El actor chileno transitó grandes romances de este lado de la cordillera, cumplió su sueño de formar una familia y no deja en creer en la posibilidad de volver a encontrar una compañera con la que compartir su cotidianidad
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Seductor, sonrisa pícara, ojitos risueños. Las relaciones amorosas de Benjamín Vicuña son incontables. Las hay clandestinas, formales y otras que fueron secreto a voces, pero tuvo dos grandes amores y seis hijos, aunque nunca se casó: con Carolina “Pampita” Ardohain vivió diez años y tuvo cuatro hijos -Blanca, Bautista, Beltrán y Benicio-, y con Eugenia “la China” Suárez estuvo seis años y tuvo a Magnolia y Amancio.
Pampita y el actor chileno se conocieron a fines del 2004 en Salta, durante una entrevista para un programa que nunca salió al aire. El flechazo fue mutuo e inmediato, aunque el romance se mantuvo en secreto durante algunos meses. Cuando los descubrieron los paparazzi, estalló el escándalo porque ella se estaba separando del polista Martín Barrantes y él terminaba una relación con la actriz chilena Fernanda Urrejola.
Hace algunos años, Pampita evocó en el programa que Susana Giménez tenía en Telefe: “Yo era la conductora y así lo conocí. Vino como invitado y la pasó pésimo porque salió todo mal en ese piloto (risas). Era una producción muy pobre, con amigos. Lo llevamos a un hotel horrible y el vuelo se retrasó como ocho horas. Al tiempo, cuando fui a Chile, Benja fue todo un caballero y me dijo que me iba a ayudar con el proyecto, pero era todo mentira (risas). Era que me quería conquistar”.
El amor creció a escondidas, y cuando fue necesario defendieron la relación contra viento y marea. Se instalaron en Chile, donde nació Blanca, en el 2006. Luego la familia vivió entre Argentina y Chile, y en ambos países fueron una pareja soñada. Pronto llegaron los otros hijos: Bautista en el 2008, Beltrán en el 2012 y Benicio en el 2014.
Un golpe al corazón
Todo era felicidad hasta que en el 2012, luego del nacimiento de su tercer hijo, se fueron de vacaciones a la Riviera Maya, México, y a su regreso debieron internar de urgencia a Blanca, que contrajo una bacteria que los médicos no pudieron controlar, su estado se agravó y la nena falleció unos días después, el 8 de septiembre del año 2012.
Dos años después de esa tragedia nació el menor de sus hijos, Benicio, y volvieron a sonreír. Pero años más tarde, la pareja confesó que luego de la muerte de Blanca nunca volvieron a ser los mismos.
Aunque no se casaron, hicieron una fiesta para celebrar su amor. Fue en el año 2015, con 200 invitados y en el Four Seasons. “Esto no es ningún casamiento ni boda simbólica, simplemente es un gesto de amor y de cariño hacia las personas que nos acompañaron en estos diez años. En la vida también hay que celebrar y acá quiero celebrar a mis cuatro hijos, que son la razón de mi vida. Benja es el hombre de mi vida, me salvó, me cambió la cabeza, me permitió ser mamá. Lo amo y es una bendición tan grande y estamos tan orgullosos de nuestra familia. En diez años nos pasaron tantas cosas y, sin embargo, nuestro amor sigue tan fuerte, tan inquebrantable. Cuando estamos juntos no existe la fama, ni la profesión, ni la popularidad, sino cómo soñamos cada cosa, como hicimos nuestra casa, como criamos a nuestros hijos, tan a la par”, dijo Pampita emocionada, a los cronistas de los programas de chimentos de ese momento.
Unos meses después, en diciembre del 2015, la pareja se separaba en medio de un escándalo. Vicuña estaba filmando la película El hijo rojo con la China Suárez y Pampita descubrió la infidelidad. Entonces, Vicuña escribió en sus redes sociales: “Pido respeto por Carolina y mis hijos, en un medio que se divierte con el dolor ajeno. La familia es, fue y será lo más importante en mi vida”.
El tiempo pasó y esa herida parece haber sanado. Hace algunas semanas Pampita dijo en LAM, por América: “No tengo nada que perdonar. La vida es como tuvo que ser. La gente puede dejar de amar y está bien. Siempre voy deseo lo mejor a las parejas que tuve, soy agradecida de lo que tuvimos. Mi forma de pensar es que todo está un poco escrito. Prefiero pensar así, que las cosas tenían que suceder como sucedieron”.
Un motorhome, una palta y una manta de Nepal
La historia de amor de la China Suárez y Benjamín Vicuña nació de un escándalo. Se conocieron en 2015 cuando protagonizaron El hilo rojo. El rumor de romance llegó a oídos de Pampita que un día irrumpió en la filmación, fue al motorhome en el que estaban los protagonistas y luego dijo “haber visto lo peor” y que allí “había olor a sexo”. Durante mucho tiempo, tanto la China como Vicuña negaron todo y ella insistía que cuando Pampita fue al motorhome estaban en un descanso del rodaje, y que la encontró comiendo una palta, abrigada con una manta que se había traído de Nepal.
La película se estrenó en mayo de 2016 y en esa fecha también blanquearon la relación. Aunque nunca se casaron, hubo una propuesta formal y la China la contó en un programa de radio, hace unos años: “Estábamos en su casa de campo de Chile, se arrodilló frente a mí y me preguntó si quería pasar el resto de mi vida con él. Fue mágico”. Pero la boda se postergaba una y otra vez, y en una oportunidad Vicuña explicó por qué: “Fueron años muy intensos en lo laboral, con muchos viajes. Nadie nos corría, ya tenemos nuestra mi familia súper consolidada y vivimos juntos. Era medio ridículo meterle tanta presión a algo que queremos hacer bien y lindo. No lo tenemos descartado. Lo queremos hacer en un lugar apropiado”.
En febrero del 2018 nació Magnolia y todo fue felicidad, aunque poco tiempo después la pareja tuvo varias crisis. “Estamos separados, pero nos tenemos mucho amor, así que no sabemos qué puede pasar el día de mañana. Fueron muchos años y cosas que quedan en la intimidad y que nunca contamos. Cuando hay amor todo es posible, solo hay que sentarse a hablar y barajar”, contó la China en ese entonces. Y así fue, se reconciliaron y al poco tiempo nació Amancio, en julio del 2020, y ella publicó en sus redes: “Amamos tanto, tanto tu nombre, que se hizo carne. Pensamos tu boca y ahora la sonreímos. Mezclamos nuestra sangre y la vida pudo más”.
A los meses volvieron a separarse y Vicuña hizo pública la noticia a través de un comunicado que compartió en sus redes sociales. Esta vez no dejaron la puerta abierta para una posible reconciliación: “Queremos lo mejor para la familia que somos y seguiremos siendo. Hoy eso nos lleva a dar un nuevo camino separados como pareja, pero con amor y siempre unidos por nuestros hijos. Agradecemos el respeto por esta decisión y darnos el tiempo para vivir este proceso de la mejor manera. Gracias”. En ese momento, ambos protagonizaban la miniserie Terapia Alternativa.
Otros amores
Luego de su separación con la China, Vicuña tuvo una relación de ocho meses con Eli Sulichin, una amiga de Pampita. Sin embargo, tras un veraneo compartido, todo llegó a su fin de un día para otro.
Pero mucho antes de cruzar la cordillera, Vicuña también había vivido grandes historias. Su primer amor fue con Manuela Oyarzún, a quien conoció mientras estudiaba teatro en la Universidad de Chile; juntos abrieron una academia de teatro, pero el romance terminó, dicen, por Paz Bascuñán a quien conoció grabando la novela Piel Canela. La relación duró hasta el 2003. Las cosas entre ellos terminaron bien, y de hecho volvieron a trabajar hace unos años en la telenovela chilena Demente.
Tras romper con Bascuñán, el actor se puso en pareja con la actriz chilena Fernanda Urrejola, a quien conoció durante el rodaje de una película. Pero todo terminó cuando los rumores de romance con Pampita comenzaron a sonar.
En los diez años que estuvo con Pampita hubo muchos rumores sobre infidelidades cometidas por el chileno. Uno de ellos fue con Isabel Macedo, cuando hacían juntos la novela Don Juan y su bella dama. Los coqueteos fueron tan lejos que la propia Pampita reacción frente a una supuesta provocación de la ex de Facundo Arana durante una fiesta de fin de año en Punta del Este. Luego hubo otros rumores sobre una relación clandestina con Romina Gaetani, también compañera de elenco de otra novela, Herederos de una venganza. Y hasta se dijo que Pampita encontró mensajes subidos de tono entre su marido y Natalia Oreiro cuando protagonizaban Entre caníbales, y que lo echó de la casa.
Rumores hubo muchos más, pero nada confirmado. Durante una entrevista que Vicuña le dio a Cecilia Bolocco en Todo por tí, su programa de la televisión chilena, el actor habló a corazón abierto de su vida amorosa: “No imagino la vida solo. Soy súper compañero, me gusta vivir la vida en equipo. Creo que voy a volver a apostar al amor siempre, hasta que me queden los últimos dos centavos. Mientras exista un hilo de respiración, hay vida. Para mí si no hay amor, no hay vida. El amor es todo”, concluyó.
En otra oportunidad, también en un programa chileno, Vicuña se refirió de su actual relación con sus ex parejas y madres de sus hijos: “Es imposible hablar de fracasos cuando veo a mis hijos. Son el rostro del amor, de la pasión, del esfuerzo, de esas ganas de construir, de aferrarse a la vida, de seguir adelante. Luego, te atraviesan dudas, sensaciones de arrepentimiento, de que las cosas pudieron haber sido de otra manera. Siento que luché por las dos relaciones, aposté, me la jugué. Tengo deudas que tienen que ver con cosas de madurez, de momentos, de actitudes, de errores, muchos errores. Sabemos que son parte de nuestras contradicciones, de nuestra naturaleza, de equivocarse”.
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