Los detalles del libro que Anna Farris escribió sobre su matrimonio con Chris Pratt antes de separarse
La actriz estaba por lanzar a la venta una biografía contando su historia de amor junto al actor
LA NACION
Después de ocho años de matrimonio, este domingo Anna Faris y Chris Prattanunciaron su separación. Si bien todavía no hubo novedades al respecto, esta noticia podría poner en jaque el lanzamiento del nuevo libro de la actriz, en donde habla de su boda, de cómo mantuvo su matrimonio dentro de Hollywood y de su hijo. Unqualified es una biografía que escribió ella y que ya fue distribuida entre la prensa. El libro cuenta con un epígrafe escrito por su ahora ex marido: "Ella es fuerte y muy leal, raramente presiona a la gente. Pero cuando lo hace es poderosa y aterradora, y cuando se termina, realmente se termina. (El poder y el terror son aceptables en una pareja pero absolutamente necesarios en una madre, según lo que yo creo). Ella ejerce muy bien el rol de madre, tanto para nuestro hijo Jack, como para mí cuando es necesario", describe él.
El lanzamiento del libro, en cuyas páginas se puede apreciar la evolución del matrimonio, estaba pautado para el 24 de octubre. Sacando unos pocos renglones en donde Farris describe que Pratt llegó tarde a un par de citas, el resto de las historias tratan sobre un hombre generoso y que con su presencia lograba sacarle todas las inseguridades a ella.
El comienzo del amor y la presión de Hollywood
Al comienzo del libro, Farris relata que estaba casada con el actor Ben Indra, cuando comenzó a trabajar con Chris Pratt en la comedia Take Me Home Tonight. La actriz dice que enseguida sintió algo por él, pero que actuaba como su celestina, ayudándolo a tener citas con otras actrices. Su generosidad y las largas charlas que tenían después de cada día de trabajo, comenzaron a pesar. Anna se divorció de su esposo y al poco tiempo comenzó a salir con Chris, a quién le confesó que fue la persona que la ayudó a darse cuenta que estaba en una relación que no era para ella, aunque él no lo supiera en ese momento.
Mientras él estaba de mochilero por Europa con amigos, decidió llamarla por teléfono para decirle que la amaba y que se quería casar con ella. Todo marchaba muy rápido, después de nueve meses de novios, comenzaron a convivir y al poco tiempo pasaron por el altar. Fue durante un viaje con amigos a Bali en el 2009, que decidieron casarse de forma espontánea, tomando la oferta que les hacía el hotel de incluir la boda en su estadía. "Cuando lo conocí a Chris lo que más me impactó de él fue que sabía cómo ser feliz. Estar con él hizo que me diera cuenta de que tener una relación con alguien que era querido y popular, me hacía realmente feliz".
De a poco la relación se fue volviendo popular y la presión de Hollywood comenzaba a aparecer. Los rumores sobre infidelidades y los celos hacia otras actrices pesaban. Como ejemplo describe la complicidad que se generó entre su marido y Jennifer Lawrence, relación que incluso la prensa destacaba constantemente. Eventualmente las dos mujeres lograron una excelente relación. Él también sufría con el mismo tema, y en un principio no estaba nada feliz con las escenas que su mujer compartía con Chris Evans, de quién terminó siendo amigo y colega. Finalmente ambos aprendieron a confiar el uno en el otro, una fórmula, que según cuenta en el libro, garantizaba la estabilidad del matrimonio.
El nacimiento de su hijo
El nacimiento de su hijo Jack le dio otra perspectiva a sus vidas. Estuvieron buscando un bebé durante un año hasta que finalmente ella quedó embarazada. Cuando los médicos le comunicaron a la actriz que debía hacer reposo para evitar el nacimiento prematuro del bebé, Pratt se encargó de decorar la habitación del hospital con afiches y fotos, además le traía postres todas las noches y dormía a su lado.
Jack nació prematuro y tuvo un pequeño sangrado en el cerebro, que podría haber resultado en un retraso madurativo. Según relata, la actitud de Pratt en ese momento hizo que Farris mantuviera la calma y no cayera en la desesperación. Esa situación los unió mucho más y marcó la forma en la que educarían a su hijo. Como padres, ambos quieren que el pequeño mantenga los pies en la tierra a pesar de los privilegios con los que cuenta y el mundo en el que crece. El deseo de los dos es que el niño no absorba el narcisismo de Hollywood y siempre sepa que sus padres llegaron a Los Ángeles sin tener nada, y tuvieron que crear una carrera desde cero a base de mucho esfuerzo.
El futuro
En el libro, Farris cuenta su deseo de tener más hijos con Pratt. Constantemente habla del futuro que les espera. La actriz revela que ambos tenían planes de llegar juntos a viejos e irse a vivir a Washington cuando se jubilaran. Allí ella cocinaría tortas mientras él iría de pesca en la granja que comprarían. Según relata, soñar con esos días era un dulce placer y hacía que los sacrificios del día a día -como separarse por trabajo por largos períodos- valieran la pena.
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