Ozzy y Sharon Osbourne: un amor violento, lleno de adicciones y pedidos de perdón
Infidelidades, alcohol, drogas y un intento de homicidio, en un romance que comenzó hace 39 años y que desafía todas las convenciones
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En un mundo en el que las parejas duran poco y basta un escándalo mediático para terminarlas, el matrimonio entre Ozzy y Sharon Osbourne no sólo se encamina a cumplir cuatro décadas sino que desafía a todas las convenciones y apariencias, con engaños, intrigas familiares y violencia. “Varias veces estuve a punto de perderla... pero tuve mucha suerte y aún hoy ella me elige a pesar de mis errores. Supongo que para nosotros el ‘vivieron felices para siempre’ es aburrido sin un poco de rock”, aseguró el músico cuya vida es el centro de una biografía que el canal A&E estrena esta noche.
Y es que el romance entre Ozzy y Sharon es cualquier cosa menos normal: a lo largo del tiempo ha pasado por diferentes etapas y siempre estuvo rodeado de excesos, obstáculos y hasta violencia. Todo comenzó en 1970 cuando ambos se cruzaron por primera vez. El padre de Sharon, Don Arden, se había hecho cargo del manejo de Black Sabbath y la joven, de 19 años, trabajaba como su recepcionista. El encuentro con El Príncipe de las Tinieblas no fue exactamente amor a primera vista.
“Ozzy entró en la oficina de mi padre sin zapatos, con un grifo de agua colgando de su cuello y se sentó en el suelo. Yo estaba aterrada, no entendía quién era este loco”, confesó ella. Él, sin embargo, no tuvo nada de miedo: “Cuando la vi me enamoré de ella, pero no me di cuenta hasta mucho después. Con el tiempo entendí qué me encantaba de Sharon: su risa contagiosa, que hace que todo el mundo esté feliz a su alrededor. Luego descubrí que era una gran mujer y que podía enfrentar el desafío de salir con alguien como yo”, recordó.
Y es que para comienzos de la década del 70 las circunstancias aún no estaban dadas como para un romance: el rockero estaba aún casado por ese entonces con su primera esposa, Thelma Riley, con quien tuvo tres hijos, Elliot, Jessica y Louis.
Bajo el mando de Arden, Black Sabbath logró consolidarse como uno de los grupos musicales del momento y ampliar su público, pero cuando su líder comenzó a interesarse sentimentalmente en su hija, las cosas se complicaron. En 1979 la banda decidió echar a Ozzy de la agrupación y Sharon dejó de hablarse con su padre por más de dos décadas. Según contó por aquel entonces la joven, en la última reunión que tuvieron discutieron tanto que los perros de su padre la tiraron al piso y la atacaron. Producto de ese episodio, ella perdió un embarazo.
Años más tarde, Sharon reveló en su autobiografía que creció envuelta en la violencia que generaba su propio padre, quien activamente intentó sabotear su romance con Ozzy. Arden era famoso por su manera agresiva de trabajar y, de acuerdo con este relato, mantenía ese espíritu también en su vida privada. De hecho, jamás conoció a sus nietos, quienes crecieron creyendo que su abuelo estaba muerto.
Lejos de Black Sabbath y de Arden, Ozzy y Sharon se casaron en Hawai el 4 de julio de 1982. No fue la fecha idílica que ellos esperaban. “El día que me casé tomé tanto que no llegué al dormitorio. Literalmente: no llegué. Me encontraron boca abajo en el pasillo del hotel, inconsciente. Ella se enojó y pasó el resto del viaje sola. Me gustaría volver el tiempo atrás sólo para poder pasar mi noche de bodas en la cama con mi esposa”, aseguró el cantante.
Este mal paso inicial no impidió que pronto la familia se agrandara y en tiempo récord. En los dos años siguientes al casamiento la pareja tuvo dos niñas, Aimee y Kelly, y un niño, Jack. Los tres se criaron entre giras y grabaciones de su padre, que era asesorado y manejado por su esposa. Sin embargo, las adicciones del cantante pusieron la vida de todos en riesgo en más de una oportunidad.
En 1989 Ozzy atacó físicamente a Sharon y fue arrestado por la policía luego de que la mujer activara un botón de pánico que tenía consigo. No se trató de un hecho menor, ya que los cargos que le hicieron al músico fueron por intento de asesinato. De acuerdo a lo que ambos recordaron en el documental de A&E Las nueve vidas de Ozzy Osbourne, el consumo problemático de alcohol y drogas del rockero podría haber disparado una reacción paranoica de su parte. “Estábamos los dos en casa, con las persianas bajas y a oscuras. Él estaba en la planta de arriba, en silencio. De repente escucho que baja en calzoncillos y se sienta frente a mí. Me mira fijo y me dice: ‘Hemos llegado a la decisión de que debés morir’. Y se abalanzó hacia donde estaba y comenzó a estrangularme”.
De acuerdo a lo que le contó Ozzy a la revista People en 2005, esos episodios eran frecuentes, pero él no tenía control de lo que sucedía a pesar de que sus acciones eran muy elocuentes. Cuando tomaba mucho alcohol durante varios días, perdía el conocimiento, pero tomaba decisiones violentas: “Mi mayor temor era despertarme en una celda de la Policía y que una anciana le dijera a un oficial: ‘él es quien atropelló a mi esposo’ o ‘ese es el tipo que golpeó a mi hijo en la cabeza con un hacha’, señalándome”.
Aún aterrada, Sharon decidió darle una nueva oportunidad a la pareja: “Fui afortunada de poder reaccionar y poner un límite. Un juez lo condenó a seis meses de tratamiento psiquiátrico y conductual, en el que pudo reflexionar sobre sus actos. Cuando volvimos a vernos, le dejé en claro que no quería el dinero ni la fama. Le dije: ‘Si volvés a hacer esto o te voy a matar o vos me vas a matar a mí, ¿realmente querés eso para los niños?’”.
A comienzos del siglo XXI, mientras la carrera musical de Ozzy comenzaba a transitar una meseta, la familia entera (a excepción de Aimee, quien siempre evitó la exposición mediática) decidió hacer un reality show para MTV. Estrenado en 2002, y con cuatro exitosas temporadas, The Osbournes fue un ciclo pionero en el género y volvió a todos caras conocidas a nivel mundial.
La familia disfuncional que venía de Birmingham a vivir a una mansión en Beverly Hills estaba llena de conflictos y problemas que todo su dinero no podían controlar, como perros que hacían sus necesidades en cualquier lado, pero que nadie quería sacar a pasear porque se sentían “artistas” o estaban muy ocupados como para limpiar. “Soy una estrella de rock, no levantaré mierda del piso”, era una de las frases más recordadas del músico.
Durante ese tiempo Sharon fue diagnosticada con cáncer de colon. Luego de una dolorosa primera etapa de quimioterapia, sus médicos le recomendaron que hiciera una vez más el tratamiento porque no habían conseguido los resultados esperados. Sin embargo, ella no quería volver a pasar por todos los dolores y las incomodidades y se negó. Desesperados, los Osbournes consiguieron un aliado inesperado, Robin Williams. El actor pasó una hora junto a la enferma, le habló sobre cómo podía enfrentar su segunda ronda de tratamiento y logró convencerla. “Robin Williams salvó la vida de mamá, no creo que haya palabras en el mundo para describir cuánto significó para nosotros”, escribió en su autobiografía Kelly.
Una década más tarde, con Sharon convertida en una columnista de programas vespertinos de televisión, Ozzy volvió a caer en adicciones y puso en peligro su relación. En una carta abierta publicada en su perfil de Facebook en 2013, reveló: “Durante el último año y medio he estado bebiendo y consumiendo drogas. Estaba en un lugar muy oscuro y era una carga para lo que más amo de este mundo, mi familia. Sin embargo, me alegra decir que ahora llevo 44 días de sobriedad, Sharon y yo no nos vamos a divorciar porque sabe que intento ser una mejor persona. Me gustaría disculparme con Sharon, mi familia, mis amigos y mis compañeros de banda por mi comportamiento loco durante este período y pedirle perdón especialmente a mis fans”.
Sin embargo, las aguas volvieron a agitarse en 2016 cuando Sharon descubrió que su esposo le estaba siendo infiel. Todo ocurrió por un accidente insólito: él mismo, por error, le envió un correo electrónico que estaba destinado a su amante. “Me destruyó enterarme de eso... ¡y de esa forma! Me envió a mí un e-mail que estaba destinado a una de sus mujeres. Así que cuando debía tomar sus pastillas para dormir, yo, furiosa, le puse dos pastillas extra en su bebida para dejarlo atontado y lo interrogué. Fue increíble: le pregunté cada detalle y me reveló todo. Sé que está mal, pero de otro modo nunca me hubiera dicho la verdad”, aseguró Sharon.
Para Ozzy fue otro momento de vergüenza del que se arrepiente: “Cuando Sharon lo descubrió... sé que le rompí el corazón. Después de mi confesión ella corrió a mi armario y con un par de tijeras cortó todas las mangas de mis abrigos y me dijo que la próxima vez me cortaría los brazos”, recordó.
“Ojalá no hubiera hecho esa estupidez, pero ya no puedo deshacerlo. Al final entendí que el dicho era cierto: nunca sabés lo que has tenido hasta que lo perdés y yo estuve a punto de perder a lo grande. Conocer a Sharon es lo mejor de mi vida”, aseguró en aquel momento. Si bien pasaron unos meses separados, volvieron a convivir y hasta renovaron los votos matrimoniales.
El reciente anuncio de que Ozzy vive, desde hace años, con un diagnóstico de enfermedad de Parkinson parece haber calmado las aguas entre ellos y haber instalado un poco de paz dentro de la familia.
En la visión de Kelly, la hija menor de la pareja, lo de sus padres es una complicada, pero sincera relación de cariño: “Creo que ellos me mostraron lo que es el verdadero amor pero, también, que ¡nunca lo voy a encontrar yo! Realmente, y siendo muy honesta, creo que historias como la suya ya no ocurren”, aseguró.
La historia de Ozzy y Sharon es uno de los relatos de Las nueve vidas de Ozzy Osbourne, que incluyen la participación de compañeros de Black Sabbath, varios artistas a los que influenció como Rob Zombie y se verá esta noche a las 22:50 por la pantalla de A&E.
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