Perdona nuestra separación
Ahora sin Federica Pais, que inicia un programa propio, Raúl Portal reivindica su amistad con Mohamed Alí Seineldín y Jorge Altamira, y confiesa todos sus pecados políticos y televisivos.
La vida de Raúl Portal parece regirse por un dicho: aquel que asegura que "errar es humano y perdonar es divino". Esa, al menos, es la máxima que utiliza para dar forma a su programa "Perdona Nuestros Pecados" que ahora se emite por canal 13, los martes a las 22. Y sobre todo, es la máxima que aplica a su vida, cuando intenta repasar sus "errores, omisiones" y contradicciones varias. Un espectro que, según sus propias palabras incluye su "adhesión a los gobiernos militares", su "antiperonismo" y "miles de odios" con los que se crió y creció.
Quizás por eso, el famoso conductor de la "vida hop" se permite preguntarse hoy, a los 57 años, "¿qué hubiera ocurrido, si hace muchos años, todos reaccionábamos como lo hicimos ante un hecho como el crimen de Cabezas?". Y quizás por eso también, no siente ninguna contradicción al replantearse su "odio" al comunismo. "¿Para qué fui anticomunista si este modelo Titanic sólo salvará a la primera clase?", se pregunta a sí mismo como si se tratara de una confesión privada.
Pero eso no significa que se arrepienta de su pasado. En absoluto. "Uno no puede arrepentirse de lo que hizo, sino de lo que no hizo", sostiene, seguro, mientras repasa su historia personal.Una historia que incluye un puesto en el gobierno militar.
En cambio, sus "grande pecados", como los llama él, son sus "pecados de omisión". Y en esa lista sólo figuran dos: no haber tenido perros durante medio siglo y no haberse volcado antes a la solidaridad.
Dos cosas que ha asegura haber corregido. Para remediar el primero, hoy vive con tres perros en su propia casa y tiene más de veinte en su quinta. Y para el segundo, colabora en la parroquia del padre Farinello, atendiendo a un grupo de menores.
Yo quiero a mi bandera
De todas maneras, Portal sabe que tiene que enfrentar acusaciones de lo más diversas. Sabe, por ejemplo, que su amistad con "el coro", como llama al coronel Mohamed Seineldín, y con Jorge Altamira, presidente de Partido Obrero, son por lo menos contradictorias. Y sabe también que, por el primero de los casos, ha ganado más de un enemigo. Pero no le importa.
"El es malvinero, como yo. Ama a su bandera, como yo", dice en defensa de su cuestionada amistad. Y para que no queden dudas de lo que dice, señala el techo de su casa, donde hay un mástil, y cuenta que , invariablemente, todos los 2 de abril, se reúne con su familia para izar la bandera en homenaje a los que lucharon en la guerra de Malvinas.
Lejos entonces del personaje que se inventó para la TV, Portal habló con La Nación de sus propios pecados.Y por supuesto, de lo que el llama "su cambio". El mismo que le permite decir que hoy, "después de haber colgado el odio, admira al Che Guevara y votaría al Frepaso".
"Mi personaje, el de la TV se burla ferozmente de mí. Y no de los otros, sino con los otros. Esa es una frontera muy sutil que nunca atravesé. Y si lo hice, me disculpo y me retracto. La verdad es que no se pueden hacer chistes sobre cualquier desgracia. Nosotros, por ejemplo, tenemos montones de perlas graciosísimas.Pero como se originaron alrededor del caso Cabezas, no las vamos a emitir.
-¿Traza ese límite en su programa?
-Claro. Mi posición es muy clara. Creo que si bien para muchos esta es una gota más en el mar de la violencia de este siglo, esta es una gota distinta. En cabezas se quebró la violencia. Y eso es lo que le da un "bel morire". El horrendo crimen de Cabezas se transforma en una bella muerte porque, desgraciadamente y sin que él lo sepa, generó una reacción y una toma de conciencia colectiva. Y justamente por eso, hoy, a mis 57 años, me pregunto qué hubiera pasado si hace mucho tiempo todos nosotros, empezando por mí, hubiéramos reaccionado así ante cualquier crimen.
-Usted ocupó un puesto en el último gobierno militar y más de una vez dijo que festejó los golpes militares. ¿Se arrepiente de eso?
-No. No tengo arrepentimiento ideológicos porque la ideología es de buena fe. Uno tiene una ideología porque cree en eso. Aún los extremismos suponen una mística, un idealismo y una utopía. A los guerrilleros que dieron su vida, no se los puede censurar. No estoy de acuerdo con el cambio violento, pero esos chicos tenían un ideal. Y cuando dicen que adherí al proceso militar, de alguna manera tienen razón porque yo no hice nada para defender a Isabel Perón. Es más, me alegré cuando la echaron. Soy uno de los millones y millones de argentinos que se alegramos.
-¿Esos son sus pecados?
-No. No puedo arrepentirme de lo que no sabía. Mis grandes pecados son los pecados de omisión. Lo que uno hizo, ya lo hizo. Yo, en cambio, me arrepiento de lo que no hice. Fui insensble, nací tomando mamaderas de odio en el antiperonismo gorila rabioso. Y en ese medio, el que pensaba distinto no era un adversario, era un enemigo.
-¿Ahora ya no cree lo mismo?
-Es que ahora, esta novedad de la democracia me parece formidable. Yo nunca conocí un gobierno democrático. Mis padres me inculcaron que Perón era un dictador. Después Illia... Yo soy radical. Y he aquí otro de mis pecados que nadie me enrostrar: habiendo militado 17 años en el radicalismo asistí de forma absolutamente indiferente, como todos, a su derrocamiento.
-¿Y de qué se arrepiente?
-Sólo de dos cosas: de no haber tenido perros durante cincuenta años y de no haberme volcado antes plenamente a la solidaridad. Perdí mucho tiempo en luchas estériles, odios y controversias que ahora han desaparecido. Fui anticomunista toda la vida y ahora que veo este sistema me pregunto: ¿para esto fui anticomunista?. El modelo que hay ahora en el mundo es el modelo Titanic, y sólo se va a salvar la primera clase.
-¿Quiere decir que ahora es comunista?
-No. Ni comunista ni de la derecha. La izquierda argentina es amarga y resentida, y la derecha es soberbia e insensible. Sólo tienen en común que ambas son muy aburridas. Yo estoy en el justo medio, por donde pasa la doctrina social de la Iglesia. Lo que pasa es que cuando le doy comida al padre Farinello soy troskista, y cuando voy a visitar a mi amigo, el coronel Seineldín, soy de derecha. Y sé que pago terribles precios por no negar la amistad con el "coro" y con Jorge Altamira, presidente del Partido Obrero.
-Suena por lo menos contradictorio ¿usted cómo se lo explica?
-Yo no juzgo a mis amigos por su forma de pensar. Incluso si un amigo mío cometiera un crimen, ¿no existe el perdón?. Lo único que no me permitiría es ser amigo de un violador de niños, pero las ideologías las respeto. De Seineldín soy amigo porque él es malvinero, como yo; ama la bandera, como yo. Y soy nacionalista. Pero no entiendo que me llamen facho porque amo a mi país. Como tampoco entiendo todas las contradicciones argentinas.
-¿Qué contradicciones argentinas?
-Las del curioso reparto que se ha hecho en este país: ¿por qué los derechos humanos son de la izquierda?, ¿por qué el nacionalismo es de la ultraderecha?, ¿por qué la eficiencia es de los conservadores?, ¿por qué la justicia social es de los peronistas?, ¿por qué la democracia es de Alfonsín?. ¿Qué pasa con los que, cómo yo, creemos en todas esas cosas?. Hay que entender que esa división se terminó. Hay que entender que viene un mundo nuevo de computadoras y espiritualidad. La revolución no va a venir ni de la izquierda ni de la derecha: va a venir de adentro.
-¿Se perdona entonces sus propios pecados?
-Si algo tengo es que que soy un buen pagador de mis pecados. Me reconozco esa virtudes. Si me tienen que decir facho por defender a mi bandera, digánmelo. Y si tengo sensibilidad social y por eso me dicen comunista, digánmelo. Yo soy un militante de la solidaridad y hago lo que puedo.
Nuevos pecados de Federica Pais
Por las suyas: la ex compañera de Raúl Portal en "P.N.P." habla sobre su nuevo programa, aún sin nombre, que esta vez conducirá sola.
A partir del miércoles 9 de abril, Federica Pais debutará como única conductora de un programa de entretenimientos. El ciclo irá por Canal 9, los miércoles a las 22, y lo único indefinido del proyecto es con qué nombre saldrá al aire. El problema parece no quitarle el sueño a la conductora. "Es coherente con mi vida", dice Federica y se rie, con esa risa contagiosa que la distingue desde que comenzó su trabajo en la televisión. La dupla que formó con Raúl Portal durante tres años, conduciendo "P.N.P.", le deparó muchas satisfacciones, pero ahora, que ya no pertenece al ciclo, se siente mejor de lo que imaginaba. "Cuando vi el programa nuevo tuve la sensación de etapa terminada, fue bárbaro", repite casi sorprendida de su propia madurez.
El 97 la encuentra con otro debut, éste ligado al ámbito privado: es madre primeriza desde tres hace meses, cuando la llegada de Galo agrandó la familia que forma con Damián. Lo profesional y lo doméstico se funden en la entrevista por decisión de Federica, que da las notas en su casa. Su marido es el anfitrión mientras ella termina de amamantar al bebé. Mujer previsora casi hasta la obsesión, logró que la armonía entre los dos mundos que la mantienen ocupada se extienda en el año, gracias a un contrato que contempla el tiempo que necesita para cuidar a su hijo.
A diferencia de otros programa de entretenimientos, el "envío de Federica" no irá en vivo sino grabado, ya que el equipo que dirigie Gastón Portal -el mismo de P.N.P.- apuesta al trabajo de edición para darle ritmo y un sello distintivo. Portal hijo pensó el ciclo "a la medida de Federica". Ambos crecieron juntos profesionalmente, y se conocen "las mañas", además de compartir códigos de humor que rozan el absurdo.
"Haremos un programa de entretenimientos, intentando que tenga humor y que sea una excusa para divertirnos. Aunque hay premios y tiene el típico formato de estos envíos, buscamos que el contenido sea distinto" señala Federica. "El programa tiene mucha edición, que es el vicio de los Portal. Es difícil de explicar porque, honestamente, no vi nada en el aire con este estilo, aunque resulta pretencioso decirlo así. Es un arma de doble filo: te puede ir bárbaro o pésimo, porque por algo no hay nada así en el aire, capaz que no funciona", reflexiona, y la posibilidad de que el programa no tenga repercusión le provoca una nueva carcajada.
Federica, la chica que empezó en un taller de teatro y no siendo modelo, "como dicen las revistas" , además de hacer televisión es casi teleadicta. "Miro muchísima televisión, en casa somos dos adultos y hay tres televisores, o sea que Galo ya tiene uno".
-¿Tu relación con la televisión cambió cuando entraste a "P.N.P."?
-Si, teniendo en cuenta que salí de un taller de teatro, había prejuicios. Cambió la historia cuando empecé a laburar, porque la conocí de adentro, y porque creo que todos pasamos una etapa así, inclusive los periodistas. Para mi es un arma poderosísima, por la llegada que tiene, el tema es como se usa, pero es maravillosa.
-¿En este proyecto tuviste la posibilidad de aportar ideas?
-En realidad, teóricamente el programa fue pensado para mi, teniendo en cuenta lo que hicimos antes. Con el equipo de Gastón Portal, toda gente de 30 años para abajo, empecé laburando, me formé, conocemos nuestras mañas y ventajas. Tenemos un código de humor afín, que tiene que ver con el absurdo y con la insinuación. También consideramos que este es un año muy especial, por el tema del bebé. Hay que parar para que lo amamante, dispongo de tiempos más complicados, pero la situación fue planteada antes de firmar contrato. Para mí es una tranquilidad, porque soy bastante obsesiva con el laburo. Soy responsable: si firmo un contrato me gusta cumplirlo, y si adquiero un compromiso con un hijo es copado estar bien y dedicarle un tiempo, sobre todo en el primer año.
Conductora y actriz
-¿Te resultó complicado enfrentar sola la conducción de un programa?
- Haciendo el piloto me divertí como si estuviera jugando. En general, no me tomo demasiado en serio nada de la televisión. Creo que es saludable.
- En general, se acusa a las mujeres de carecer de sentido del humor.
-No creo mucho en esa división entre el género masculino y femenino. Hay gente que es divertida o no. Yo tengo muchas amigas y la paso bárbaro, y en el medio conozco muchas mujeres con humor. Es una actitud de vida. En el programa, por ejemplo, soy yo y me divierto, no me pidas que haga una historia como actriz. En realidad, inicialmente hubo un armado en "P.N.P.", se pensó un personaje. Pero se fue perdiendo cada vez más, y el último año fui yo, conduciendo junto a Raúl. Obviamente, uno siempre tiene un personaje armado, no sólo ante las cámaras, pero en este caso coinciden el uno y el otro. Y el programa nuevo está armado para mi, con los pro y los contra que eso tiene, y que va "en gusto del consumidor".
-¿Porqué todavía no se definió el nombre del programa?
-Se iba a llamar "Fuerte ese aplauso", pero ya estaba registrado. Después propusiomos "Estamos en el aire", pero hay uno similiar, con lo cual también parece que hay problemas.
-En el futuro, te imaginás trabajando como conductora, periodista o actriz?
-En televisión me siento muy cómoda como conductora. Periodista no soy y, como actriz, por ahora despunto el vicio en el taller. Sigo con Alezzo, ya pasé a seminario, soy la típica que sigue y sigue. Aparte, si no estudiara teatro me pasaría la vida mirando televisión, entonces es una forma de tener un lugar donde me pueda formar, aprender, donde desarrollar un montón de cosas, sino no podría, y aparte tengo el honor de estar estudiando con un mito viviente, y un maestro supergeneroso y divertido. Un tipo muy interesante.
-¿Trataste de insertarte en el medio como actriz?
-Propuestas, sin buscarlas, tuve, pero no acepté. Lo que me ofrecían, no lo sentí para mí, no era el momento ni el lugar. Y yo elijo el placer, para todo, así salgo perdiendo plata siempre. Pero bueno, es una actitud de vida, es lo que hace que me siga divirtiendo.
"PNP fue una etapa que ya se cumplió"
Durante tres años, la dupla conformada por Raúl Portal y Federica Pais fue la cara visible de P.N.P., ciclo dedicado a recolectar desopilantes "bloopers" televisivos. La fórmula repercutió en el público, y también mereció el reconocimiento de la crítica. Por su primera temporada de trabajo, Pais ganó el premio Martin Fierro en el rubro "Revelación" . Por la temporada 96, P.N.P. está ternado en el rubro "Programa de humor", junto a "El Palacio de la Risa", que conduce Antonio Gasalla y "El Show de Videomach" de Marcelo Tinelli. Aunque desde que inició su carrera es una "niña mimada" de APTRA, Federica confiesa que la ceremonia de "entrega de premios" no la divierte demasiado, y se pone un poco seria para analizar a los ternados que compiten con P.N.P. este año.
-¿Ahora que estás en tu casa, ves P.N.P.?
-Vi el primer programa de este año, los otros dos coincidió que no estaba en casa.
-¿Y qué sensación tuviste?
-Que fue una etapa cumplida. Fue alucinante, porque pensé que me iba a rayar, y no, fue aliviado. Fue bárbaro y estuvo bien.
-Este año P.N.P. vuelve a estar ternado, junto a Gasalla y "El show de Videomach". ¿Qué opinás de los competidores?
-A Gasalla lo miro, me encanta su humor. A "Videomach", completo, no lo vi nunca. Me da lástima que en la terna no esté "Cha cha cha", porque el "gordo` Casero me parece un genio. Pero esas ya son sutilezas y opiniones de cada uno.
-Los programas ternados son muy diferentes entre si.
-Lo que me explicaron, y me parece lógico, es que no se pueden crear nuevos rubros todo el tiempo, con la velocidad que aparecen nuevas cosas en televisión, porque sino la ceremonia se extendería durante dos años. Tienen razón.
-¿Te divertís en la entrega de premios?
-Mucho no, pero no soy de salir. No aparezco demasiado, si no me pedís una nota no me engachás en estrenos o en cócteles.
-¿Es una elección ideológica?
-No, ni siquiera, no es tan profundo. No me divierte, me canso, es de noche, hay que arreglarse. No me interesa, es tan simple como eso.