Brandon Thomas Lee y su “misión personal” para resignificar la carrera de Pamela Anderson, su madre: “Ella haría cualquier cosa por mí”

Pamela Anderson volvió con todo. Su rol protagónico en The Last Showgirl, la película dirigida por Gia Coppola que se proyectó en varios festivales y llega a las salas a principio de 2025, le valió su primera nominación a los premios Globo de Oro como mejor actriz en drama. Pero este merecido renacimiento no es fruto de la casualidad, es producto de una estrategia largamente pensada y tiene un claro responsable: su hijo mayor, Brandon Thomas Lee.

En el film, Anderson interpreta a Shelly, una experimentada bailarina que ve como su vida se desmorona cuando el teatro de Las Vegas en el que se presenta desde hace décadas cierra abruptamente en el mismo momento en el que su hija Hanna (Billi Lourd) regresa a su vida. Su hijo es el productor ejecutivo del film y en una reciente entrevista publicada en Variety reveló que, si bien la nominación de su madre “significa mucho”, espera que sea solo el comienzo del resurgir de la diva de los años noventa.

La carrera de la actriz canadiense no fue tan fructífera, pero sin dudas logró una fama a nivel mundial que muchas de sus colegas hollywoodenses querrían alcanzar. Después de su paso por la serie Baywatch, no consiguió nunca salir del encasillamiento de bomba sexual. Su escandaloso matrimonio con el baterista de Motley Crue, Tommy Lee y sus estrechas colaboraciones con la revista Playboy tampoco ayudaron a que pudiera salir de aquel laberinto.

Después de un largo retiro, Anderson volvió a ser noticia cuando aceptó el papel de Roxie Hart en una puesta de Chicago que se convirtió en uno de los éxitos de la temporada en Broadway. En 2023, además, decidió contar su historia en primera persona y no solo publicó el libro autobiográfico Love, Pamela, sino que protagonizó el documental de Netflix Pamela, a Love Story, también producido por Brandon Thomas Lee, su primogénito.

“Cuando tomás conciencia de cómo hemos avanzado en la última década, es extraordinario. Lo que está haciendo Pamela y las oportunidades que está recibiendo ahora son simplemente fantásticas. Te permiten saber que estás haciendo lo correcto”, indicó el productor, en referencia al nuevo lugar que ocupa la actriz dentro de la industria y el cambio sustancial en los papeles y los proyectos que ahora le proponen. A su vez, dejó en claro que todo eso es producto de la “misión personal” que asumió de “cambiar la narrativa” de cómo se percibe a Anderson.

“Cuando leí el guion de la película por primera vez, me sorprendí, porque no estaba acostumbrado a que le acerquen este tipo de proyectos. Fue una bocanada de aire fresco y sabía que podía hacerlo. Además, fue muy oportuno, y parecía que las estrellas se estaban alineando un poco y que encajaba con el arco en el que se encontraba su carrera. Sabía que había muchas inspiraciones de la vida real que podía tomar para esto”, indicó, sobre el momento crucial en el que la historia de Shelly llegó a sus manos. “Mi madre es muy graciosa. Al leerlo, me dijo que era la primera vez que leía un guion real. Y creo que es muy posible que sea verdad”, agregó.

“Esta película se hizo con poco más de un millón de dólares en 18 días, por lo que el hecho de que haya tenido el impacto que ha tenido es increíble. Simplemente, demuestra que todos los involucrados en el proyecto tuvieron que trabajar juntos. Es increíble lo que puede suceder cuando la gente puede dejar de lado el ego y el estrellato y realmente convertirlo en un proyecto artístico y trabajar juntos por el bien de la realización cinematográfica, un gran guion, una gran dirección y una gran fotografía”, indicó el productor. Y cuando le recordaron que Jamie Lee Curtis dijo que quería participar del film porque Anderson era la protagonista, expresó: “Cuando escucho cosas así, me siento increíblemente orgulloso. No solo de ella, sino de todo lo que hemos hecho en los últimos años”.

Y entonces, explicó: “El documental y el libro le dieron a Pamela la oportunidad de apropiarse de su propia historia y presentarla al mundo. Cuando tuvimos la oportunidad de hacerlos, consideramos que esos proyectos podían ayudarnos a lograr que la gente comprendiera y conociera a Pamela, porque había muchos conceptos erróneos sobre ella y sobre quién era. Eso realmente la estaba frenando en términos de la oportunidad que se le presentaba. Entonces, escuchar a Jamie decir eso, ¿qué más se puede pedir?”.

“La razón por la que me involucré, además de por diversas razones comerciales, fue que mi misión personal era darle a mi madre las oportunidades que me dio cuando era niño. Ella haría cualquier cosa por mí. Fue una muy buena madre. Y en cierto momento de tu vida, te convertís en protectora de tus padres. Supe desde muy temprana edad que eventualmente yo sería quien daría el paso por mi familia. Entonces, hubiera sido muy fácil para nosotros, o para mí, idear algún tipo de plan para ganar dinero a costa de la Pamela que la gente creía conocer. Eso habría significado que ella no iba a ser feliz, pero habría ganado mucho dinero. Pero lo único que realmente quería era que ella sintiera que tenía la oportunidad, ya fuera que sucediera o no, de alcanzar el éxito en el campo en el que quería estar”.

Luego de la presentación del libro y el documental, algo cambió. “El apoyo pasó de ser predominantemente masculino a femenino. Supongo que de eso se trata esta aceptación. Antes Pamela estaba muy objetivada y toda su carrera estaba orientada a la mirada masculina. Y para nosotros, ver el cambio después de poner todas las cartas sobre la mesa fue impactante. Supe en ese momento que iba a haber un gran cambio en su carrera, porque ya no era esa personalidad incomprendida o amenazante. Ya no era un símbolo sexual. Era un ser humano y creo que la gente la veía desde una perspectiva completamente nueva. Y siento que eso la volvió a presentar al mundo”, señaló.

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