La boda real rompió todos los moldes y se llevó por delante una enorme cantidad de tradiciones británicas. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, casó a los novios. Pero quien captó la atención del mundo y se robó el protagonismo fue el cura elegido por los novios para ofrecer el sermón en su boda. Se trata del obispo Michael Curry, el primer líder negro de la Iglesia Episcopal estadounidense, que tiene sede en Chicago, Illinois (la provincia anglicana independiente más antigua fuera de las Islas Británicas).
Frente a los novios –y a los ojos del mundo-, Curry se mostró como un cura histriónico que se permitió hacer chistes entre las lecturas y condujo la ceremonia con la ayuda de una tablet. También citó a Martin Luther King en una de sus lecturas. Aquí vale aclarar que Curry es experto en redes sociales, muy popular en Twitter y Facebook. Durante el sermón, frente a la reina Isabel II y demás nobles, también usó expresiones del "slang" (jerga coloquial del idioma inglés): en lugar de referirse a los invitados como "you all" (todos ustedes) usó la contracción popular "yall".
Frente a los novios –y a los ojos del mundo-, Curry se mostró como un cura histriónico que se permitió hacer chistes entre las lecturas y condujo la ceremonia con la ayuda de una Tablet
En Estados Unidos nadie debe haberse sorprendido: Curry, que tiene 65 años, está casado y es padre de dos mujeres, y ganó fama en su país con un curioso sermón llamado "Crazy Christians" que tiene millones de visitas en Youtube. En su biografía contó que sus ancestros llegaron a Estados Unidos como esclavos, y dejaron sus huellas en Alabama y Carolina del Norte. Alguna vez coqueteó con la política y fue asistente de Bobby Kennedy. Hoy todos lo reconocen como un ferviente militante por la justicia racial, promotor del movimiento #MeToo y defensor del colectivo LGTB. Curry es, en definitiva, un cura a la medida de Meghan Markle, la primera novia "activista y feminista" en Kensington.
Después del particular sermón de Curry sucedió otro momento disruptivo, de esos que jamás hubiésemos imaginado en Saint George y junto a la familia Windsor: un coro Gospel interpretó "Stand By Me", una de las canciones más importantes de todos los tiempos según los rankings de la industria, escrita por Ben E. King, que alcanzó su pico de popularidad en la voz de John Lennon, en 1974, o como banda musical de la película Cuenta conmigo, de 1986.
En noviembre de 2017, cuando Harry y Meghan anunciaron su compromiso, todos los expertos en protocolo coincidieron que ella era, a toda vista, "la novia menos pensada": nadie hubiese imaginado, medio siglo atrás, que una mujer estadounidense, actriz, divorciada e hija de una mujer afroamericana podría ingresar en la familia real británica. Meghan Markle lo hizo y pronto: de acuerdo con el anuncio de Kensington, será nombrada "duquesa de Sussex". Del mismo modo, nadie hubiese imaginado a Curry como protagonista de una boda real británica… y hoy todo el mundo está hablando de él.
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