En una tierna producción para ¡Hola! junto a sus hijos Eloy y Alfonsina, la actriz Brenda Gandini (33) adelantó sus planes de boda: contó que tiene previsto para 2019 "celebrar el amor, renovar el vínculo" y volver a elegirse mutuamente con Gonzalo Heredia (36), con quien lleva ocho años en pareja. Sin embargo, no habrá civil ni iglesia porque será "sin leyes ni reglas".
La cita para la charla es después del mediodía y ella llega puntual. Pero no bien baja del auto se ve que Gandini arrancó el día temprano y no paró un minuto. Trae cochecito, bolsos, mamadera, pañales, la mochila del colegio de su hijo Eloy (6), juguetes para su beba Alfonsina (8 meses) y también algunos vestidos de su propio guardarropa que le gustaría usar en la producción. "Estoy un poquito cargada", dice entre risas, y deja en claro que "ser un equeco" es parte de su rutina.
Gandini, quien comparte profesión con Heredia, posó en esta nota de tapa junto a sus dos herederos por primera vez y se animó hablar –sin el importarle el qué dirán– de la maternidad, el amor y sus originales planes de casamiento.
–¿Cómo te reconocés como mamá?
–Tengo toda la paciencia del mundo, pero a veces se me suelta la cadena. Si vendieran paciencia para padres se llenarían de plata. Basta de mentir con eso de que la maternidad es estar todo el tiempo entre copos de algodón, sonriendo, en plenitud. También se duerme muy poco, se pierde la paciencia, tenés mucho menos tiempo para vos y, sobre todo, tenés que reencontrarte desde otro lugar. Al principio, me costó mucho el tema de amamantar a Alfon –con Eloy también me pasó–, me sacaba leche treinta veces por día y estaba en casa recién parida, todo mal… Obviamente que mis hijos son importantes, me corren de mi ego, me enseñan, me reconectan con la niña que fui, pero también tengo que admitir que hay días que quiero huir. [Se ríe]. Por suerte, tengo un hombre a mi lado que puedo decirle: "¿Sabés? Hoy no puedo más, estoy agotada de verdad".
–¿Tuviste a Alfonsina por parto natural?
–Sí, igual que a Eloy. Siempre supe que iba a ser así y por suerte no tuve complicaciones. Gonzalo estuvo conmigo todo el tiempo, bancándome, arengando, haciéndome sentir que era la mujer más hermosa y poderosa del mundo. Fue algo maravilloso.
–¿Sabías que Alfonsina significa ‘guerrera’?
–No, la verdad que no. Elegimos el nombre sin saber el significado. Era un nombre que le gustaba mucho a Gonzalo. ¡Qué lindo que signifique eso! Y a sus ocho meses, es así, una beba que no para hasta conseguir algo. Ojalá las nuevas generaciones de mujeres que vienen sean así. Espero y deseo que cuando Alfon sea más grande se encuentre con un mundo más igualitario. Admiro profundamente a las mujeres que llevan adelante el reclamo de condiciones iguales para hombres y mujeres. A mí me han educado de una manera muy machista y mi mayor desafío como mamá es romper con eso y criar a mis hijos, sobre todo a Eloy, con una mentalidad feminista, de igualdad.
–¿Cuál es tu opinión acerca del debate sobre el aborto legal, seguro y gratuito?
–Obviamente estoy a favor de la vida, pero el aborto es algo que sucede en condiciones terribles para las mujeres que no tienen medios. Si sucede y detrás de eso hay un negocio que mueve millones de pesos para quienes pueden pagarlo, claramente apoyo la legalización del aborto. Que se legalice no significa que va a haber más abortos, implica que dejen de morir más mujeres.
–¿Qué hay de cierto sobre que Gonzalo te propuso casamiento?
–Mate de por medio, me dijo: "Che, ¿y si nos casamos?". Recién ahora puedo decir estoy lista para casarme, pero no te imagines una boda tradicional. La idea es celebrar el amor, renovar el vínculo, volver a elegirnos en esta nueva estructura familiar. Este año no creo, pero quizás el año que viene, quién te dice. Pero nada de casamiento civil, iglesia y esas cosas. Imaginamos una ceremonia moderna, celebrada por un amigo, sin leyes ni reglas. Yo por las dudas tengo los vestidos de novia de mi abuela y de mi mamá –que se lo hizo Gino Bogani– bien guardados. [Se ríe]. Igual, no creo que me entre el de mi madre porque ella era muy flaca.
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