En una visita relámpago a nuestro país, el actor español charló con LA NACION sobre Objetos, una película que habla sobre la trata de personas y llegó hoy a los cines
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“¿Qué harías para recuperar lo que perdiste?” es uno de los tantos interrogantes que plantea Objetos, este inquietante thriller -con guiños al cine noir- protagonizado por Álvaro Morte y María Eugenia Suárez. Si bien esta coproducción entre España, Argentina y Alemania ya se estrenó en el Viejo Continente en 2022, este jueves 18 es el turno de la Argentina, país donde se rodaron muchas de las escenas que veremos en el film y al cual pertenece la mitad de su elenco como es el caso de la China Suárez, Selva Alemán, Daniel Aráoz y Andy Gorostiaga.
“Es una película muy entretenida con la que se puede pasar un buen rato en la sala pero, al mismo tiempo, nos permitirá hablar de ciertos temas que son necesarios e importantes debatir como sociedad. Cuando el entretenimiento lleva adjunto ese componente, el plus es mayor”, le confiesa el actor español a LA NACION sobre esta historia producida por Pampa Films y Star Distribution que a lo largo de sus 108 minutos abordará problemáticas como la trata de personas y el tráfico de bebés.
Muy vinculado al género del thriller y el suspenso desde hace tiempo, esta vez Morte se pondrá en la piel de un hombre solitario y retraído, un detective de los recuerdos que no tendrá miedo de luchar por lo que cree justo. “Mario es un hombre que se dedica a recopilar objetos perdidos y trata de reparar todo lo que cae en sus manos para devolverlo en el mejor estado posible a sus dueños. Pero, en realidad, él es el primero que necesita ser reparado. A su vez, paradójicamente, el destino lo llevará a enfrentarse con personas que tratan a los demás como si fueran objetos”, advierte el protagonista que, aunque intenta despegarse por completo de su papel en La Casa de Papel, reconoce tener ciertas similitudes con Sergio Marquina: su hermetismo, su bondad por las causas justas y su habilidad para enamorarse son prueba de ello.
A pesar de sus más de dos décadas de trayectoria en el medio, de tener su propia compañía de teatro, de su gran pasión por la música y de su reciente incursión como productor, lo cierto es que su rol como el líder de la banda de atracadores más famosos del planeta ha marcado un antes y un después en su carrera, dándole una popularidad internacional inigualable. “A veces me gustaría recuperar el anonimato. Hay cosas que ya no puedo hacer y eso tiene su parte dura”, asegura quien no pasa un día de su vida sin que alguien le grite por la calle “Profesor”.
-Objetos se estrenó en España el año pasado y funcionó muy bien... ¿Qué expectativas tenés para la Argentina?
-Ya se estrenó en España y en varios países alrededor del mundo así que llega después de un año a la Argentina. Teníamos muchas ganas de que se estrene aquí porque es una coproducción entre España y este país y Argentina siempre ha sido parte del ADN de la película. Estuvimos grabando en Buenos Aires y en Jujuy y la mitad del cast es de aquí así que teníamos muchas ganas de compartir con todos ustedes todo esto que hemos hecho con tanto cariño. Ojalá vaya bien, que a la gente le apetezca ir a las salas y la disfrute.
-¿Qué podés anticiparnos sobre la trama sin spoilear demasiado?
-Objetos cuenta la historia de Mario, un hombre muy solitario que trabaja en una oficina de objetos perdidos catalogando, rescatando, reparando y, a veces, hasta devolviendo a sus dueños esos pedacitos de vida que han perdido. El está un poco de espaldas a la sociedad, tiene una relación más humana con los objetos que con el resto de las personas. Un día, después de dragar un río, aparece una maleta y cuando la abre descubre algo que le impide quedarse quieto y necesita reaccionar ante ello. Así comienza este thriller que, les aseguro, los mantendrá en vilo hasta el final.
-Por un lado, tu personaje repara aquellos objetos que están rotos y por otro, él está roto por dentro... ¿Qué fue lo más interesante de interpretarlo?
-Lo más interesante es justamente esa ambigüedad entre este hombre que se empeña en recuperar los objetos, repararlos y devolverlos a las personas cuando él es el primero que está perdido, el primero que está roto internamente y tampoco es capaz de repararse a sí mismo. Luego, hay otra paradoja muy interesante en esto de como él trata a los objetos -de una manera muy humana- y como termina enfrentándose con un entramado de personas que tratan a los humanos como objetos, cosificando a las personas. Ese contraste nos parecía que podía permitirnos mucho juego para contar esta historia.
-Cuando aceptás un papel, ¿ponés ciertas condiciones o aportás tu punto de vista?
-Sí, claro. De hecho, después de leer el guion de esta película le comenté a Jorge Dorado, el director, que me parecía interesante transformar el héroe del que hablaba ese libreto en un antihéroe, en un hombre que no fuera un tipo especialmente brillante o inteligente sino un tipo que roza lo torpe. Porque de esa manera esa cuesta que tiene que subir para enfrentarse a toda esa realidad que descubre iba a costarle aún más. Y me han hecho caso porque es lo que finalmente verán en pantalla (risas).
-La película muestra como los objetos hablan de uno mismo, si tuvieras que elegir algún objeto que te describa o te represente, ¿cuál sería?
-Pues que me defina no lo sé pero tengo una cosa que guardo desde mis 17 años y que fue un obsequio de mis padres que aprecio mucho y que siempre me acompaña. Estoy hablando de mi primera guitarra eléctrica, la más barata que había en el mercado, no tenía marca ni nada pero ha estado conmigo toda la vida. Era blanca y negra, en un momento la decapé y tuneé completamente y si bien como instrumento no es el mejor, es mi favorita. A mí me gusta mucho la música y luego con el tiempo me he comprado algunos instrumentos de mejor calidad, pero esa guitarra es muy especial para mí. Después tengo mi cajita con mis tesoritos, donde guardo una ficha de juego que me traje de un viaje a Las Vegas (yo no juego en el casino, pero me la traje de recuerdo) y algunas fotos de mi infancia pero esa guitarra es mi objeto preferido.
-La trama aborda una temática (la trata de personas y el tráfico de bebés) que nos atraviesa a todos como sociedad, ¿se siente más responsabilidad y compromiso a la hora de abordar este tipo de historias?
-Claro, aunque la responsabilidad quizá no está tanto en la interpretación del actor sino más en el guionista o el director que decide contar la historia desde una visión en particular. Pero me encantan este tipo de proyectos donde, además de entretener, uno puede poner sobre la mesa ciertos temas de los que se debería hablar y discutir más de lo que se habla o discute, temas que se deberían denunciar más de lo que se denuncia. Y después está el cómo lo cuentas. En Objetos no hemos querido hacer una cosa señalada, ya que nos parecía burdo subrayar un tema que está ahí presente. No queríamos decirle a la gente: “Tienes que pensar esto” sino plantearle el tema y que después ellos valoren lo que tengan que valorar y salgan del cine pensando.
-¿Cómo fue trabajar con la China Suárez?
-Yo no la conocía. La vi por primera vez en el rodaje, en el proceso previo de ensayos. Bueno, no sólo a ella sino también a Andy Gorostiaga, Selva Alemán y Daniel Aráoz, los otros argentinos que son parte de este film. En el caso de Selva y de Daniel si bien tampoco los conocía personalmente, los admiraba un montón así que, de repente, tener la oportunidad de trabajar con ellos ha sido maravilloso. Además, hay una cosa que me parece muy interesante en estas nuevas formas de producir y en estos puentes que construimos entre distintos países. Más allá de lo hermanados que podamos estar, cada uno tiene sus formas de hacer las cosas y cuando puedes hacer un proyecto en el que confluyen varias nacionalidades, varias culturas, cada uno con su propio background en su forma de trabajar, uno aprende muchísimo; así que fue muy gratificante.
-¿Y cómo fue filmar en Argentina, especialmente en Tilcara y Humahuaca en Jujuy?
-Fue maravilloso y muy duro a la vez (risas) porque teníamos muy poco tiempo así que tuvimos jornadas de rodaje súper extensas. En total en Argentina estuvimos dos semanas y media; una en Buenos Aires y otra en Jujuy. Ya teníamos toda la parte de España grabada así que aquí hicimos el tramo final.
-¿Qué fue lo que más te gustó de Argentina?
-¡Es muy difícil quedarme con una cosa! pero ese bullicio porteño, esa energía que tiene la ciudad es muy atractiva. Algo que contrasta muchísimo con lo que es Jujuy, que tiene su paisaje absolutamente especial y tan bonito. Me hubiera gustado tener un poquito más de tiempo para hacer un poco más de turismo del que hice porque al ser el protagonista mi personaje está en la mayoría de las secuencias, así que tuve que rodar todos los días y a toda hora. Pero cuando íbamos de Buenos Aires hacia el norte tuve la oportunidad de parar un fin de semana en Iguazú y conocer las Cataratas y fue maravilloso. Así que es imposible quedarse sólo con una cosa.
-Ahora tenés que conocer el Sur…
-Me voy en dos días pero justo hablaba con mi equipo que está el Glaciar Perito Moreno que hay que ir a ver, así que sin dudas volveremos por él.
-A pesar de tu larga trayectoria en el medio, tu personaje de El Profesor en La casa de papel marcó un antes y un después en tu carrera. ¿Te cuesta despegarte de él a la hora de encarar un nuevo proyecto?
-Afortunadamente la gente hoy en día sabe de nuestro trabajo y valora el que tengas la capacidad de poder variar de un papel a otro. A mí me encanta cuando me llaman “Profesor” por la calle, pero me gusta mucho más cuando me dicen: “¡ey, Álvaro Morte!”, valorando más mi carrera como actor y no solo la impronta que haya podido dejar con un solo personaje. Entiendo que el Profesor ha llegado al corazón de muchísima gente y yo estoy muy orgulloso de haberlo interpretado, pero a veces las cosas hay que dejarlas descansar.
-O sea que los fanáticos se pueden ir olvidando de una nueva temporada...
-Nunca se sabe qué puede pasar en un futuro. Quizá en 10 años esta banda vuelve con un último golpe, no sé. Sería divertido, pero de momento me apetece dejar descansar ese personaje. Creo que la serie terminó muy bien, todos estamos muy contentos con el recorrido de la trama global y de cada uno de los personajes así que sinceramente ahora me apetece probarme en otras cosas que no haya hecho hasta el momento como fue este personaje en Objetos.
-Hace un tiempo te vemos arraigado en el thriller y el suspenso: La casa de papel, Durante la tormenta y Objetos son prueba de ello. ¿Qué es lo que más te atrapa de este género?
-Yo creo que el thriller es puro entretenimiento. Yo soy muy fan de que el espectador se lo pase bien, después si podemos añadir algún tipo de mensaje o reflexión que nos deje pensando mucho mejor. Pero el entretenimiento por el entretenimiento en sí a mí me gusta mucho y el thriller te da esa sensación de tensión muy disfrutable. “Uy, ¿qué va a pasar?”, “Uy, lo van a pillar”, “Uy, lo va a conseguir”; eso me parece muy divertido para el espectador y para mí también a la hora de hacerlo.
-¿Es cierto que tenés ganas de hacer comedia?
-¡Tengo unas ganas locas de hacer comedia! Es otro género que me encanta aunque me parece el más difícil de todos, hacer reír me parece muchísimo más complicado que hacer llorar. Con mi compañía de teatro casi todos los proyectos que tenemos son comedia pero en la tele o la pantalla grande no sé... me ven cara de malo y sólo me llaman para cosas oscuras o personajes rarísimos (risas).
-¿Tenés algún personaje pendiente?
-¡Todos! Pero prefiero que lo personajes me sorprendan a mí en vez de buscarlos yo. Siempre que sea algo distinto y un reto es bienvenido. No cojo proyectos fáciles ni tampoco que ya haya hecho, siempre busco desafiarme.
-¿Te gustaría protagonizar alguna biopic ahora que el género está tan de moda?
-Me encantaría. Los personajes que existen o existieron me fascinan. He hecho una serie llamada Sin límites, donde interpreto a Juan Sebastián Elcano que fue la primera persona en dar la vuelta al mundo en el siglo XVI. Fue una experiencia muy gratificante porque no había demasiada información sobre él ni videos de esa época con lo cual eso me permitió hacer mi propia versión con responsabilidad, por supuesto. Fue muy divertido.
-¿Cómo sigue tu 2023?
-No puedo contar mucho pero sí anticiparles que estoy empezando mi carrera como productor. Estoy muy cerquita de anunciar algo que hemos hecho con 300 pistolas (mi compañía de teatro que ahora nos expandiremos a lo audiovisual) así que estoy muy entusiasmado. Creo que voy a encontrar otro camino de desarrollo personal dentro de lo laboral al poder contar otras historias; esas que me interesan y que a veces no llegan a través de un mail o una llamada telefónica.
-El lema de la película es: “¿Qué harías para recuperar lo que perdiste?”. La fama te ha dado mucho pero seguramente también te ha quitado, ¿qué te gustaría recuperar que extrañes mucho?
-¡Definitivamente el anonimato! Hay cosas que ya no puedo hacer y eso tiene su parte dura. Pero si pongo en la balanza todo lo que he ganado y todo lo que he perdido, tengo que ser agradecido porque el saldo es positivo. En un mundo ideal, podría recuperar lo que he perdido sin sacrificar lo que he ganado pero no se puede (risas). Sería incompatible asumir que tienes un éxito planetario y que al mismo tiempo puedes caminar tranquilo por la calle.
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