Su fama de mujeriego en Hollywood es tan grande como su popularidad y éxito en el resto del mundo; repasamos en detalle su historial amoroso
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Sus ojos azules, su 1,85 de estatura y esa mezcla de chico sexy y rudo lo convirtieron en uno de los actores más codiciados de Hollywood. Si bien a lo largo de los años Bradley Cooper protagonizó un sinfín de películas, su rol en la trilogía ¿Qué pasó ayer? significó una bisagra en su carrera, instalándolo como una de las figuras más populares y queridas de la industria.
Y, aunque siempre intentó escapar de los fotógrafos y mantener su vida privada bajo siete llaves, su fama de mujeriego creció en paralelo a su vida laboral. Es que este galán -oriundo de Filadelfia- estuvo casado con la actriz Jennifer Esposito, tuvo romances con celebrities como Zoe Saldaña, Renée Zellweger y Suki Waterhouse y una gran historia de amor con la modelo rusa, Irina Shayk. Por no mencionar el “amor platónico” (al menos en lo que trascendió públicamente) que vivió junto a su compañera de Nace una estrella, la cantante Lady Gaga, que lo llevó a distanciarse de la madre de su hija.
“He hecho cosas muy locas por amor”, confesó tiempo atrás en una entrevista mientras advertía que su mayor sueño era “encontrar un amor para toda la vida y formar una familia tradicional”. Hoy, a sus 47 años -y después de atravesar algunos fracasos sentimentales y rumores mediáticos- Cooper parece que lo ha logrado. Mientras se ocupa activamente de la crianza de su hija Lea, su corazón estaría nuevamente muy cerca de Shayk; la madre de la pequeña y, al parecer, el gran amor de su vida.
¡Sí, quiero!
Aunque reniegue de la prensa amarilla y se enoje con los fotógrafos que lo persiguen, Bradley Cooper es dueño de una interminable lista de mujeres que conquistaron su corazón. Su primera novia famosa (¡y la única que lo llevó al altar!) fue la actriz Jennifer Esposito, con quien el protagonista de Alias se comprometió en octubre de 2006.
La boda llegó en diciembre de ese mismo año con un discreto festejo al sur de Francia. Sin embargo, cinco meses después de dar el sí, la pareja comenzó los trámites de divorcio.
Si bien en su momento los actores no hablaron al respecto, Esposito sí lo hizo años después cuando escribió sus memorias y aseguró que su vínculo no fue muy sano. En su libro Jennifer’s Way, la intérprete de NCIS no sólo definió a su ex como “un arrogante y un maestro de la manipulación” sino que confesó que, en un principio, “no lo encontraba tan atractivo”, aunque luego terminó enamorándose.
Tras considerar su separación como abrupta y cruel, “con la insensibilidad que esperaba de él”, la actriz habló del “lado frío y oculto” que esconde el galán y advirtió haberse sentido muy sola durante el tiempo que compartieron. Por su parte, Cooper catalogó este primer fracaso sentimental como “cosas que suceden”.
Después de Jennifer, el estadounidense se abstuvo de formalizar cualquier relación amorosa sin embargo, se lo vio muy bien acompañado en más de una oportunidad. Isabella Brewster (la hermana menor de Jordana Brewster, quien interpreta a Mia Toretto en la saga Rápidos y Furiosos) y la cantante Jennifer López fueron algunos de los nombres que se barajaron como las nuevas conquistas del actor, aunque nunca llegaron a blanquearse. En el caso de la diva del Bronx, una foto tomada en un desfile de moda en 2010 donde se los ve súper cómplices y una cena en un restaurante de la Gran Manzana fueron suficientes para encender las sospechas.
Las huellas de su corazón
Aunque la mayoría de sus relaciones no superó los dos años, Cooper guarda un gran recuerdo de ellas, en especial la que tuvo con la actriz Renée Zellweger en 2009. Se conocieron en el rodaje de Caso 39 y el flechazo fue inmediato. De hecho, a los pocos meses, el actor se mudó con ella a una mansión en la exclusiva zona de Pacific Palisades en Los Ángeles. Según allegados a la pareja, Gloria Cooper (la mamá del galán) adoraba a la protagonista de Chicago.
Aunque la pareja nunca confirmó su romance, algunas apariciones públicas dieron cuenta de su amor. La muerte del papá del actor fue una de ellas, donde se mostraron muy unidos y la intérprete de El diario de Bridget Jones canceló su participación en los Globos de Oro para estar junto a Bradley y su familia. Otro ejemplo fue cuando Zellweger acompañó a su novio a una entrevista televisiva, donde él confesó lo mucho que la rubia significaba en su vida. “No puedo decir suficiente sobre ella. Simplemente la amo y cuando estábamos rodando adoraba venir a trabajar. Me encanta actuar con ella porque puedo aprender mucho de Renée”, confesaba en Inside The Actors Studio. Sin embargo, las cosas tampoco funcionaron entre ellos y, dos años después, se separaron.
Si bien Cooper lamentó mucho esta ruptura, no pasó mucho tiempo para que vuelva a enamorarse. En diciembre de 2011, su trabajo en la película The Words le traía un nuevo amor: la bella Zoe Saldaña. Amor que comenzó con algunas idas y vueltas y, al cabo de tres meses, se puso en stand by. Sin embargo, la pausa no fue definitiva. Y, aunque durante ese tiempo el actor fue visto muy cerca de Scarlett Johansson, regresó con la actriz de Guardianes de la Galaxia en septiembre.
Aunque la pareja contaba con el apoyo incondicional de Gloria, la madre del galán y su eterna compañera en las entregas de premios, los tortolitos volvieron a distanciarse definitivamente antes de fin de año. “Los actores decidieron poner nuevamente punto final a su relación”, publicaba el New York Post en diciembre de 2012 culpando a las ajetreadas agendas laborales de ambos por esta nueva ruptura. Es que, por ese entonces, Bradley se encontraba en Praga filmando un comercial, mientras que Zoe estaba en Miami Beach, despidiendo el año con amigas. Según las malas lenguas, la extensa promoción de la última película de él, El lado luminoso de la vida, al lado de la actriz Jennifer Lawrence, habría afectado de lleno la relación. Si bien el actor negó tener algo con su compañera, no sonó muy convincente.
Suki Waterhouse fue otro de los grandes romances de Cooper. A pesar de la diferencia de edad (él tenía 38 y ella, 20), el de ellos fue uno de los affaires que más llamó la atención de Hollywood. Si bien nunca oficializaron su vínculo (algo que es habitual en la vida del actor), en marzo de 2013 fueron fotografiados juntos en la fiesta posterior a los premios Oscars y, a los meses, mientras disfrutaban de unas vacaciones en las paradisíacas playas de Hawái.
“Bradley y Suki no se pueden ver tanto como a ellos les gustaría porque tienen muchos compromisos profesionales, pero sí son una pareja. Siempre que tienen un minuto libre, les encanta pasarlo el uno con el otro”, le dijo una fuente cercana a la pareja al portal E! News, resaltando la “conexión intelectual” que existía entre ambos. “Una de las cosas que más le atrae de Bradley es su inteligencia, su forma de razonar y lo bien que es capaz de explicarle todo tipo de temas. Suki está ahora aprendiendo francés y leyendo todo tipo de libros sobre física e historia”, agregó el testigo.
A pesar de esta gran conexión entre ellos, los rumores de una crisis de pareja comenzaron a sonar fuerte a principios de 2015. Aunque la distancia geográfica comenzó a ser un problema (él vivía en Nueva York y ella, en Londres), al parecer la diferencia de edad y de intereses comenzó a hacer mella en la relación. “Cada uno desea cosas distintas en estos momentos”, confirmó un amigo en común.
Los argumentos de que Cooper quería formar una familia mientras que la ex de Diego Luna prefería centrarse en su incipiente carrera de actriz comenzaron a instalarse en las principales portadas de la prensa del corazón. “Parece ser que el intérprete de 40 años esperaba formar una familia pronto y Suki no estaría todavía preparada”, rezaban algunos titulares intentando buscar una explicación a este repentino final.
La idea no era descabellada. Con apenas 22 años, Suki estaba dando el salto del mundo de la moda a la gran pantalla y no se sentía preparada para formar una familia. “Ella quiere a Bradley y él la quiere a ella, pero ella es muy joven y desea concentrarse en su carrera de actriz antes de convertirse en madre”, puntualizó la misma fuente.
Para fines de febrero, la pareja ya había tomado caminos separados sin embargo, la inglesa no quiso perderse la oportunidad de acompañar a su ex y a su madre (ya es un clásico en este tipo de galas) a la entrega de los Oscars, donde Cooper estaba nominado por su trabajo en Francotirador.
La madre de su hija: ¿su gran amor?
Un mes después de romper con Waterhouse, Cooper reincidía con otra modelo: esta vez la bella Irina Shayk. Su apasionado romance con la ex de Cristiano Ronaldo se convirtió en tema de interés en Estados Unidos, al punto de ser comparados con “Brangelina”, la pareja de Brad Pitt y Angelina Jolie.
“Quiero un hombre fiel, honesto, un caballero que sepa cómo respetar a las mujeres. No creo en los hombres que nos hacen caer y sentirnos infelices, porque eso no es de hombres sino de niños”, expresaba la modelo rusa después de su pelea con el futbolista de Portugal. Y parece que en una cena para corresponsales extranjeros que Barack Obama brindó en la Casa Blanca (y a la cual Cooper estaba invitado) encontró todo lo que estaba buscando.
Dicen que el flechazo fue inmediato y se los vio coquetear toda la noche. Días después, volvieron a encontrarse y fueron juntos al teatro. Si bien los paparazzis los seguían a sol y a sombra fue muy difícil captarlos juntos. La discreción parecía ser el secreto del éxito para esta nueva pareja por la que nadie apostaba y que crecía lejos de los flashes y la resonancia de los micrófonos.
Aunque las expectativas de una confirmación estaban puestas en la Met Gala de 2015, esto tampoco sucedió. De hecho, la pareja se encargó de distraer muy bien a la prensa y evitó cruzarse durante toda la velada. Dicen que los primeros arrumacos en público ocurrieron horas después en la fiesta organizada por la cantante Rihanna pero no hubo una sola imagen de ello.
Para 2016, Shayk y Cooper ya vivían juntos. Al no confirmar nunca su relación, los tortolitos tuvieron que resistir todo tipo de especulaciones, malos augurios y el asedio fotográfico desde el primer día. Fue así como un desayuno del actor con Naomi Campbell casi hace tambalear a la pareja pero, gracias a su poder de seducción y convicción, el Don Juan de Hollywood supo revertir los rumores. Lo que no sabía era lo que le esperaría meses después cuando le llegó la posibilidad de convertirse en un cantante de música country en Nace una estrella, film protagonizado junto a la transgresora Lady Gaga.
“Nace una estrella es algo tan específico. Ella es terriblemente carismática y hermosa. Cuando la conocí, pensé: ‘No puedo dejar pasar esta oportunidad’”, confesó Cooper elogiando el talento de su compañera de reparto. Sus palabras fueron el comienzo de un amor platónico que lograría lo que nadie había podido hasta el momento: una fuerte crisis con su mujer.
Triángulo amoroso y ruptura familiar
En julio de 2016, las imágenes de Shayk llorando en un partido de Wimbledon dieron la vuelta al mundo. ¡Y los rumores también! Si bien los protagonistas le echaron la culpa a las alergias de la modelo, la ruptura entre Lady Gaga y Taylor Kinney (después de cinco años de relación) sembró aún más la duda.
En medio de un sinfín de especulaciones que hablaban de un affaire entre Cooper y su nueva compañera de set, llegó la noticia del embarazo de Shayk. Si bien los futuros padres mantuvieron la postura de no ventilar su vida privada una vez más, la morocha confirmó indirectamente la noticia cuando lució su pancita de varios meses en la pasarela de Victoria’s Secret en París.
“Bradley se emociona viendo cómo va creciendo el bebé. A ellos les gusta compartir esos momentos en los que el bebé da patadas y se emocionan”, contó una fuente cercana a la pareja a E! News mientras aclaraba que el actor no se perdía una ecografía.
Al mes, un anillo de esmeraldas en la mano de la embarazada anunciaba el compromiso de la pareja. Mientras tanto, la cantante de “Poker Face” comenzaba a salir con su manager, Christian Carino. En marzo de 2017, la llegada de Lea de Seine Shayk Cooper trajo paz y felicidad a la familia.
Sin embargo, la tranquilidad no duró demasiado. Es que los comentarios de la buena química entre Bradley y Gaga ponían cada vez más de mal humor a la modelo, que intentaba acallar las versiones aunque sin demasiado éxito.
Contrariamente a lo que se creía, el fin del rodaje de Nace una estrella no terminó con las especulaciones. De hecho, la promoción de la película y el éxito de la misma fomentó aún más esa poderosa química entre los protagonistas que, realmente, traspasaba la pantalla.
El 19 de febrero de 2019, la ruptura entre la cantante y su agente de prensa volvió a poner nerviosa a Shayk y el 24 de febrero su mundo se derrumbó por completo cuando su marido y la transgresora del pop subieron al escenario de los Óscar para cantar “Shallow”, el hit de la película.
Las miradas cómplices y la tensión en el Dolby Theatre fueron la noticia de la noche. “Lo que la gente vio fue amor y adivina qué... ¡eso es lo que queríamos que viera! Es una canción de amor, la película es una historia de amor. Soy una artista, y creo que hicimos un buen trabajo. ¡Los engañé!”, lanzó la cantante días después en el programa Jimmy Kimmel ante el revuelo generado.
Por su parte, Cooper anuló cualquier esperanza de una relación romántica con la cantante en una entrevista con The Hollywood Reporter. Tras afirmar que sólo se trataba de una actuación, el protagonista y también director del film explicó que imaginó esa performance como una escena de la película para manejar sus miedos de cantar en vivo. “Solo desde un punto de vista personal, reduce el nivel de ansiedad”, confesó sobre esa performance que se vio tan real arriba del escenario.
Sea verdad o no, lo cierto es que tan solo cuatro meses después de esa tensa e inolvidable presentación, los padres de la pequeña Lea anunciaron su separación por diferencias irreconciliables. “Creo que en cualquier buena relación, sacás lo mejor y lo peor de vos mismo, es solo la naturaleza humana. Dos grandes personas no necesariamente hacen una buena pareja. Nosotros tuvimos mucha suerte de experimentar lo que teníamos el uno para el otro. En cualquier caso, hemos tenido mucha suerte de haber tenido lo que tuvimos juntos”, reflexionó Shayk en una entrevista con Vogue.
Tras asegurar que “la vida sin Bradley es un terreno totalmente nuevo”, la modelo rusa reveló lo difícil que fue adaptarse a su nueva vida: “Es difícil encontrar un equilibrio entre ser madre y ser empresaria. Hay días en que me despierto y me digo: ‘Dios mío, no sé qué hacer, voy a colapsar’”, manifestó a corazón abierto.
Más allá de los motivos por los cuales haya terminado la relación, lo cierto es que la pareja no inició ninguna batalla legal respecto a la tenencia de la pequeña. Ambos acordaron rápidamente el régimen de visitas y terminaron el vínculo en buenos términos. De acuerdo a lo publicado por el medio TMZ, la confianza entre ellos permitía un acuerdo basado en la palabra, sin abogados de por medio.
Nuevos rumbos
La ruptura entre la modelo y el actor fue vista como una oportunidad para que Cooper y Gaga den rienda suelta a su pasión sin embargo, esto no fue así. Por el contrario, el eterno seductor se mostró muy cerca de otras famosas aunque, fiel a su estilo, no oficializó a ninguna. Mientras que, a principios de 2020, se lo relacionó con Ana Wintour, la editora de la revista Vogue, meses después fue visto junto a la exitosa actriz cubano-española Ana de Armas.
En la fotografía publicada por el sitio Radar Online, se ve al famoso director charlar muy risueñamente con la nueva “Chica Bond” (y expareja de Ben Affleck) en el hotel Four Seasons de Los Ángeles. Según testigos, los actores estaban “coqueteando” en el almuerzo previo a los premios Globo de Oro. “Bradley Cooper fue directo a Ana de Armas y conversaron durante un buen rato en el vestíbulo del hotel. No estaban dispuestos a salir corriendo. Bradley Cooper estaba haciendo bromas y tenía una gran sonrisa en su rostro. Parecía muy entusiasmado con Ana y ella se reía mucho”, aseguró una fuente mientras destacaba la química entre ellos.
Meses después, las imágenes de Cooper junto a la actriz Jennifer Garner en una playa de Malibú cambiaron el foco de atención. Si bien las fotos publicadas por el portal TMZ los mostraban jugando junto a la pequeña Lea en el mar, allegados a los actores (que se conocen desde la época de la serie Alias) se encargaron de remarcar que no había romance entre ellos. “Son amigos desde hace muchísimo tiempo y siempre se han preocupado mucho el uno por el otro. De hecho, han pasado mucho tiempo con las parejas del otro cuando sus corazones estaban ocupados”, explicaron echando por tierra cualquier tipo de especulación.
De hecho, se dice que la actriz de Quisiera tener 30 siempre recuerda que Bradley fue una de las primeras personas con las que habló cuando llegó a Hollywood. “Lo llevé a casa y le preparé la cena. Hay algo en las personas que son iguales ante el éxito y el fracaso que nos hace quererlas y conocer su corazón. Yo conozco el corazón y el estómago de Bradley Cooper”, bromeó la intérprete durante una ceremonia homenaje al actor en los American Cinematheque Awards de 2018.
Lo cierto es que Cooper también fue y es un muy buen amigo de su exmarido Ben Affleck. De hecho, tuvo un papel clave en la recuperación del actor respecto de sus adicciones. “Muchachos como Bradley y Robert [Downey Jr.] han sido de mucha ayuda para mí. Realmente han supuesto un gran apoyo y son unos hombres maravillosos”, confirmó el actual novio de JLO en el programa Good Morning America dando cuenta del vínculo que los une.
¿Reconciliación en puerta?
Mientras que durante todo este tiempo a Cooper se lo relacionó con cuanta mujer se le cruzó en su camino, Irina Shayk solo mantuvo un breve romance con el músico Kanye West; vínculo que terminó después de algunos meses. “Le gusta como amigo, pero no quiere una relación con él”, reveló un amigo de la modelo rusa al sitio Page Six.
Quizá su abrupta decisión se deba a una reconciliación con el papá de su hija. Es que, en noviembre de 2021, la expareja volvió a copar todos los titulares cuando fueron vistos paseando por las calles de Nueva York. Si bien siempre compartieron salidas con su hija Lea, lo curioso de estas postales es que la pequeña no formaba parte de ese paseo, dando cuenta que no se trataba de un plan familiar. Por no hablar de los abrazos, risas y arrumacos que desparramaron por la Gran Manzana.
Otro dato que alimentó los rumores de una posible reconciliación fue un posteo que la modelo rusa compartió en su cuenta de Instagram para Halloween, en la que se la ve junto a un hombre disfrazado de gorila. Sus inconfundibles ojos celestes fueron los que hicieron sonar de nuevo todas las alarmas. “¿Es Cooper?”, se preguntaban los seguidores. Habrá que esperar nuevas señales para saber si renació el amor entre esta glamorosa pareja.
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