Vive en un piso 11 de un edificio del barrio Las Cañitas, y su departamento tiene ventanales enormes: la vista y la luz son perfectas. Todo está impecable. "Vivo sola y no molesto a nadie", se justifica Barbie Simons, luego de reconocer algún que otro asomo de "toc" en su vida diaria. En realidad, la periodista vive con Myla, su perrita maltés que está tan impecable como ella y su hogar.
Barbie es muy simpática, habla rápido y puede mezclar varios temas pero sin jamás perder el hilo de la conversación. Es inquieta y tiene mucho trabajo y actividades; parece que el día, para ella, tiene más horas que 24: se levanta tempano, y mientras se maquilla y se peina, lee las noticias, toma café y mima a Myla. Sus días arrancan en el noticiero de C5N, Mañanas argentinas, y por las tardes es parte del programa Hay que ver, que emite Canal 9. Los sábados conduce Chicas pochocleras, también por C5N. En el medio, va al gimnasio, hace yoga, va a terapia, ve a sus amigas, comparte tiempo con su hermana Vanesa y su sobrino de 7 años, y sigue trabajando. Por las noches se relaja en su casa y suele tener una cita con su novio Maximiliano [Klevelich, empresario del ramo automotor] que vive en Miami, pero cenan juntos, a través de facetime. A Barbie le gusta la vida que tiene y trabajó mucho para lograrla.
"Siempre fui muy cholula de Hollywood", reconoce. Cuando arrancó en C5N, hace diez años, hizo el programa Showtime, gracias al que entrevistó a artistas internacionales de la talla de Ricky Martin y Lenny Kravitz. Hoy Chicas pochocleras es el motivo de los viajes que realiza cada dos semanas, para entrevistas a los protagonistas de películas y series. "Es cierto que viajo un montón, pero yo me gestiono todo desde hace muchos años. Soy la productora de mi propio contenido, todo lo consigo yo. Es mucho trabajo, me lleva mucho tiempo pero lo disfruto", cuenta en diálogo con LA NACION.
-Iniciaste tu carrea en los Estados Unidos. ¿Por qué te fuiste y por qué volviste?
-Viví en Miami 12 años y mi carrera la hice allá. A los 18 hacia pasantías en radio mientras estudiaba en la universidad, y de dar los reportes del tráfico, pasé a hacer espectáculos y terminé conduciendo mi programa. Estuve diez años en radio, después hice televisión y estuve en Univisión coconduciendo con Don Francisco, que es el mayor referente de la televisión hispana. Volví a Buenos Aires hace diez años. Y no me arrepiento para nada. Estoy súper agradecida de haber podido vivir afuera, maduré, aprendí, me rodeé de gente de todas las nacionalidades, hice una carrera sin ser "la hija de"…
-Pero…
-Pero me mueven las emociones. Mi hermana Vanesa estaba estudiando en la universidad, en Miami, cuando pasó lo de mi papá [el conductor Leonardo Simons, que se suicidó en 1996]. Mi mamá, Alicia Gorbato, me acompañó en la decisión de mudarnos hacia allá. Cuando pasó lo que pasó, yo estaba cursando cuarto año y a los seis meses nos fuimos. Terminé quinto en Miami. Y estudié radiobroadcasting, que es periodismo y locución. Estoy súper agradecida porque Miami también es mi casa, tengo amigos.
-Y un novio. La vida parece llevarte a Miami.
-Es verdad, mi novio vive en Miami. Pero mi corazón está acá, esta es mi tierra, acá están mis raíces, mi hermana, mi sobrino, mi cuñado, mi abuelo materno y su mujer Chiche, que la amo, mis amigos de toda la vida. En situaciones de crisis en nuestro país, la gente siempre me dice: "¡Para qué te volviste!". Además, hace diez años ganaba cuatro veces más que hoy, vivía en un lugar hermoso, me codeaba con gente de la industria. Me costó muchos años asentarme, hacerme un nombre y ocupar un lugar allá. Pero sentía que tenía todo y no tenía nada porque mi mamá se había vuelto, mi hermana también, yo había terminado con mi novio de ese momento, mi abuelo se enfermó y pensaba "¿qué hago acá?". Laburaba todo el día y mi felicidad era volver a casa y ver a mis dos perros. El tema afectivo y emocional es muy importante. Acá, con mis amigas, tengo un pasado en común, una historia, estoy contenida. Había hecho una muy linda carrera allá pero volví y empecé de cero.
-También aquí tuviste buenas oportunidades de trabajo.
-Si, hice radio durante muchos años y fui directora de Vale, pero renuncié a mis funciones porque lo corporativo no es lo mío; me gusta lo creativo. A veces escucho la radio y me doy cuenta que estuvo bueno lo que hice: le sumé un montón. Fue un gran desafío. Hago televisión desde hace años también y viajo mucho, es cierto. Pero no en business, sino "atriki", y me lo gestiono yo, no me manda el canal. Estoy dos días en la ciudad, y generalmente son las mismas, porque allí se hacen las presentaciones de películas y series: Nueva York, Los Ángeles, México, Londres. Me maquillo y estoy esplendida para hacer no una sino cinco entrevistas a veces, porque estoy con todos los actores de la película, produzco mis entrevistas y, cuando vuelvo, me paso horas frente a la compu porque subtitulo, edito, corto mis notas. Todo un laburo que no se ve, pero está. Siempre soñé con entrevistar a actores de Hollywood.
-¿A quiénes ta falta entrevistar? ¿Y quiénes son los más antipáticos?
-Me faltan un montón. Por ejemplo Meryl Streep, que estuve a punto de hacerla por Mamma mia y no se dio. Lo mismo me pasó con Brad Pitt, que iba a entrevistarlo por Había una vez... en Hollywood. Hay actores que no son muy agradables, como Harrison Ford o Charlize Theron. Son mala onda. Los periodistas tenemos un circuito como el de los tenistas, y al menos una vez por mes o dos, nos encontramos en algún lugar del mundo. En ese circuito, es vox populi que ciertos personajes son difíciles. Tenes seis minutos de entrevista para aprovechar al máximo y algunos responden con monosílabos, como Dakota Johnson. Igual se vive mucha adrenalina, lo vivo con mucha pasión.
-¿Y quiénes son los artistas de Hollywood más "buena onda"?
-Tengo anécdotas divertidas. Tom Cruise me parece un amor total, re buena onda. Lo entrevisté vestida de novia, para reírnos un rato. Estaba soltero, había anunciado su separación hacía poco tiempo, se rió mucho. A Chris Pratt lo hice como cinco veces y la última, cuando me vio me dijo: "Hey, Barbs". Recuerdo que en una de esas entrevistas, que hicimos en Hawai, se largó una tormenta tropical tremenda y tuvimos que parar y esperar a que pasara. Nos quedamos debajo de la carpa y me dijo que me veía encorvada, que él soñaba con ser quiropráctico y terminó haciéndome masajes y sonándome la espalda. ¡Yo quería sacar mi celular para mostrale a mis amigas que Chris Pratt me estaba haciendo masajes! Pero controlé mi cholulismo.
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-¿Viviste en Hollywood también?
-Viví un año en Los Ángeles porque me fui detrás de un amor, y no me gustó. Ir por dos días, trabajar y volver a mi lugar, es genial. En estos días viajo a entrevistar a Justin Timberlake por la peli Trolls 2 y, en febrero, voy a estar con el protagonista de Peaky blinders, Cillian Murphy, por una peli. Mi primera entrevista fue Halle Berry, hace como 15 años, y hasta el día de hoy tengo nervios antes de entrar a cada nota. Son grandes oportunidades que no quiero desaprovechar.
-Volviendo a tu amor en Miami, ¿hay planes de mudanza o el amor a distancia les sienta bien?
-Estamos re bien así. Cada pareja es un mundo. Nos conocimos en marzo, nos presentó Zulemita (Menem), y empezamos a salir al mes. Tuvimos un impasse de dos meses en julio y agosto, y volvimos. Me causa gracia que se llame Maximiliano porque tuve un perro que se llamaba Maximiliano y fue el amor de mi vida; vivió trece años conmigo. Era un maltés y era más grande el nombre que el perro. Cada vez que me voy a un junket de prensa, una vez por mes, él se escapa y nos vemos. O viene cada 15 días y yo también viajo cuando puedo, un fin de semana. Cada pareja es un mundo. Nos resulta, nos extrañamos. Soy muy solitaria. En la semana no paro, y los fines de semana me gusta estar en mi casa, viendo series y películas desde mi cama, hacerme mascarillas, baños de inmersión...
-De convivencia entonces, ni hablar.
-Soy una persona muy independiente, estoy acostumbrada a mis tiempos, a mis espacios, a estar sola. Casi no he convivido; fueron cortas las convivencias, y siempre tuve mi lugar. Por ahora estamos bien así. A veces comemos por facetime: yo sushi y él sushi, charlamos. Hablamos diez veces por día. Tiene dos hijos hermosos que me llenan de amor.
-¿Te corre el reloj biológico o la maternidad no es una prioridad?
-La maternidad no es un tema pendiente. No siento la necesidad de ser madre para sentirme plena. Amo a mi sobrino, debo ser la mejor tía del mundo, y a los hijos de mis amigas. Canalizo por ahí. Y estoy bien, soy feliz. Me gusta la vida que tengo. Voy al gimnasio, a terapia, a yoga, me ocupo de mi perrita. Como no le gusta quedarse sola, todos los días se la llevo a una pareja divina que son vecinos, y se la pasa paseando por el barrio, de cafecito en cafecito. Este año voy a lanzar una cápsula de carteras, en marzo, con mi amiga y socia Sofía Ferrari. Me apasiona el diseño y la moda. Y pronto mis entrevistas se van a ver en todos los cines Atlas del país, en capsulas de 70 segundos.
-¿Tu mamá sigue de viaje por el mundo?
-Si, está de viaje hace seis meses. Vuelve a mediados de febrero, no sabemos por cuánto tiempo porque quiere seguir viajando y conociendo el mundo. Viaja sola y de una manera muy gasolera: va a hostels, se toma micros 19 horas para no gastar en avión. Estuvo en Nepal, vivendo en un monasterio con monjes budistas, y daba clases de arte a cambio de hospedaje. Mamá es locutora, periodista y curadora de arte. Viajó por Indonesia, Camboya, Vietnam y ahora está en Birmania. Ella vive en Miami, pero con mi hermana queremos que se quede para que esté cerca de su nieto y de su papá, que está grande. La extrañamos mucho todos.
-En tu casa hay muchos libros relacionados a lo espiritual, ¿estás buscando un camino?
-No. Hago yoga iyengar, tomé clases de budismo. No me hago devota de nada ni de nadie, pero tomo lo que me conviene de cada cosa. Creo en la energía del universo y creo que somos energía.
-¿Qué recuerdos tenes de tu papá?
-Lo extraño un montón. Es mi wallpaper en el celular, y está presente todos los días de mi vida, y en cada cosa que hago. Ojalá esté orgulloso de sus hijas, que somos trabajadores y buenas. Mi papá era un tipo bueno, quisiera hacer aunque sea el cinco por ciento de lo que hizo. Los técnicos de Telefe y Canal 9 me hablan mucho de él, y también las personas del medio que lo conocieron. Y es re lindo escucharlos: se me infla el pecho. Lo tengo muy presente todo el tiempo. A veces en la calle todavía hoy me paran y me dicen que admiraban a mi papá, que crecieron mirando sus programas, y me llena de orgullo. Es como sentirlo vivo todo el tiempo. Era re coqueto y en eso salí a él: en cada entrevista que hago pienso en mi look. Quiero quedarme con lo bueno y sólo hablar de eso.
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