Padre Pedro: miserias humanas en una intensa contienda
Autor: José Ignacio Serralunga / Elenco: Jorge Fernández Román y Ricardo Torre / Dirección: Matías Gómez / Luces: Ricardo Sica / Escenografía: Javier Parada / Vestuario: Patricio Ramírez Barahona / Sala: Espacio Callejón, Humahuaca 3759 / Duración: 55 minutos / Funciones: domingos, 20.30 / Nuestra opinión: muy buena
Ganadora de una mención en el Concurso de obras inéditas del Fondo Nacional de las Artes, en 2008, Padre Pedro tuvo varias representaciones con distintos actores en el interior y ahora llegó a nuestra ciudad.
Escrita por el dramaturgo, actor y director santafecino José Ignacio Serralunga, cuestiona la moral, el perdón como es tratado por la religión católica y cuáles son las fronteras que separan el bien del mal, o cómo los hombres son capaces de juzgar a los otros, según las conveniencias de cada uno.
La obra aborda una relación de tres, solo que en el escenario se ubican únicamente el padre Pedro y Dante, monaguillo y ayudante de esa parroquia de pueblo en la que sucede la acción. El tercer personaje que provoca el conflicto es Ángeles, mujer de Dante, de la que se habla, pero nunca aparece en escena.
Diseñado con exactitud y sólidos recursos narrativos, el texto de Serralunga toma como punto de partida un diálogo que por instantes despierta risas en el público. Tal vez por esa ingenuidad o inocencia que identifica al monaguillo. Pero más tarde la cuestión se va poniendo más tensa. En especial cuando este último le confiesa al sacerdote una sospecha, pensando que el religioso va a poder responder todas sus dudas. Al no hacerlo, la relación adquiere una violencia casi extrema y ambos hombres terminan acusándose de una situación inesperada, de la que los dos son cómplices.
Es un drama que va desmenuzando con precisión varios secretos que unen a esos personajes. Apunta a la médula del espectador y lo hace de a poco, despistándolo primero para asestarle después un cross a la mandíbula. Desnuda debilidades y contradicciones humanas. Pareciera que su fuente de inspiración son las crónicas policiales y ubica al que observa inesperadamente en el lugar de juez y cómplice de una situación de violencia de género, que parece no tener fin, a raíz de la complicidad de esos hombres dispuestos a esconder una verdad que si sale a la luz los precipitaría al abismo.
Matías Gómez, el director, eligió con acierto ese simbólico cuadrilátero de boxeo, en el que en uno de sus ángulos se ubica la estatua de una Virgen. Ricardo Torre y Jorge Fernández Román definen muy bien la variedad de matices por las que deben atravesar Dante y el padre Pedro, exponentes de las más despreciables miserias humanas.