Pappier, una figura del cine
Con Ralph Pappier, fallecido a los 84 años luego de una larga enfermedad, el cine argentino pierde a una de sus figuras emblemáticas de las décadas del cincuenta y del sesenta en el campo de la dirección y de la escenografía.
Pappier había nacido el 16 de enero de 1914 en Shanghai, China, y desde su adolescencia se sintió atraído por las artes plásticas. En 1936 llegó a la Argentina y muy pronto, con un enorme bagaje cultural, se incorporó a los departamentos escenográficos de los estudios Pampa Film, San Miguel y Artistas Argentinos Asociados.
Su idea de la concepción arquitectónica y su fina sensibilidad le permitieron ambientar casi setenta films -entre ellos, "En el viejo Buenos Aires", "La guerra gaucha" y "Tres hombres del río"-, aunque su meta apuntaba a la dirección. En 1947, y junto a Homero Manzi, realizó "Pobre mi madre querida", su primer largometraje, al que siguió, y también juntamente con Manzi, "El último payador".
Con un ya maduro oficio como realizador, en 1950 rodó "Escuela de campeones", una cálida historia en torno de los primeros pasos del fútbol en la Argentina, a la que siguieron "Ayer y hoy" (posiblemente su obra menos difundida), y "Caballito criollo", poética trama en la que se destacó el protagonismo de Enrique Muiño.
Su filmografía continuó con "El festín de Satanás", último trabajo para el cine nacional de Tilda Thamar; "La morocha", con una inolvidable Tita Merello; "Delito", "Operación G" y "Allá donde el viento brama". Otras tendencias y diversos avatares que comenzaron a opacar el brillo de la cinematografía argentina hicieron que la trayectoria de Ralph Pappier se espaciase cada vez más, y en 1965 dirigió "Esquiú, una luz en el sendero", que sería su película postrera. En los últimos años, Pappier permaneció internado en una casa de salud y su nombre, si bien había quedado sumido en cierto olvido, nunca desapareció de la histórica trayectoria de nuestro séptimo arte. Sus restos recibieron sepultura ayer en el Cementerio Alemán.
Con Ralph Pappier, fallecido a los 84 años luego de una larga enfermedad, el cine argentino pierde a una de sus figuras emblemáticas de las décadas del cincuenta y del sesenta en el campo de la dirección y de la escenografía.
Pappier había nacido el 16 de enero de 1914 en Shangai, China, y desde su adolescencia se sintió atraido por laa artes plásticas. En 1936 llegó a la Argentina y muy pronto, con un enorme bagaje cultural, se incorporó a los departamentos escenográficos de los estudios Pampa film, San Miguel y Artistas Argentinos Asociados.
Su idea de la concepción arquitectónica y su fina sensibilidad le permitieron ambientar casi setenta films -entre ellos "En el viejo Buenos Aires", "La guerra gaucha" y "Tres hombres del río"-, aunque su meta apuntaba a la dirección. En 1947, y junto a Homero Manzi, realizó "Pobre mi madre querida", su primer largometraje, al que siguió, y también conjuntamente con Manzi, "El último payador".
Con un ya maduro oficio como realizador, en 1950 rodó "Escuela de campeones", una cálida historia en torno de los primeros pasos del fútbol en la Argentina, a la que siguieron "Ayer y hoy" (posiblemente su obra menos difundida), y "Caballito criollo", poética trama en la que se destacó el protagonismo de Enrique Muiño.
Su filmografía continuó con "El festín de Satanás", último trabajo para el cine nacional de Tilda Thamar; "La morocha", con una inolvidable Tita Merello; "Delito", "Operación G" y "Allá donde el viento brama". Otras tendencias y diversos avatares que comenzaron a opacar el brillo de la cinematografía argentina hicieron que la trayectoria de Ralph Pappier se espaciase cada vez más, y en 1965 dirigió "Esquiú, una luz en el sendero", que sería su película postrera. En los últimos años Pappier permaneció internado en una casa de salud y su nombre, si bien había quedado sumido en cierto olvido, nunca desapareció de la histórica trayectoria de nuestro séptimo arte. Sus restos recibieron sepultura ayer en el Cementerio Alemán.
Más leídas de Espectáculos
Carolina Herrera deslumbró en la presentación de su colección Resort 25 en Ciudad de México
"Tengo una nueva reunión". Massaccesi define su futuro, tras la salida de Lapegüe de TN, y Nelson Castro le pone un punto final a los rumores
"Pacto de sangre". Airbag: la banda que sobrevivió a estafas, sigue “al costado” de las modas y llena estadios