La exmodelo habló con LA NACIÓN sobre los años tormentosos que vivió, cómo logró salir adelante y sus ganas de ayudar
- 10 minutos de lectura'
Ana Paula Dutil está muy entusiasmada con la segunda temporada de Las pibas dicen, el programa que hace con sus amigas Julieta y Rosario Ortega y Fernanda Cohen, y que podrá verse en algunas semanas por YouTube y a través de la plataforma Blender. Fue en ese ciclo que el año pasado se animó a hablar de la depresión que sufrió durante algunos años y de la que ya está recuperada y de su adicción al alcohol en esos momentos oscuros. Esta vez también va a abrir su corazón para contar cómo atravesó el duelo de su separación de Emanuel Ortega. “En noviembre van a hacer cuatro años que me separé y todo está súper procesado, pero me llevó dos años y medio atravesarlo. Soy consciente de que hay duelos mucho más terribles como la pérdida de un hijo y siempre pienso en Pampita (Ardohain) porque es algo antinatural y no debe haber nada más terrible. Pero en este caso hablo del duelo de la separación que me llevó demasiado tiempo. Fue mi proceso. Vamos a grabar en estos días, hay invitadas muy conocidas y súper interesantes. Cada una escribe un monólogo de un tema que la atraviesa. Trabajamos los textos con Dolores Reyes porque queremos que cada temporada sea mejor. Son seis episodios”, le detalla a LA NACIÓN.
Dutil tuvo dos matrimonios. El primero con Fernando Ranuschio, con quien tuvo dos hijos: Teo (28) que vive en Barcelona y Noé (26) que vive en Los Ángeles. Y estuvo 20 años con Emanuel Ortega y fueron padres de Bautista (22) e India (18), que viven con ella. “Me tocaron los mejores padres para mis hijos”, deja en claro.
-¿La depresión es consecuencia del duelo?
-En realidad, la depresión viene de larga data. Yo no lo sabía, no me la diagnosticaron. Cuando estuve mal mucha gente me decía que cómo iba a estar deprimida si lo tengo todo, mis hijos están sanos. He escuchado mucho eso. Pero no importa de qué clase social seas, o que tengas salud y todo esté bien. No pasa por ahí. La depresión es una enfermedad y no tiene lógica. Solo los que pasaron por una depresión pueden entender por qué no te podés levantar de la cama. No podía. La depresión empieza en la cabeza y te toma el cuerpo, perdés la empatía, mentís. Yo no tenía ganas de vivir.
-No querías vivir...
-No. Y el haber contado que intenté suicidarme y no una sola vez y que estuve internada, fue sanador. En mi propio círculo familiar no se hablaban esas cosas. Mis hijos se enteraron por el podcast de algunas cosas que me pasaban.
-Decís que tu depresión arrancó antes de tu separación...
-Sí, venía de antes. Yo hacía terapia y había visto a un psiquiatra, pero no fue diagnosticada. Después la pandemia no ayudó a nadie y la separación tampoco me ayudó. No estaba bien parada en ese momento, aunque fue una decisión de los dos. Cuando era chica era muy Susanita y pensaba que el amor era para toda la vida. Y puede ser que a alguno le suceda, pero en este caso no. Las cosas empiezan y terminan y fue lo mejor que podíamos haber hecho. Hoy tenemos una relación bárbara, nos queremos mucho. Los Ortega son mi familia, Julieta es como la hermana que no tuve, un referente, más allá de la amistad y la relación familiar.
-¿Quién te rescató? ¿Cómo lograste salir adelante?
-Mi entorno me ayudó un montón. Mi amiga Guillermina Valdés inventó un proyecto y me sacó de la cama. De verdad no me quería levantar de mi cama y mi hija contó en un momento que era madre de su propia madre porque yo estaba todo el día tirada y tomaba alcohol para parar mi mente. Y apareció un amigo que me sugirió una psiquiatra, cambié de profesional y dio en la tecla. Empecé a salir, a trabajar. Mis amigos estuvieron firmes. A principios del año pasado ya estaba parada sobre mis pies.
-¿La separación del padre de tus hijos mayores también fue un duelo profundo?
-No, debo decir que después de separarme de Fernando enseguida me puse en pareja y no hice el duelo. Pasó. Hoy estoy lista para volver a estar en pareja. No soy católica, pero hablo con el universo y le digo que ya puede mandarme un compañero (risas). Igual está difícil.
-¿Cómo estás hoy?
-Hoy ya no estoy medicada, ni para dormir. Al principio me costó, pero ahora puedo dormir bien. Me falta dejar de fumar (risas). El trabajo me ayudó mucho, el entorno y un buen profesional. Hoy me siento muy bien y entendí que no me ayudó la separación, ni mudarme de país porque durante muchos años estuvimos en Miami. Por mucho tiempo no pude abrir las cajas de la mudanza y en casa vivimos así durante 9 meses. Había muchos recuerdos y no podía enfrentarlos. En un momento me di cuenta que tenía que rearmar el hogar no solo por mi sino por mis hijos. India me dijo después que le daba vergüenza que sus amigas vinieran a casa y me vieran en ese estado, con la casa llena de cajas. Todo era un caos y de a poco se sale, se puede. Y hoy, pasado el tiempo, digo qué boba cómo perdí tiempo (risas). Es importante hablar, sacar las cosas afuera y mis hijos me dijeron que fue bueno escucharme también.
-¿Estás en pareja?
-No. Este año puedo decir que estoy lista para volver a enmaromare. Porque antes no lo estaba, tenía que terminar de cerrar cosas. Tengo 52 y me la pasé en pareja, nunca estuve soltera y estoy disfrutándolo. Decido a dónde voy, con quién y sin dar explicaciones. Es una experiencia que todas las mujeres deberíamos vivir. Estoy viviendo cosas nuevas y disfrutándolas recién ahora.
-¿Tenés apps de citas?
-No. Rosario Ortega me insistió, le hice caso pero estuve una semana en una aplicación. No es para mí. Por ahí soy un poco anticuada. Pero estoy saliendo un poco más porque sino no conozco a nadie.
-Tu ex, Emanuel, está en pareja con Julieta Prandi, ¿tienen buena relación?
-Sí. Cuando festejé mis 52, que también brindé por los 50 que no había festejado porque estaba internada, vino Emanuel con Julieta. También estuvo en los cumpleaños de mis hijos. Emanuel está muy bien y creo que tiene que ver con Julieta. Mis hijos comparten con ellos cuando van a la casa de su papá. Es algo que me costó porque rápidamente se puso en pareja y fue doloroso, pero nunca hubo un reproche de mi parte. Lo veo bien y si el padre está feliz, mis hijos van a estar contentos. No es una frase hecha, es lo que siento. Y ella está feliz y entiendo esa felicidad porque él es un tipazo. En esta temporada de Las pibas dicen voy a contar que durante un tiempo tuve que dormir con almohadas en mi cama para no sentir tanto la ausencia del otro. Necesitaba tocar y sentir que había algo al lado mío.
-Fuiste una modelo top en los 90, ¿qué recuerdos tenés de ese momento?
-Arranqué apenas terminé el colegio. Soy de La Plata y trabajaba en un local de ropa. El dueño de la marca me peguntó si quería hacer las fotos, acepté y las hicimos con un modelo de la agencia de Ricardo Piñeiro. Me sugirió que fuera a verlo y empecé a trabajar con Ricardo enseguida. Estuve en la agencia hasta 2001 cuando nació Bautista. Ahí dejé de trabajar, nos fuimos a Miami cuatro años. Nunca disfruté demasiado, la verdad, porque me costaba la exposición y no me sentía tan linda tampoco. Pero tengo buenos recuerdos a pesar de que teníamos que cuidarnos mucho. En mi caso, por un tema genético soy flaca y alta, pero algunas chicas se cuidaban un montón. Estuvo bueno, viajé, ganaba dinero, con el que compré mi primer departamento.
-¿Había mucha competencia entre las modelos?
-Sí, era una época competitiva, pero nunca me pasó nada personal con nadie ni me escondieron zapatos ni ropa. Nunca había pensado en ser modelo. Simplemente se dio. Había empezado a estudiar abogacía, no funcionó y enseguida entré a trabajar en ese local de ropa, como vendedora y me metí en el mundo de la moda. Trabajábamos mucho y además viajaba desde La Plata en colectivo hasta que me mudé cuando conocí a Fernando y nos fuimos a vivir juntos.
-¿Te retiraste por decisión propia?
-Sí, fue una decisión mía. Nadie me obligó. Yo soy canceriana con luna en cáncer y soy muy de la casa y dramática también (risas). Fue una elección.
-¿Cómo era tu vida en Miami?
-Estábamos bastante solos. Mis hijos iban al colegio y tenían su vida social, pero yo no hice amigas, no soy muy sociable. Fue una vida bastante solitaria la nuestra y eso no ayudó ni a la pareja ni a cada uno individualmente. La familia de Emanuel iba bastante a visitarnos. Hoy soy lo que soy gracias a lo que pasé. Nada grave, todos se separan, nadie se muere de amor, pasé una depresión muy profunda, pero estoy acá.
-¿Tenés proyectos?
-Hay algo que surgió con este episodio de depresión. Mucha gente me escribía por redes pidiendo ayuda, preguntándome cómo había salido. Pensé en hacer algo porque mucha gente no tiene recursos para acceder a los profesionales. Cuando me invitaron el programa de Juana Viale lo conté y a los días me contactó una diputada, me consiguió una reunión con Fernando Quirós. No quiero saber nada con la política, ni de un lado ni del otro, pero me interesa ayudar. Mi idea es que la gente con problemas de salud mental tenga un espacio en el que puedan hablar, como los grupos de Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos. Porque la gente se reflejó en lo que conté y ese espejo está bueno para empezar a salir. Vamos a tener una reunión también con María Eugenia Vidal, que me parece está trabajado en una ley sobre salud mental. Ahora, si la persona con problemas de salud mental no quiere que la internen, no pueden hacerlo y a veces es difícil lidiar con eso. En mi caso, mi hermano me dijo que me tenía internar porque era un peligro para mi misma y tenía que decidirlo yo. Le hice caso. Sin embargo, debo decir que la internación no me ayudó y yo salí peor, pero hay gente a la que le sirve.
-¿Vas a grupos de ayuda?
-No, pero debería. En este momento no estoy yendo. Tampoco estoy tomando alcohol y no hago terapia semanalmente, pero cuando necesito hablar y resolver algo llamo a mi terapeuta para verla.
-¿Le temés a una recaída?
-Estoy muy atenta. No estoy curada. Creo que la depresión no se cura. La padecí muchos años y por eso estoy atenta. Elijo vivir con alegría. Sé que la felicidad son momentos y que nadie se muere de amor y que el amor se transforma también porque con Emanuel vamos a ser familia toda la vida. Y con Fernando también. No funcionó la pareja, pero tenemos hijos. Agradezco llevarme bien con los dos padres de mis hijos.
Más notas de Entrevistas
Más leídas de Personajes
"Aprendí de la peor manera". Jude Law: su desembarco en Star Wars, la presión de los fans y cómo pudo equilibrar fama y privacidad
"No quiere perder más tiempo". La triste razón por la que Nicole Kidman busca acercarse a sus hijos, Connor e Isabella
"Le sugerí que dijese cualquier cosa". Marcelo Piñeyro, de las amenazas al filmar La historia oficial a la frase de Caballos salvajes que nació de casualidad
En fotos. De Angelina Jolie, Demi Moore y Nicole Kidman a Zendaya, las estrellas deslumbraron con sus looks en los Gotham Awards