Luego de su presentación en el Aperol Spritz Live, la actriz reestrenará la obra La verdad en el Apolo porteño; además, prepara su debut como directora de un documental y espera el rodaje de la segunda temporada de una serie junto a su “hermana”, Lali Espósito
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MAR DEL PLATA (enviado especial). -Su set de dos horas hizo bailar a siete mil personas sobre la arena de Helena Beach, uno de los balnearios exclusivos del sur marplatense. DJ Chancleta, así se bautizó la actriz Candela Vetrano a la hora de pasar música, fue el prólogo perfecto para el posterior concierto del fenómeno Nicki Nicole, en el marco de la primera fecha del año del ciclo de música itinerante Aperol Spritz Live.
-¿A quién tengo enfrente?
-Estás con Cande, quien tiene un álter ego que se llama DJ Chancleta.
-¿Cómo nace ese otro yo?
-El origen tiene que ver con que paso música desde hace mucho tiempo, pero siempre me dio vergüenza ocupar el lugar tan prestigioso de los DJ, a quienes admiro enormemente, así que me armé el personaje.
-Un personaje con un nombre muy particular.
-Me propuse que sea así de bizarro para que nadie espere absolutamente nada de mí y que también tenga que ver con la música que paso. Nació como una broma y quedó.
DJ Chancleta está muy lejos del mundo snob. Disruptiva, aquello que decide pasar va desde lo electrónico hasta los referentes de la cultura popular y bailantera. Auténtica y efectiva en lo suyo, en el impecable set de 120 minutos del último sábado, DJ Chancleta no se privó de “clásicos” de la cumbia como “La ventanita”, aquel hit del Grupo Sombras cantado por Daniel Agostini. Y, desde ya, también apareció “Muchachos, ahora nos volvimos a emocionar”, el tema de La Mosca que se convirtió en el leitmotiv para alentar a la Selección Nacional durante el Mundial de Qatar, recurso que también utilizan este verano obras como Argentina, la revista o el Circo Servián, ambos con funciones en esta ciudad.
Si las elecciones se miden por los resultados, lo cierto es que en el atardecer del sábado nadie se privó de danzar y agitar las extensas arenas del anfiteatro natural a algunos metros del faro de Mar del Plata. “Estoy contenta porque es un proyecto que siempre estuvo en mí y tomó una forma”, reconoce la actriz que le da cuerpo y alma a DJ Chancleta.
-¿Cómo se arma un set tan extenso y para un público multitudinario?
-Es la primera vez que tengo que pasar música durante tanto tiempo, así que tuve que pensarlo muy bien. Además, era consciente que, al ser un evento gratuito, había un público de edades muy variadas, con lo cual debía ser multicolor. Lo bueno de las dos horas es que pude pasar por varios lugares, pero sin precipitarme.
-¿La elección con qué tiene que ver?
-Claramente, lo que paso tiene que ver con la música que me gusta escuchar y me manejo con intuición. No estudié música, estoy aprendiendo mientras lo voy haciendo.
-Ese aprendizaje, ¿también implica lo vinculado a lo técnico?
-Soy cero tecnológica, con decirte que el celular para mí es un montón y tampoco soy de investigar sobre esos temas.
-Todo lo contrario a lo que necesita un DJ...
-Por eso hasta aprendí a armarme mi valijita con todos los cables que necesito, pero, como me gustan los desafíos, se convierte en un aprendizaje.
Cande utiliza una bandeja Traktor y, a la fuerza, debió cambiar esos auriculares “que se partían al medio”. “Tuve que hacer un upgrade”, reconoce resignada, pero consciente de cómo potenció su artillería.
Multifacética
Baja de su van Nicki Nicole rodeada de un abultado séquito, derechito al escenario. Más allá pasa Flavio Mendoza, recordándole a su hijo Dionisio que ya jugó en la playa, vio a DJ Chancleta, conoció de cerca a Nicki Nicole y es hora de volver a casa. Agenda completa para el niño.
En una suerte de motorhome o cabaña net muy bien ambientada, que incluye hasta una cama matrimonial, Vetrano se acomoda para hablar con LA NACION. Ya oscureció y el viento sopla fuerte, haciendo bajar rápido la temperatura marítima. Contexto festivo para la actriz simpática y con ganas de hablar, aunque la charla le haya impedido ver completo el show de la cantante rosarina.
No es sencillo rotularla. Candela Vetrano nació hace 31 años y se crió entre Banfield y Lomas de Zamora. La primera vez que salió en televisión fue en el programa Agrandadytos y aún era una niña. Cuando ingresó a las huestes de Cris Morena, participó de éxitos como Floricienta, Rincón de luz, Chiquititas y Casi ángeles.
También integró elencos de la plataforma Disney y hasta se animó a diseñar ropa. Cuando estalló la pandemia, mostró sus habilidades culinarias en MasterChef Celebrity, donde quedó en cuarto lugar.
-Es muy difícil encasillarte, algo que es muy sano para un artista...
-Eso tiene un lado muy bueno, con varias aristas internas, soy inquieta y muchas cosas me generan curiosidad. La música es un ejemplo de eso.
-¿Cuál sería el lado no tan bueno?
-Me cuesta encasillarme a mí misma, de pronto me pregunto qué soy. Si ser actriz es ponerse un personaje, eso también me pasa en la vida. De repente soy la actriz, después soy la DJ, soy muy inquieta y me gusta incomodarme, siempre busco aprender. Me gusta estar con gente que sabe más que yo.
Durante el 2022, mientras alternaba con las presentaciones de DJ Chancleta, tuvo el privilegio de protagonizar La verdad, obra de Florian Zeller y dirigida por Ciro Zorzoli, que inauguró el nuevo teatro Politeama, a cargo de Juan José Campanella. Este año, el material se ofrecerá, desde el próximo viernes 13 de enero, en la sala del Apolo porteño y junto a Vetrano seguirán estando Tomás Fonzi y Agustín Sierra y se incorporará Manuela Pal, en lugar de Mery del Cerro. Además, está motorizando un documental bajo una idea propia: “Será mi primera dirección, aunque es un proyecto que viene desde hace mucho tiempo”.
-¿Cuál es el tema?
-Ya charlaremos nuevamente y te contaré. Es algo muy importante para mí, estoy re contenta.
En medio de toda esa actividad, Vetrano posiblemente grabe la segunda temporada de la serie El fin del amor, donde compartió elenco protagónico con su amiga Lali Espósito, quien también fue productora de este proyecto cuyo disparador fue un ensayo de Tamara Tenenbaum.
Con la intérprete de “Disciplina” se conocieron trabajando en las producciones de Cris Morena. Es curioso, pero tienen un parecido físico y un tono de voz muy similar, algo llamativo y sorprendente. También comparten el carisma y la simpatía y cierta esencia rea “con calle”. “A veces me impresionan algunas similitudes. Crecimos juntas y somos como hermanas. Es adoración y amor total”.
-¿Se ven o el trabajo no se los permite?
-Tratamos de compartir, es mi amiga más cercana, está en todos los momentos más importantes de mi vida.
Vetrano señala una valija, regalo de Espósito y reconoce que “hay algo lindo de la amistad que es motivarse con los proyectos de cada una. Lali es muy importante para mí”.
-¿La vida en pareja es importante para vos?
-Súper, estoy de novia desde hace casi ocho años. Me parece que el amor es fundamental.
Su pareja es el actor Andrés Gil, con quien convive desde hace un tiempo: “Me ayuda mucho a cumplir mis deseos y a progresar. DJ Chancleta confía mucho en él. Es el primer oyente y fue la primera persona que me dijo que me pusiera a full con la música”.
Pasar música
Sobre el escenario y detrás de las bandejas, Candela Vetrano apela a las herramientas de la actriz para acompañar su selección de música. Histriónica, juega con su mirada, baila y no se priva de mantener un ida y vuelta muy directo con el público. Mucho de la actriz se pone en juego a la hora de interpretar a DJ Chancleta: “En una obra de teatro no mirás a la gente, pero cuando paso música es distinto y puedo accionar con ellos”.
En algunos tramos de su presentación, se quitó los auriculares y se puso a bailar, compartiendo el ritual con el público. “Es que quería estar bailando entre ellos”.
Alguna vez, en el programa Sábado Bus, conducido por Nicolás Repetto, Pappo refutó los dichos de DJ Deró, también invitado al ciclo, cuando sostuvo que los DJ “tocaban música”, algo que irritó al legendario guitarrista, quien sostuvo que los únicos que “tocan” son los músicos. DJ Chancleta, lejos de aquella polémica retro, tiene muy claro cuál es su rol, sin que por eso merme el valor artístico de su actividad: “Yo paso música, no podría decir que toco, si yo no toco ni el triángulo. Lo mío es como el síndrome del impostor, paso la música que compusieron y tocaron otros, pero que me gusta a mí”.
-Qué música se elige y de qué forma se pasa es también una actividad creativa, sin que se trate de la composición.
-Hay una intuición, me doy cuenta qué puede funcionar y qué no. De hecho, iba a terminar con un tema y, antes del final, agregué otra cosa. No sé cómo se llama eso, si es creatividad o intuición.
-¿Improvisás a medida que vas pasando música?
-En general, no. La gente aguarda algo y uno no puede ir sin saber qué va a pasar. Además, como soy conocida, la gente está esperando ver qué voy a hacer, entonces trato de tener todo seteado desde antes.
-En lo cotidiano, ¿escuchás mucha música?
-En mi casa todo el día hay música. Me gusta mucho lo instrumental, tengo etapas. De pronto puedo estar a full con Babasónicos, me gusta Bandalos Chinos, o me pongo con los Beatles. En general, lo que escucho es más tranca a lo que pasa DJ Chancleta.
Luego de la performance en el sur de Mar del Plata, durante el próximo marzo DJ Chancleta volverá a ofrecer su set de 80 temas, esta vez en la ciudad de Buenos Aires. “Me mandé 80 temas con botas de taco”. Se ríe antes de despedirse, ya en zapatillas y con outfit veraniego y luego de hacer vibrar a todos con temas como “Pump up the Jam”, “Boombastic” y “Chiquetere”. Imposible no bailar.
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