La actriz Amy Schumer contó que recibió amenazas de muerte por un chiste que hizo en los Oscar

Amy Schumer tuvo la difícil tarea, junto a sus colegas Regina Hall y Wanda Sykes, de ser las anfitrionas de la última ceremonia de los Oscar, los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, cuya entrega venía desarrollándose sin presentadores en ocasiones previas. La responsabilidad de comandar un evento tan importante comenzó a resultar intimidante para los comediantes por la recepción de los televidentes y el escrutinio en las redes sociales.

Esto fue precisamente lo que le sucedió a Schumer con una de las bromas que realizó la noche del domingo 27 de marzo, cuando en un gag describió a la actriz Kirsten Dunst como “calienta asientos”, la removió de su lugar y se sentó junto a su marido, Jesse Plemons, ambos nominados a una estatuilla por el film de Jane Campion, El poder del perro. “Me amenazaron de muerte por eso”, reveló la creadora y protagonista de Life & Beth en diálogo con Howard Stern en su programa radial.

La actriz contó que la situación se tornó tan espesa que fue contactada por el Servicio Secreto de los Estados Unidos para intervenir si ella lo creía necesario. “En serio, pasó eso”, dijo ante la incredulidad de Stern. “Les dije que tenían el número equivocado, que yo era Amy y no Will [Smith]”, bromeó Schumer, para luego ponerse seria. “Me dijeron que era yo la que estaba recibiendo muchísimas amenazas de muerte, la misoginia es increíble”, remarcó.

Por otro lado, la humorista reiteró lo que ya debió explicar en otras ocasiones: que ese gag se orquestó junto a Dunst y Plemons, y que no se trató de un chiste espontáneo. “Muchos chistes los probé antes con la persona que los iba a recibir, como con Leonardo DiCaprio, y a él tampoco le molestó algo que tenía preparado; y su novia, Camila [Morrone], es la persona más cool que existe, y no les importaba lo que dijera de ellos”, reveló. “No quería decir algo y que la cámara registrara el rostro incómodo de algún actor”, añadió.

El chiste de la polémica

Si bien varios tramos de la entrega de los Oscar se vieron opacados de manera indefectible por el “Slapgate” (el cachetazo de Will Smith a Chris Rock), ciertas bromas de las anfitrionas fueron cuestionadas, como aquella por la que fue amenazada Schumer.

“Está bien, se necesitan 27 mil personas para presentar los Oscar y cada trabajo es igualmente importante. Están los iluminadores, la gente de la cámara, los ‘calienta de asientos’ [la gente que es invitada pero no está nominada]. Todo el mundo, está bien. Entonces, ¿qué hacen los ‘calienta de asientos’? Escucho que llenan los asientos, les explicaré lo que hacen”, dijo la comediante y luego le pidió el lugar a Dunst, quien estaba sentada junto a Plemons, su pareja desde 2016, con quien tiene dos hijos.

La anfitriona añadió: “En realidad, déjame mostrarte lo que hacen los calienta asientos”, le dijo a Plemons señalando y aclarándole a Dunst: “Está bien, aquí hay un asiento para calentar. ¿Podés moverte, cariño? ¿Querés ir al baño? ¿OK? Vamos a levantarte”.

La actriz se mostró incómoda, en lo que fue un ejercicio claro de actuación que no fue comprendido de tal modo por los espectadores, quienes consideraron que Schumer estaba avergonzando a Dunst. En ese momento, la anfitriona se sentó en su lugar y simuló coquetear con Plemons: “Jesse, te amé en El poder del perro”. El actor se mostró firme con su respuesta: “¿Sabés que me casé con ella?”. “¿Estás casado con esa calienta asientos? ¡Eso es muy extraño!”, contestó Schumer.

Las redes sociales se hicieron eco de ese momento y aludieron a una “humillación imperdonable” a Kirsten Dunst. Debido a esto, Schumer debió explicar que el chiste siempre fue consensuado. Según contó la comediante, la “broma” estaba arreglada con los actores.

La humorista también aseveró que no tenía la intención de hacer que la nominada al Oscar se sintiera incómoda y que nunca la “faltaría al respeto” de esa manera. “Ey, valoro el amor por Kirsten Dunst”, escribió en una historia de Instagram. “¡Yo también la amo! Eso fue una parte del acto en el que ella también estaba involucrada. No le faltaría el respeto a esa reina de esa manera”, concluyó, sin dejar margen a dudas y también para que cesen las amenazas de muerte que estaba recibiendo.

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