Bake Off Argentina: todo lo que tenés que saber sobre la tercera temporada del reality más dulce de la TV
A horas de que se enciendan las hornallas en la pantalla, LA NACION charló con Dolli Irigoyen, Damián Betular y Pamela Villar, el jurado encargado de encontrar al mejor pastelero amateur del país
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“Pasteleros… ¡a hornear!” Cada vez falta menos para escuchar el latiguillo que da comienzo a los desafíos más dulces, titánicos y tentadores de la televisión. Es que, hoy, a las 22.30, las hornallas de la carpa más famosa del país vuelven a encenderse en una nueva temporada de Bake Off Argentina, el gran pastelero.
Con Paula Chaves nuevamente en la conducción, esta producción de WarnerMedia Latin America buscará al mejor pastelero amateur entre 14 participantes que pondrán a prueba su creatividad y destreza técnica en cada desafío para llegar a la final. ¿El premio? Un millón y medio de pesos para poner en marcha su sueño gastronómico.
No es ninguna novedad que este programa es un éxito asegurado en todo el mundo, lo que sí es novedad es que esta tercera temporada traerá algunos cambios. El primero de ellos es el nuevo formato, que de semanal pasará a diario, emitiéndose de lunes a jueves con galas de eliminación los días domingo. “Es la primera vez que Bake Off se hace todos los días, ojalá después se replique este formato diario en el mundo. Para nosotros en un gran orgullo ser los pioneros”, le anticipó Damián Betular a LA NACION antes del estreno.
La otra noticia es que, como consecuencia de esto, habrá pruebas nuevas que serán mucho más rigurosas tanto a nivel técnico como creativo. “Tenemos un creativo y un técnico que es con lo que se van a encontrar los primeros días y después, hay tres desafíos nuevos que van a ser sorpresa. La gala del domingo obviamente es la que conlleva toda una semana de aprendizaje, así que será la más difícil”, agregó el jurado mientras adelantó que en cada jornada se elegirá al pastelero del día, quién se llevará de premio cinco minutos más para cocinar en el día de la eliminación.
En cuanto a los competidores, la producción realizó algunas modificaciones tanto en el desarrollo del certamen como en la inscripción previa para evitar que vuelva a ocurrir lo sucedido en la última final, donde debieron quitarle el título a Samanta Casais por fraude. “Se ha investigado y hecho otro tipo de test, no va a volver a suceder”, advirtieron tanto la conductora como los jueces del programa.
Pero eso no es todo. Al prestigioso jurado compuesto por Damián Betular y Pamela Villar, se suma la reconocida chef Dolli Irigoyen, quien entra a la competencia tras la salida de Christophe Krywonis, luego de dos temporadas. A su vez, Dani “La Chepi” será la host digital para mostrar todo el detrás de escena y la intimidad de los participantes, para las plataformas digitales de Telefe.
“Tenemos muchas expectativas. El grupo de este año es bárbaro, así que seguro que la van a romper. Además se incorpora la genia de Dolli. Estamos contentísimos, nos acoplamos súper bien”, expresó Villar mientras su nueva compañera vaticinó: “En el mundo este tipo de formatos es un éxito demostrado y acá con nosotros tres mucho más”.
Luz, cámara… ¡A hornear!
Si bien es cierto que este tipo de competencias es un éxito garantizado en todo el mundo, la realidad es que los realities de cocina se volvieron aún más atractivos en épocas de pandemia. “Creo que es un momento muy especial, en donde la gente se volcó mucho a la cocina porque se encontró con más tiempo y con ganas de hacer otra cosa. Sumado a eso, hoy por hoy, cada vez gusta más esto de la gastronomía, esto de combinar sabores, esto de salir a comer afuera”, reflexionó Villar, la pastelera que está en Bake Off desde que se estrenó este formato en el país.
La fórmula ya es conocida: 14 reposteros aficionados deberán sortear todo tipo de obstáculos para lograr su gran objetivo, quedarse con el título del mejor pastelero amateur del país y llevarse un millón y medio de pesos. “Cada uno tiene su personalidad, su grado de experiencia de lo que traen de la casa. Pasará de todo. Un día uno será el mejor y al otro, quizá derrumba su propia torta. La pastelería es exactitud, los sabores tienen que estar bien definidos, los tiempos de cocción son fundamentales. A veces tres minutos más o tres menos te cambia todo”, comentó Dolli Irigoyen, dando cuenta de lo peleada que estará la competencia.
Si bien la reconocida chef ya incursionó en este rol de “dar devoluciones”, por ejemplo cuando reemplazó a Germán Martitegui en MasterChef Celebrity, en esta oportunidad será titular y deberá compartir el estrado con estos dos referentes de la pastelería argentina. Mientras sus colegas aseguraron que están contentísimos con su incorporación, ya que son “amigos desde hace tiempo”, Irigoyen confeso cómo fue sumarse a un equipo ya consolidado: “Me encontré con un grupo de trabajo fantástico. Estos dos son como pichones míos, trabajé con ellos desde que eran muy chiquitos, así que los súper conozco. Nos súper respetamos entre los tres, somos muy buenos compañeros, nos queremos, compartimos viajes y un montón de experiencias juntos, así que estar acá todos los días es un regalo”, reveló desmintiendo todo tipo de rivalidad o divismo entre ellos.
Más allá de la trayectoria o la experiencia profesional de cada uno, lo cierto es que estos tres jueces tienen personalidades muy distintas que los llevarán a ocupar roles bien diferentes en el programa. Mientras que Betular será el encargado de aportar su cuota de humor y diversión al certamen, las mujeres serán las más exigentes a la hora de juzgar las creaciones de los participantes. “Estamos un poco más estrictos esta temporada porque sigue subiendo el nivel y los chicos cada vez vienen mejor preparados, entonces hay que afilar mejor el ojo”, explicó Villar. En la misma línea, Irigoyen señaló: “A mí no es que me toca ser la mala, yo soy bastante estricta de por sí. Creo que es fundamental comprender que acá hay mucha ilusión, gente que viene de lejos en busca de sus sueños y a nosotros como jurado nos toca ser lo más justos posible, cada uno con su modalidad”.
“Cada uno tiene su personalidad, su forma y no tenemos que actuar sino que cada uno se va a mostrar como es. Obviamente que además de juzgar los platos, nuestro trabajo es acompañar a los reposteros a llegar a esa gran final, con consejos y empatía”, agrega el prestigioso chef del Palacio Duhau, quien explotó una faceta totalmente desconocida en las últimas ediciones de MasterChef Celebrity.
“Él es así, su personalidad es así, llorás de la risa desde que lo ves hasta que lo despedís. Así que vamos a tener a ese Betular que va corriendo por las estaciones y hace de las suyas”, nos anticipaba, días atrás, Paula Chaves marcando bien la diferencia con el que vimos en las primeras dos temporadas. “Me encanta trabajar en ámbitos donde hay alegría porque sino, no se aguantan 14 horas todos los días. Las dos temporadas anteriores eran mis primeras experiencias en tele, entonces era como que estaba más recatado, me mantenía en el molde. Lo que pasó con MasterChef es que al estar en pandemia, era el único círculo de gente al que veía entonces en un momento me olvidé de las cámaras y fui yo. Eso es lo que soy en realidad, no monté ningún personaje. Así que este año también pienso venir a la carpa a divertirme un ratito”, confesó el dueño de las caras más graciosas de la TV.
Con una gran variedad de memes en marcha (“ahora hay nuevos con tortas, cupcakes y dulces”, bromeó), el experto en macarons reconoció cómo cambió su vida a partir de la popularidad obtenida en los últimos meses. “Hacer un programa diario hace que seas parte de la vida cotidiana de la gente y estos formatos son maravillosos para sentarte en la mesa y verlos en familia porque se mezcla lo lúdico con el aprendizaje, lo cual te da llegada hasta el más chiquito de la familia”, reflexionó, quien se llena de alegría y orgullo cada vez que un nene en la calle le grita “Betu”.
Algo parecido le pasó a su compañera Irigoyen, después de reemplazar a Martitegui en el certamen de famosos cuando este contrajo coronavirus. “Me empezaron a conocer chicos más pequeñitos, adolescentes, la gente me gritaba en la calle y eso que estuve solo 15 días, pero tuvo una repercusión altísima”, señaló sorprendida la chef, que tiene el mote de ser la más estricta y exigente de los tres.
La receta ganadora
Más allá del éxito de MasterChef Celebrity, Bake Off Argentina no emulará la misma fórmula y seguirá apostando a tener entre sus filas a personas no famosas. Es que, con los años, esta dinámica ha demostrado funcionar tan bien como cuando quienes cocinan son figuras del medio, ya que el atractivo pasa por sus historias de vida, experiencias comunes con las que el público suele identificarse mucho más.
“Cuando el reality es con figuras ya sabés con qué te vas a encontrar desde el día uno, pero cuando es con pasteleros amateurs que vienen de todo el país, el encanto pasa por otro lado. Nos van sorprendiendo con sus historias, sus emociones, con esas circunstancias que los llevaron a amar la pastelería”, sostuvo el único hombre del jurado.
Si bien Betular, Irigoyen y Villar tienen muy en claro cuál es su tarea en el certamen, los tres coincidieron en que es inevitable encariñarse con los participantes, con sus historias, sus luchas y los sueños por cumplir. “Tenemos muy en claro que esto es una competencia, que ellos tienen que ser juzgados y que, en ese momento, todos son iguales. Pero obvio que cariño hay, más cuando cada uno está mostrando su personalidad”, confesó Villar.
“Te podés encariñar, pero cuando hay que calificar somos absolutamente estrictos. A veces tenemos diferencias que las hablamos, pero cada uno lo expresa con absoluta libertad. Al momento de juzgar, no hay contemplación. A veces te duele, te parte el corazón, pero es así”, opinó Irigoyen.
Tras aclarar que se va a continuar con el ritual de grabar dos finales porque “siempre hay alguien que lo filtra y le saca la emoción”, el jurado anticipó qué tiene que tener un participante para quedarse con el gran título. “Tiene que tener mucha prolijidad, manejar bien las técnicas y las texturas. Las presentaciones tienen que ser muy lindas y ni hablar de los sabores”, sostuvo la experimentada pastelera.
Eso sí, además de la destreza y habilidad culinaria, este año habrá un plus que será fundamental a la hora de quedarse con el triunfo. “Además tienen que mostrar su personaje, su historia de vida, buscar la forma de conquistarte. El ganador tiene que transmitirte no solo a través de su torta sino de su impronta, de su energía. Todo va de la mano”, concluyó Betular poniendo aún más alta la vara.
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