Agustina Mindlin, la actriz de El buen retiro que sueña a lo grande
Es sobrina de un importante productor y sabe que es un gran punto a favor pero también le pesa; aunque está haciendo su camino en la actuación, también estudió administración de empresas
“No lo puedo creer. Diría que es un sueño, pero la verdad es que ni me atrevía a soñar con trabajar con estas cuatro gigantes que tienen una carrera increíble y a quienes admiro desde siempre”, confiesa emocionada Agustina Mindlin. Esas cuatro gigantes son Betiana Blum, Claudia Lapaco, Mirta Busnelli y María Leal, protagonistas de El buen retino, la miniserie de 8 capítulos que puede verse en Flow y de la que participa la joven actriz. “Es la historia de cuatro amigas que van a vivir juntas a la casa de una y lo que sucede en esa convivencia. Mi personaje es el de la asistente de Betiana y es una relación dinámica y cómica que se juega al límite porque está entre que me paga y no me paga”, resume Mindlin, a LA NACION. Con 24 años, participó en la novela 100 días para enamorarse, en la serie Millennials (Netflix), y Go vive a tu manera (Disney). Además, está a punto de sacar su primer disco, y preparando un ciclo de textos de Jorge Luis Borges, en la Biblioteca Nacional, junto a su profesora de teatro, Elena Tritek.
-¿Cuándo decidiste que tu destino era este?
-Crecí rodeada de conductores, productores, directores, y siempre quise ser actriz. Me acuerdo que cuando Georgina Barbarossa conducía su programa, yo iba al estudio y trataba de salir delante de cámara todas las veces que podía (ríe). Me divertía. Estudio teatro y canto desde chica. La música me interesa muchísimo y estoy a punto de sacar un disco. Debería haberlo terminado hace un año, pero sigo puliéndolo. Studio jazz y compongo desde ahí. Con mi productor, Tomy Merello, estamos haciendo algo más urbano. Estoy muy ansiosa. Y seguro va a estar listo antes de fin de año para subir a alguna plataforma.
-¿Tenés referentes en la música?
-Me gustan mucho Feli Colina y Ana Espin. Y mi referente máximo es Jorge Drexler: sin que él me conozca, es mi maestro. Y de toda la vida escucho a Spinetta y Ceratti. Si tuviera que definirme diría que soy una chica que canta. Tengo mi lado A, que tiene que ver con el arte, la música y la actuación, y mi lado B, relacionado más a lo técnico porque estudié administración de empresas, programación, Data Analitic. Un poco y un poco, con tiempo distribuído. Busco el equilibrio entre esos dos lados. Por momentos le dedico más tiempo a uno y después a otro, todo se va dando. No es un esfuerzo.
-¿Por qué estudiaste administración de empresas?
-Porque uno nunca sabe dónde están las oportunidades y quería tener otra opción. Me gusta y así también me gano la vida. Trato de adaptarme. Todavía vivo en la casa de mis padres porque independizarse en este contexto no es fácil. Siempre les digo que se preparen para tenerme ahí hasta los 30 (ríe). Todavía no tengo los medios para mudarme tranquila y no lo veo tan cercano. Mi familia me encanta. Tenemos una dinámica muy linda, cada uno tiene su libertad y su espacio.
-Sos sobrina de Martín Kweller, un productor importante en la industria audiovisual, ¿eso tiene más puntos a favor o en contra?
-Siempre hay un poco de todo, pero más que nada es a favor. Sé que tengo oportunidades que son fuera de lo común y estoy muy agradecida. Por otro lado, pesa y más que nada en la mirada de los otros. Sin embargo, tiene más cosas buenas, aunque está lo otro.
-¿Y cómo manejás la mirada del otro?
-Opiniones siempre va a haber de todos lados, haga lo que haga. La verdad es que no lo pienso mucho. No me pone mal. Yo trato de ir siempre con buena onda, llevarme bien con todo el mundo. No me pesa en el día a día. Voy a trabajar y doy lo mejor de mí. Y no hay beneficios extras.
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