A los 81 años, Oscar Barney Finn es un creativo incansable
Tiene tres montajes de excelencia: La reina de la belleza, Muchacho de luna y El diccionario
"Los temas que abordo en mis espectáculos no aparecen de golpe. Siempre han estado más cerca, menos cerca de mi vida, en distintas etapas y de distintas formas". Así define el director, cineasta, director televisivo y regisseur Oscar Barney Finn cierto germen creativo que moviliza sus trabajos.
Con una vasta carrera que se ha diversificado a lo largo de varios años y que en las últimas décadas parece concentrarse dentro de la actividad teatral, el creador comenzó el año con la reposición de tres propuestas que se posicionaron con fuerza en la cartelera porteña: La reina de la belleza, de Martin McDonagh; Muchacho de luna, cuya dramaturgia le pertenece y que parte de textos de Federico García Lorca; y regresa, en su quinta temporada, El diccionario, de Manuel Calzada Pérez.
Cada uno de esos proyectos posee una serie de antecedentes que Barney comenta de manera apasionada. Inquieto espectador de teatro suele tomar contacto con las más diversas propuestas escénicas que se presentan en la ciudad. En general, autogestiona sus proyectos que pueden verse en salas alternativas. A los 81 años su capacidad de producir está intacta. Recorrió un camino muy intenso en la escena porteña y por eso durante su charla asoman títulos de espectáculos que dirigió, nombres de prestigiosos intérpretes, recuerdos de viajes que le posibilitaron relacionarse con las más diversas experiencias escénicas y, sobre todo, con nuevas dramaturgias.
Barney Finn rememora que los años 90 decidió viajar a Irlanda porque tenía mucha necesidad de reencontrarse con sus ancestros. Pero antes de salir tomó contacto con la producción de tres de los autores que en aquel momento proponían una renovada mirada sobre la idiosincrasia de los habitantes de aquel país. Eran Martin McDonagh, Conor McPherson y Marina Carr. La reina de la belleza, de McDonagh, lo conmovió notablemente y en 1996 montó la pieza en el teatro Ateneo. El elenco estuvo conformado por Aída Luz, Leonor Manso, Alejandro Awada y Pablo Rago. "Para ese momento la obra era de avanzada -explica el director-. Una temática oscura, negra, violenta, poco convencional a la hora de establecer las relaciones o los vínculos familiares. Era reflejo de una Irlanda que había cambiado. Ya no tenía esa imagen idílica que tuvo siempre o la que mucha gente compraba. Se habían modificado ciertas ideas sobre la familia, la religión, sobre el inmigrante".
Dos décadas después, decidió volver sobre aquel texto. Sintió que finalmente logró reencontrarse con sus raíces: "las cargué en mis hombros". Y su primera experiencia de trabajo con Marta Lubos en El diccionario le abrió la posibilidad de trabajar con una intérprete que admira. "Marta me parece una maravillosa persona y una actriz que posee mucho camino por recorrer. Es un deleite trabajar con ella: fue el motivo porque el que volví a hacer esta obra". Según explica en esta nueva puesta trabajó con mayor síntesis, contundencia y logró una obra mucho más jugada. "Eso no solo se debe a la propuesta del director sino a la entrega de los actores (el elenco se completa con Cecilia Chiarandini, Pablo Mariuzzi y Sebastián Dartayete) y además fue muy beneficioso El Tinglado: permite una gran proximidad entre los intérpretes y la platea".
Federico García Lorca es un viejo conocido de Oscar Barney Finn. Él recuerda que durante sus estudios en el viejo Colegio Nacional de La Plata un profesor de literatura lo introdujo en la lectura de La casa de Bernarda Alba. "Nunca más me desprendí de Lorca", afirma el artista. En la década del 80, en Canal 7, montó una experiencia denominada también Muchacho de luna, de la que participaron 50 actores. Entre otros: Inda Ledesma, María Luisa Robledo, Eva Franco, María Vaner, Graciela Dufau, Leonor Manso. "Todo pasaba en una plaza de toros, en un palco donde estaban los testigos de la vida del poeta y dramaturgo".
Muchos años después fue convocado por Julio Baccaro y Alejandro Samek para montar Doña Rosita la soltera en San Miguel de Tucumán (2000), dentro del proyecto el Programa Federal de coproducciones del Teatro Nacional Cervantes. "Hicimos una Rosita muy particular -cuenta Barney-. Ya conocíamos los Sonetos del amor oscuro, ya sabíamos de El público, de Así que pasen cinco años. Me sentí libre, con una sensibilidad para atravesar esas obras. Me animé a contar al revés Doña Rosita. Comenzar por el tercer acto e ir hacia atrás. Para mí, Rosita era Lorca en sus angustias, sus penas".
En esta nueva propuesta que está interpretada por Pablo Brunetti y que estrenó en Santiago de Chile, en 2019, dio forma a una dramaturgia que no narra la historia de Lorca a modo de biografía. "Es un ir y venir por su vida. Están las poesías, los escritos, algunas cartas, seleccioné fragmentos de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de sangre. Hay poesía detrás de un montaje. Está aquel joven de Andalucía y también aquel hombre que fue detenido y sabe que sus amigos falangistas lo entregaron".
También su puesta de El diccionario tiene su historia. Vio la obra en Chile, conoció a su autor y comenzó a proyectar su puesta en Buenos Aires. Eligió a Marta Lubos como la filóloga española María Moliner, a quien acompañan en escena Pablo Flores Maini y Roberto Mosca. "Tenía que encontrar a una interlocutora que transmitiera con exactitud el universo de Moliner y la encontré en Marta", afirma el creador.
La reina de la belleza
El Tinglado, Mario Bravo 948
Vienes, a las 20.30
Muchacho de luna
El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034
Domingos, a las 20.30
El diccionario
El Tinglado, Mario Bravo 948
Domingos, a las 18 (desde 1° de marzo)
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