Anita Pauls se casó en Los Ángeles y disfruta de su nueva vida
Hacía tres años que Anita Pauls iba y venía de los Estados Unidos a la Argentina, pero la pandemia la encontró en Los Ángeles y no tuvo más remedio que quedarse allá junto Brian, un personal trainer que conoció a los dos días de llegar al país del norte. Tras decidir pasar la cuarentena juntos, surgieron los planes de casarse que, finalmente, concretaron hace tres meses.
La actriz de Argentina, tierra de amor y venganza está feliz, disfrutando de cada minuto que pasa con su flamante marido y de esta nueva vida que, hace un tiempo atrás, ni siquiera imaginaba. "Cuando llegué ni se me cruzó por la cabeza enamorarme porque necesitaba poner el foco en instalarme, pero todo se fue dando y pensé que si puedo pasar las 24 horas encerrada con una persona y aun así quererlo, algo más hay", le cuenta a LA NACION. Y detalla cómo tomo la decisión de mudarse a los Estados Unidos.
-¿Estabas decidida a quedarte en Los Ángeles?
-Cada vez que tomaba la decisión de venirme, me llamaban para trabajar y me volvía. Con ATAV, la novela de eltrece, me llamaron haciendo escala, así que me quede un mes y volví a Buenos Aires. De hecho, en diciembre, cuando me vine a Los Ángeles, decidí tomarme un año sabático de Argentina porque tenía ganas de quedarme más tiempo acá y experimentar. Y cuando llegué me llamaron para hacer una película que se iba a rodar en abril. No se hizo por la pandemia y me quedé.
-La pandemia decidió por vos.
-(Ríe) Claro. Mi idea siempre fue tener la experiencia de vivir en otro país. Y Los Ángeles es un lugar en el que quise vivir, por muchas razones. Tenía ganas de estudiar y trabajar en esta ciudad, pero también hay motivos personales. Viajé por primera vez hace seis años, con amigas y me atrajo desde el primer momento, pero no me lo tomé en serio porque tenía mi vida y mi trabajo en Argentina y no me daba para dejar todo y mudarme. Pero cuando volví, las ganas se hicieron más fuertes. Y cuando cumplí 30 me dije: "Es ahora". Me gusta vivir cerca de la playa, me atrae el clima y la onda de la ciudad. Sentí que pertenecía, que me gustaba la vida acá.
-El sueño de muchos actores es vivir en Hollywood, la meca del cine. ¿El tuyo también?
-Es una ciudad importante para la industria del cine y la actuación y hay un montón para crecer, crear, descubrir. Hollywood no es mi meta, pero la industria es tan grande que tenés lo que quieras para estudiar: actuación, escritura, baile. Tomo clases variadas, ahora online. Ya sabía hablar en inglés y con cada viaje mejoraba, pero tomé clases de acento y perfeccionamiento. La ciudad está lenta en la reapertura y hay muchas cosas que están cerradas todavía. Por ejemplo, cada vez que me sale algún trabajo, tengo que hacerme el test.
-¿Estás trabajando?
-A principios de año me reuní con un agente y me salieron algunos trabajos como actriz. Pero con la cuarentena dejamos de hablar. Y ahora más que nada tengo muchas oportunidades como modelo, algo que había hecho por ocio en Argentina pero no me tomaba demasiado en serio porque tenía mis prejuicios. Durante la cuarentena me puse muy en forma, entreno mucho, como sano y trabajo bastante como modelo y me divierto un montón. Además estoy hablando para hacer una serie que se va a filmar en Canadá.
-¿Qué extrañás de la Argentina?
-Extraño un montón y me encantaría abrazar a mi mamá [la también actriz Mirta Busnelli], ver a mis hermanos [Gastón, Nicolás, Alan y Christian Pauls] y a mis sobrinos y amigos. A la vez sé que si vuelvo quizá no podría ver a mi mamá, por el tema de la pandemia. Es una situación contradictoria.
-Pero además te enamoraste y te casaste... ¿Cómo se dio?
-Sí. Esta cuarentena me sirvió para bajar un cambio con respecto a lo laboral y enfocarme en mi vida amorosa, y hacer que la relación crezca. Antes era más evasiva y si me salían trabajos me iba y no me aferraba a las personas porque sabía que todo el tiempo estaba viajando y la relación se podía terminar en cualquier momento. La pandemia me sirvió para muchísimas cosas. Crecí mucho en mi vida amorosa. Él se llama Brian y es personal trainer.
-¿Cómo se conocieron?
-Llegué a la ciudad en Navidad y a los dos días me escribió por Instagram y me invitó a salir. Como acababa de llegar estaba abierta a nuevas propuestas y acepté. Fuimos a cenar y a bailar y la pasamos bien, pero yo ponía distancia porque mi foco no estaba en el amor. Hacía dos días que había aterrizado y quería instalarme. Sé que si me enamoro mi energía se va para ese lado, indefectiblemente. Entonces me lo tomé con mucha calma, empezamos a salir, de repente pasó lo de la pandemia y como queríamos estar juntos me mudé a su casa y en este tiempo nos unimos un montón. Y pensé que si puedo pasar las 24 horas encerrada con una persona y aun así quererlo, algo había. La convivencia es muy linda y todo fue creciendo. Viajamos, nos fuimos a Arizona, a Las Vegas...
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-¡Y se casaron! ¿Cómo te propuso matrimonio?
-Lo que más quería en la vida era encontrar al amor de mi vida y tener una familia. Es uno de mis sueños más grandes. Nos casamos a finales de agosto, después de mi cumple, que es el 21. Me llevó a una isla que queda cerquita para hacer submarinismo y después nos casamos.
-¿En la isla o en un registro civil?
-En el registro civil. Él ya venía insistiendo desde marzo. Yo lo postergaba porque me parecía que nos conocíamos hacia muy poco como para casarnos y hoy no me veo con nadie más, quiero estar con él. Fue muy íntimo todo.
-¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te lo propuso?
-Me costó tomar la decisión de casarme porque era como comprometerme con echar raíces acá: ahora mi base está en Los Ángeles. En Brian encontré a un compañero de vida. Además él trabaja online y también podría trabajar allá, llegado el caso. Mamá lo conoce por videollamada. Son graciosos hablando él poco en español y ella poco en inglés. Mi mamá está contenta porque encontré a una persona hermosa y estoy feliz. Claro que me extraña, pero ya iremos cuando podamos. Me encantaría llevarlo y hablé con la embajada y el consulado, pero todavía no se puede. Quiero que conozca a la familia y él tiene muchas ganas.
-¿Cómo es el día a día?
-A veces trabajo, otras vamos a la playa o a caminar por las colinas. Brian entrena a actores de Hollywood y le va muy bien. No debería meterme con la privacidad de las personas, pero son actores que yo conocía y ahora muchos están filmando en Canadá, así que los entrena online.
- Hace varios años que sos vegana, ¿cambiaste su forma de alimentarse también?
-No come carne cuando está conmigo y además me cocina platos veganos.
-Pronto se estrena en Netflix El cuaderno de Tomy, película en la que trabajaste. ¿Qué nos podés adelantar?
-Sí, está inspirada en una historia real sobre una mujer con cáncer terminal y su relación con su hijo y su marido. Fue lo último que hice antes de viajar, en diciembre pasado, y se estrena este 24 de noviembre. Es una película hermosa que dirige Carlos Sorín con un elenco soñado: Valeria Bertucelli, Esteban Lamothe, Mónica Antonópulos, Paola Barrientos, Romina Ricci, Malena Pichot, Cata Spinetta, Diego Gentile, Diego Reinhold, Carla Quevedo, Ana Katz... Fue una experiencia muy linda y una de las razones por las que volví a Buenos Aires. De alguna manera, se cierra el ciclo.
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