5 estrellas que dejaron un trabajo en pleno éxito y no hubo forma de que cambiaran de opinión
Hay decisiones que ni el dinero ni la fama pueden torcer; por qué Soledad Silveyra, Érica Rivas y Juan Gil Navarro, entre otros, renunciaron a sus papeles más populares
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El éxito y el reconocimiento popular son dos de las metas más ansiadas por los artistas, pero no siempre alcanzan para que sigan adelante con un proyecto. Tanto en nuestro país como en el resto del mundo algunos intérpretes sorprendieron al dejar series en el punto máximo de su popularidad y no hubo oferta económica ni propuesta artística que los hiciera cambiar de postura. Ya sea por el mal clima de trabajo, por cansancio o incluso por un inesperado romance, algunas de las ficciones más populares se quedaron sin sus más adorados protagonistas.
Grey’s Anatomy: Patrick Dempsey y Sandra Oh
Si bien es esperable que en una serie tan longeva como Grey’s Anatomy haya algunas bajas, lo cierto es que el drama médico ha sobrevivido a la salida de numerosos personajes que eran centrales a la trama, pero siempre de una manera en la que dejaron su huella en lo que sucedía en la ficción, permitiendo que los fanáticos vivan su duelo.
Tal vez las dos renuncias más potentes fueron la de Patrick Dempsey y la de Sandra Oh. En el caso del actor que interpretaba al neurocirujano Derek “Mc Dreamy” Shepherd, fue el hartazgo de once años de escenas como el príncipe azul de la historia, con ganas de probar otros personajes y de tomar más roles en el cine, como El bebé de Bridget Jones. Pero, también es verdad que con los años se escucharon testimonios que señalaron que detrás de escena en la serie se vivía un “ambiente tóxico” y esto también motivó su partida.
Oh, por su parte, conoció la fama con la serie y resultó ser una experiencia muy dolorosa: “Yo había hecho cine y televisión antes, pero para ser honesta, lo que viví fue traumático. Cuando una pierde el anonimato, tiene que desarrollar habilidades para seguir intentando ser real. Pasé de no poder salir a ningún lado y de esconderme en los restaurantes, a ser capaz de gestionar la atención y las expectativas, sin perder el sentido de quién era yo. Es muy, muy importante cuidar la cabeza. Solo tenés que trabajar para encontrar la manera de mantener los pies en la tierra y muchas veces eso se logra diciendo que no”, explicó.
Dentro de esas negativas, en 2014 decidió dejar la serie que la hizo famosa aún sabiendo que nunca haría algo tan popular. El destino, sin embargo, le tenía una nueva oportunidad con Killing Eve, la serie que le permitió brillar y ser la primera mujer asiática en ganar dos Globo de Oro y ser nominada a un Emmy como actriz protagónica.
Floricienta: Juan Gil Navarro
Se estrenó en 2004 y si bien desde el primer episodio fue un éxito, el suceso de Floricienta creció con el paso del tiempo y aún hoy lidera el rating cuando es repuesta. Sin embargo, al terminar su primer año el galán de la historia, Juan Gil Navarro, decidió no seguir en el rol de Federico Fritzenwalden.
“Siempre fui muy culo inquieto y en ese momento lo que necesitaba era poder hacer otra cosa. Y probablemente en ese momento, ahora no tanto, tenía el prejuicio de que quedar atado o sujeto dos o más años a algo que era infantil no me iba a permitir desarrollar otras cosas en otros espacios. Y hacer otras cosas como actor”, explicó en 2020, en pleno éxito de la reposición de la tira.
Lejos de estar enojada, Bertotti entendió en su momento la decisión y luego se enfrentó ella misma al mismo dilema: “La ida de Juan fue dolorosa porque lo disfrutábamos mucho y fluíamos. Lo hablamos en ese momento y lo entendí. Al año siguiente tampoco yo pude seguir con el programa porque era demasiado, un montón de trabajo y exposición. Lo entendí pero lloramos mucho, y se lo extrañó. Fue difícil acomodarse al cambio, que era muy grande. Y Juan es súper profesional y es un placer trabajar con él. Y en la historia fue desgarrador”.
Bridgerton: Regé-Jean Page
Con un abordaje histórico muy particular sobre los libros de Julia Quienn y la mano experta de Shonda Rhimes detrás, Bridgerton se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de Netflix, lo que rápidamente le aseguró una nueva temporada. Sin embargo, en este regresó no estará uno de sus protagonistas, el galán Rege-Jean Page.
“Cuando me llamaron me contaron que lo que hacía mi personaje era un arco narrativo de una temporada, con un principio, un nudo y un final, todo en un año. Por eso cuando me dijeron que estaba la posibilidad de seguir la historia preferí no sumarme porque la historia del duque de Hastings ya estaba contada. Me gustaba más la idea original que era hacer una serie limitada y no una con varias temporadas. Estoy feliz de haber contribuido con mi granito de arena y saber que la familia Bridgerton continúa bien sin mí”, contó el actor.
La decisión de Rhimes y el resto de la producción es que Bridgerton se centre en un nuevo hermano en cada temporada, así que cuando este año regrese la serie todo girará alrededor de Anthony (Jonathan Bailey) y Kate Sharma, que será interpretada por la actriz de Sex Education Simone Ashley. Quien sí confirmó su regreso es Phoebe Dynevor como Daphne Bridgerton, pero seguramente con menos presencia en pantalla.
Casados con hijos: Érica Rivas
En un momento en el que la televisión argentina apostaba a las adaptaciones de éxitos estadounidenses -con resultados disímiles como los conseguidos por La niñera, Hechizada o ¿Quién es el jefe?, por nombrar algunos títulos- la versión local de Casados con hijos marcó un hito en audiencia y animó a las autoridades de Telefe a escribir sus propios guiones. En innumerables repeticiones el ciclo se mantuvo siempre como uno de los más vistos de la emisora. Sin embargo, cuando se lo quiso llevar al teatro, perdió a una de sus protagonistas.
En medio de versiones cruzadas Érica Rivas, de larga trayectoria en el teatro independiente, pero que alcanzó la popularidad con su papel de María Elena Fuseneco, se bajó de la esperada producción esgrimiendo diferencias con el guion y peleas con algunos de sus colegas. “Me echaron por feminista”, dijo sin pelos en la lengua.
La crisis causada por el Covid impidió que la obra teatral se realizara, pero quedó claro que si alguna vez el proyecto se concreta, será sin ella. “Ver que mi trabajo alcanzó semejante nivel de popularidad gracias a Casados con hijos para mí es algo hermoso, siempre lo fue y siempre lo dije. Porque muchos pudieron ver mi forma de actuar, y yo pude mostrarles quién era, lo que sabía hacer. Ese programa fue un regalo del cielo. Los memes, la gente que copia a María Elena, que todavía la tienen tan presente, me encantan”, aseguró.
Sex and the City: Kim Cattrall
En pantalla parecían amigas inseparables, pero detrás de escena no se podían soportar: esto es lo que se supo cuando Sarah Jessica Parker comenzó a trabajar en una continuación para su exitosa serie Sex and the City. Su vínculo con el de Kim Cattrall, quien interpretaba a Samantha Jones, estaba tan dañado que no hubo manera de convencer a la actriz para que retome su papel más exitoso.
La negativa de volver a formar uno de los cuartetos de amigas más populares de la TV generó muchas versiones y especulaciones, que fueron dadas por tierra por la actriz en sus redes sociales. “Hace un año que estoy diciendo que no me interesa participar. Nunca pedí dinero, nunca pedí ningún proyecto. Que me consideren una especie de diva es algo totalmente ridículo. Debo decir que la gente de Sex and the City y específicamente Sarah Jessica Parker no fueron muy amables conmigo”, sentenció.
Así, el regreso de Sex and the City, que se llama And Just Like That..., trató la desaparición de Samantha hablando de una pelea entre amigas y una mudanza a Londres, dejando la puerta abierta a que alguna vez regrese... aunque eso parece muy improbable.
Rolando Rivas, taxista: Soledad Silveyra
En 1972 una telenovela paraba al país. Era Rolando Rivas, taxista, una tira que presentaba personajes reconocibles de las calles porteñas con la historia de un amor imposible cuyos vericuetos mantenían en vilo a la audiencia. Rolando era Claudio García Satur y su adinerada pasajera, Mónica Helguera Paz, era Soledad Silveyra. El éxito era total, pero surgió un problema: la química en pantalla comenzó a sentirse también fuera del aire. Y Silveyra, que estaba casada y era madre, decidió dar un paso al costado en pleno suceso.
“Me fui para preservar mi matrimonio porque yo estaba muy enamorada de José María Jaramillo, mi marido. De alguna manera, Claudio te movía el piso y yo se lo movía a él, así que lo mejor fue que me fuera”, reveló décadas más tarde.
La decisión no le cayó nada bien a Alberto Migré, el autor del ciclo, quien recurrió a una de sus actrices favoritas, Nora Cárpena, para la segunda temporada. La intérprete solo puso una condición: que maten al personaje de Silveyra. “Recuerdo que le dije: ‘Alberto, necesito que usted mate a Mónica. No puedo entrar en la vida de Rolo con Mónica viva, la necesito muerta. Pero él, tan sabio, me dijo: ‘No, Nora, no. No la voy a matar porque si se muere, su fantasma va a estar rondando todos los martes, la gente la va a extrañar y Rolando también. Yo necesito que la odien y voy a hacer algo peor que matarla”, recordó Cápena. Así fue que el personaje de Solita quedó embarazada de Rolando y abortó, lo que para Migré era “peor que la muerte”.
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