De las alcantarillas de Barcelona al Moulin Rouge, la odisea de tres gitanos del trap que conquistaron el mundo de la música y la moda
“Ha sido una locura la verdad este año”, dice Yung Beef sentado en una mesa del Café Tortoni, en Buenos Aires. El y sus compañeros, Kaydy Cain y Khaled, los tres gitanillos modelo 1990 que cantan en Pxxr Gvng, están de gira por primera vez en Argentina después de haber partido los esquemas creando y liderando desde Barcelona la escena “spanish trap” con su propio slang (buscá “Diccionario Pxxr Gvng-Español”). Este año se coronaron íconos de la música y de la moda internacional: fueron cabeza de cartel en el Primavera Sound, en España, y los invitaron a los MTV Awards en Milán, Italia, sólo para que twittearan para una marca; tuvieron su primer tour latino con fechas en Argentina (cinco shows en diez días), Chile y México, y tocaron en el Moulin Rouge, en París, con A$AP Rocky en la Fête de la Musique. Durante su estadía en Francia, Yung Beef desfiló para Hood By Air y Pigalle en el Fashion Week, y luego fue la imagen de Calvin Klein, lo que proyectó todavía más al grupo. Por todo esto cosecharon halagos de Los Chichos y Diego El Cigala, sus ídolos. “Son tantas cosas que no sabes cuál elegir”, termina Yung Beef.
Este año en el Primavera Sound compartieron escenario con Los Chichos. ¿Por qué fue tan importante para ustedes?
Kaydy Cain: Fue clave la verdad, el día de Los Chichos.
Yung Beef: Nos encontramos con nosotros mismos en el futuro. Aprendimos mucho, indirectamente. Sólo con estar ahí y ver. Es una paranoia, en verdad.
Khaled: También porque cambiamos, era un concepto distinto: íbamos con banda: eran nuestros temas convertidos a la salsa. Las semanas antes íbamos a un estudio a ensayar y todo, tenían nuestros temas en partitura. Veíamos eso y decíamos: “¡¿Qué coño es esto?!” Imaginate, una orquesta tocando nuestros temas... Se nos fue de las manos.
Yung Beef: Estábamos cagados, porque nunca habíamos cantado en directo tampoco, rollo nuestra voz entera. ¡Y salió que flipas!
Más allá de esta fecha especial, ¿ustedes ensayan?
Kaydy Cain: Jamás, no existía esa palabra. Tú mírate el vocabulario de Pxxr Gvng que está en Internet y “ensayo” no figura [risas].
Yung Beef: Nuestro ensayo podía ser de camino al bolo; si tocábamos en Madrid, pues en la carretera, hacer el tracklist. Pero nunca hemos ensayado. Eso es lo que pasa y es natural. No sabemos cuándo él va a ir a la izquierda y yo a la derecha. Ahí arriba es como puedas: sobrevivir.
Este año, después de que le dedicaran el track “Cigala”, Diego El Cigala les mandó su bendición en una entrevista con Rolling Stone. ¿Qué les pasó cuando se enteraron?
Yung Beef: Impresionante. Si pensábamos que él lo iba a escuchar, ya era como un sueño, ¿sabes? Imagínate ya ver que le ha gustado, le ha hecho gracia, lo ha entendido…
Kaydy Cain: Mira, yo sabía que lo iba a entender, pero no sabía si le iba a echar polla a decir “me gusta, mis respetos”, porque la letra es cruda. Ha sido más Kie de lo que yo pensaba, mucho más. Ha dicho: “Si ellos me ven así, pues ole. Que Dios los bendiga”. Lo mejor que podía decir.
Usaron “Cigala” para cerrar sus shows en Argentina y el público enloqueció. ¿Estaba planeado?
Yung Beef: No, “Cigala” no estaba en la lista. Al final del primer show [en Palermo Club, Buenos Aires], ya nos íbamos y escuché que alguien gritaba: “¡Canta ‘Cigala’, gitano!” Y le dije a Rosa [Rosa Pistola, la DJ que los acompañó en esta gira]: “Pon ‘Cigala’”. Y se lió. No sabíamos que el Cigala era tan importante en Argentina y tampoco me lo hacía tan internacional al tema.
Filmaron un video en La Boca. ¿Cómo surgió eso?
Yung Beef: La verdad es que las niñas [del grupo de baile twerk porteño Altas Wachas] nos propusieron hacer un video con ellas para la canción “Bonita” y ha sido de los mejores que hemos hecho.
Kaydy Cain: ¡Llovía! Y eso nos venía de lujo, porque quedaba mucho más romántico el video, con los paraguas. Coño, alguien quiere que llueva en su video y se tiene que gastar un dineral.
¿Cómo fue tocar en el Moulin Rouge?
Yung Beef: De los sitios más locos que he cantado. Tiene mucha historia, es uno de los puticlubs más antiguos del mundo. Yo vivía en ese barrio, en Clichy, una época que viví en Francia fregando platos, y pasaba por ahí y flipaba. Además, nos juntamos con A$AP Rocky, con gente súper... no sé, la vanguardia del mundo.
¿Estuvieron con A$AP Rocky?
Yung Beef: Sí, estábamos ahí, si ese chaval es gitano también. Hemos estado con reggaetoneros que después no fuman ni hierba. Ese chaval por lo menos hace lo que dice: es un fashion nigga.
¿Qué fue lo más loco de participar de la Fashion Week en París, Yung Beef?
Yung Beef: Eso fue súper loco, en verdad. Estábamos con gente demasiado Kie, demasiado millonarios, todo... Yo a veces creo que cuando me invitan a desfilar me están haciendo una broma, sabes, porque la gente de la moda es mala. Ahora hay gitanos de mi barrio que me han visto en putos tacones.
Acá en Argentina les llamó la atención la historia del Gauchito Gil. De hecho, vos Kaydy pensaste en tatuártelo. ¿Por qué les gustó tanto esa historia?
Kaydy Cain: Bueno, según la historia que me contaron, era un hombre que no quiso ir a la guerra y se dedicaba a robarse por ahí vacas y comérselas, y a follarse a las mujeres de otros. Pues un poco como nosotros, ¿no? ¡¿Cómo no nos vamos a sentir identificados?!
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