a dejar todo por vos?
-No tenía la esperanza, tenía la certeza y eso me ponía triste.
-¿Esa tristeza te atravesaba a la hora de interpretar?
-Yo siempre fui intensa. No sé por qué, pero entendía el tango "Soledad" a los 14 años. Lo cantaba y lloraba. Debo haber descubierto una soledad de muy joven.
-¿Alguna historia sin resolver con tus padres?
-No, no, tuve padres presentes. Lo que me pasó fue que conocí a mi hermana de grande. Mi papá nunca contó que había tenido otra hija y la encontré hace poco y lo loco es que fue gracias a Nito.
-¿Cómo?
-Mariana, mi hermana, es psicóloga y trabaja en un centro. Ahí tiene una amiga que es correntina y es amiga de Nito. Un día, charlando entre ellas, surgió mi nombre y esta amiga hizo la conexión. Así nos conocimos. Fue muy lindo. Entre eso y lo de Nito, mi vida dio un vuelco increíble en estos dos últimos años. Quizás por eso no tengo rencores. Yo me siento muy privilegiada con todo lo que me fue pasando en la vida.
-¿Tenías relación con Nito durante los años que estuvieron separados?
-No, no. Los últimos tres años y medio ni un mensaje, ni un saludo. Nada.
-¿Y cómo fue el reencuentro?
-El productor Carlos Bachi nos llamó para trabajar. Como estábamos los dos solos, él vio el negocio. Yo dije que sí, pero antes tenía que tener una conversación seria con Nito. Entonces hablamos como dos horas por teléfono. Fue una charla muy sanadora, muy adulta. Hasta nos reímos de cosas que nos habían dolido y aunque no hayamos podido comprender todo lo que nos pasó, los dos nos entendimos y pudimos perdonarnos.
-¿Vos en qué lo pudiste haber lastimado?
-Y, cuando hablé, cuando conté lo de la relación...
-¿Por qué lo contaste?
-Porque recibía anónimos, me asusté y lo dije, ya había rumores y, bueno, lo conté.
-¿No tuviste otros romances durante el tiempo que ibas y venías con él?
-Sí, pero ninguna relación de la que me interesara hablar. Tenía amigos con cariño, algún que otro enamoramiento, pero yo tenía claro que eso no era el amor verdadero.
-¿Nito es el amor de tu vida?
-Sí, definitivamente. Yo me siento familia con él. Nunca me pasó eso con nadie. No conviví con ningún hombre y ahora estamos todo el tiempo juntos como si fuera natural, como si hubiera estado destinado.
-¿Cuándo se habló concretamente de volver a estar juntos?
-Cuando nos empezamos a ver en los ensayos de Segunda vuelta. El estaba haciendo campaña, estaba mucho en Corrientes y ensayábamos parciales.
-¿Ensayaban el beso?
-¡No! Era una paparruchada ensayar el beso. Hicimos proceso de novios. Ibamos a cenar con el grupo, él me llevaba a casa... Nos sirvió para limpiar y, además, después de tanto tiempo, ya no teníamos apuro.
-¿Viven en Corrientes ahora?
-Sí, hasta octubre sí. Me gusta, yo soy muy casera. Estamos un poco en la ciudad y otro poco en Bella Vista, la ciudad natal de Nito. El se va a presentar a elecciones para ser gobernador de la provincia.
-¿Cómo surgió lo del casamiento?
-El se quiere casar.
-¿Es por una cuestión política?
-No. Veníamos pensando en casarnos cuando formalizamos este amor. El año pasado no era el momento porque mi mamá estaba muy grave, no tenía tiempo para pensar en otra cosa. Y ahora, con el tema de la política, ya que estamos viviendo juntos... Y bueno, nos casamos. Además, los dos somos muy creyentes y yo le he rezado a la Virgen de Lourdes por nosotros. Entonces, la idea es bendecir este amor. Por eso vamos a enfatizar la ceremonia religiosa.
-¿Cómo está la relación con los hijos de Nito?
-Con Sabrina tuve un desencuentro como amiga; como hija de él, me llevo muy bien.
-¿No sos más amiga, entonces?
-No, en este momento tenemos muy buena relación, pero distinta.
-¿Querés tener hijos propios?
-No, tengo 48 años, estoy en otro ciclo. En algún momento fue un dolor porque me daba cuenta de que el tiempo pasaba... Pero hoy no es un proyecto.
-¿Soñabas con casarte?
-Nunca lo soñé, todo me pasó a partir de Nito y si fuera por él, tendría más hijos. El es un eterno adolescente. Cree que tiene 18 años. Eso fue lo que más me gusta de él y a la vez es lo que más me enoja.
-¿Estás trabajando o estás a full dedicada a tu futuro esposo?
-Yo siento que después de todo lo que nos pasó y viendo que la pareja está tan sólida, si uno de los dos tiene un proyecto, el proyecto es de los dos. Y hoy el tema es Corrientes, hasta octubre. Y a partir de ahí ver qué pasa. Después, nos sentaremos como pareja y decidiremos, pero no me pesa. Antes me criticaban porque vivía para mi trabajo y no tenía amor y ahora me dicen que no abandone la profesión y que no viva para un hombre. ¡Qué pesados!
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