Outlander volvió con dos capítulos a pura adrenalina
Claire y Jamie siguen sufriendo por amor mientras se revelan algunos de sus secretos y sus vidas vuelven a estar en peligro
Regresó Outlander con dos capítulos no aptos para cardíacos, con mucha adrenalina, sucesos inesperados y más desenlaces imprevisibles. Muchos afirman que comprimir Voyager (la tercera novela de la saga de Diana Gabaldon) en una sola temporada puede resultar un reto para los guionistas… Y ciertamente hay demasiados giros en estos dos capítulos nuevos (incluyendo incendios, reapariciones, muerte y secuestros) como para marear un poco al televidente. Veamos qué sucedió en poco tiempo, y como siempre, si no viste los últimos episodios, mejor abstenerse de leer esto porque...¡hay spoilers!
Antes del breve descanso que se tomó la serie, Claire había terminado en una situación bastante comprometida, nuevamente amenazada físicamente, a punto de ser abusada por un matón que había entrado al cuarto de ambos en el burdel, buscando trapillos sucios para poder extorsionarlo. El hombre, John Barton, era un enviado de Sir Percival. Recordemos que el nuevo trabajo part-time de Jamie era contrabandear alcohol. En un forcejeo digno de Claire, Barton cae al suelo, se golpea la cabeza y queda inconsciente. En esto entra Jamie al cuarto, y lo que sucede por más absurdo que pueda parecer es también característico del personaje de Caitriona Balfe : fiel al juramento hipocrático que tomó como médica, Claire, decide que este hombre merece ser salvado. Entonces pide a Jamie y la gente del burdel que la ayuden a conseguir las cosas que necesita para darle chance de sobrevivir. Mientras Jamie y los demás cuidan al maleante, y Fergus y Ian menor (el sobrino de Claire e hijo de Ian y Jenny que también reaparece en el episodio seis) mueven los barriles de licor almacenados en el sótano del burdel, Claire corre a un boticario a conseguir insumos.
Típico de la “Sassenach" también de meterse en más embrollos de los que puede manejar, luego, se compromete a pasar a revisar a una paciente a pedido de un hombre que le dejó su turno en el local. Al mismo tiempo, Sir Percival aparece en el burdel demandando revisarlo, pero por suerte los muchachos ya movieron todo, y ante la vista preocupada de la madama del lugar, todos respiran aliviados. Jamie le encarga a los chicos que se deshagan rápido de la carga, vendiéndola al mejor postor y tratando de perder lo menos posible, a lo que el joven Ian resulta ser un gran negociante, sacando una tajada jugosa. Luego, ambos jóvenes se van de festejo a una cantina, donde Fergus (ya grande y hecho todo un casanova) le enseña cómo conquistar a la chica que le gusta, una cantinera del lugar.
A todo esto, Claire, no contenta con haber tratado a Barton (haciendo un agujero en el cráneo para aliviar la presión del golpe que finalmente no funciona), se va a tratar a la nueva paciente. Resulta ser una vidente, o al menos eso cree su hermano, a quien luego de revisar, entiende que es sólo una mujer con algún tipo de enfermedad mental. Sin mucho más que poder hacer, se despide del hombre recomendándole que no le de más láudano de día. Ambos están por realizar un viaje a las Indias de Occidente, y queda flotando la sensación de que estos dos personajes volverán a reaparecer en algún momento.
El episodio se continúa con una sucesión de hechos más o menos esperables y fortuitos, Ian mayor reaparece, se shockea al ver a Claire (de nuevo es un poco chocante ver cómo los demás envejecieron, mientras que la dupla central permanece más o menos igual), y pregunta por su hijo. Jamie hace como que no lo vio, y ella se enoja con él. Ambos le mienten, pero Claire le resiente que no piense en cómo se siente un padre -un golpe un poco bajo teniendo en cuenta que Jamie es padre de dos chicos ausentes en su vida ahora. Ian junior se va de parranda, es seguido por un secuaz de Percival a la imprenta, y luego de un forcejeo se prende fuego el lugar. Jamie salva a Ian, y ante el pedido de Claire de llevarlo de nuevo con sus padres... y el hecho de que acaba de perder todo y su vida está nuevamente en peligro, los tres emprenden el regreso a Lallybroch.
Con esto llegamos a “First Wife”, que como su título indica, hace referencia a un secreto que Jamie ha estado guardando de la que ahora sabemos, es su primera esposa. Para este momento Claire empieza a tener una crisis de fe, primero deprimida por perder un paciente (si bien sabe que no faltará oportunidad para seguir aplicando sus conocimientos en el viejo continente), luego llegando a la conclusión de que desde que llegó sólo le ha traído problemas a Jamie. Y aparentemente no es la única que piensa de esa manera, ya la llegada a la querida Lallybroch es mucho menos amable de lo que la pareja espera. Jenny e Ian mayor están enojados con Jamie por ocultarles que su hijo se había fugado para trabajar con él como contrabandista, y tiene que castigarlo, aunque intenta explicarle a Jenny que ya no es un niño.
El tiempo ha pasado, los chicos han crecido y tenido sus propios hijos, Jenny se ha endurecido (y tiene algunas canas), pero sobre todo, inteligente y sensible como es, no sólo se preocupa por el bienestar de su hermano, sino que desconfía de la vuelta de Claire. Ella sabe que le ocultan algo. Los amantes hablan de la posibilidad de contarle todo, pero finalmente deciden que su hermana jamás podría comprender el origen real de Claire, así que continúan con la mentira de que ella lo creyó muerto y zarpó para América, viviendo y casándose en Boston, y tratando de dejar su pasado detrás hasta que supo que estaba vivo -parte de esta historia, sabemos, es verdad.
La cosa se complica cuando la mentira finalmente sale a la luz, en el intermedio Jamie se casó con nada más y nada menos que la archienemiga de Clarie: Laoghaire (la sirvienta rubia que había acusado a nuestra heroína de bruja en la primera temporada). Y no sólo eso, Laoghaire desde luego tiene el peor timing para aparecer, irrumpiendo en el cuarto de ambos cuando Jamie está por contarle, y con dos nenas, una de ellas pelirroja. El corazón de todo fan se congeló por unos segundos. Eso, hasta que nos enteramos que: a) no son hijas de él, b) no vivieron juntos casi nada y Jamie se casó más por cariño a las chicas y por miedo a la soledad que otra cosa, y c) desde luego, nunca estuvo enamorado de ella. Pero ya no hay explicación que valga, Claire sale corriendo y llorando de la habitación. Al día siguiente tratando de irse de Lallybroch, es detenida por Jamie que le dice que viajó 200 años en el tiempo para encontrarlo y que no le dijo porque no quería perderla de nuevo, Laoghaire aparece con una pistola dispuesta a matar a Claire, y como siempre, la liga nuestro héroe.
En el capítulo se comprimen demasiados eventos, pero todo termina de la peor manera: luego de que Claire cura a Jamie (gracias a dios por esas herramientas modernas de cirugía que se trajo y los carritos de penicilina), y luego de que confronta a Jenny (ella le había avisado a Laoghaire que Claire había vuelto) y le pide una segunda oportunidad y que confíe en ella, ambos son visitados por un abogado que les comunica que la segunda esposa le está haciendo juicio a Jamie. ¿La solución? A ambos no se les ocurre mejor que idea que ir a buscar aquel cofre de joyas que el protagonista descubre a comienzo de temporada en una isla cercana a Lally (recordemos, gracias a las palabras de un moribundo y pensando que allí iba a encontrar a la dama blanca/Claire). Entonces le piden autorización a los padres para llevarse a Ian, que nadará a la isla en busca del cofre, para luego zarpar a Francia y cambiarlas, y con eso pagarle a su ahora ex-esposa.
De más está decir que NADA sale como lo planearon, y mientras el joven y buen nadador Ian junior llega a la isla y recupera las joyas, y la pareja discute, un barco se aproxima sigiloso por el horizonte al mismo lugar. Desembarca, toma prisionero a Ian y zarpa, todo ante los ojos de sus tíos, que contrario a lo que le prometieron a sus padres, no cuidaron muy bien que digamos a su nuevo pupilo. No sabemos cuál será el futuro como pareja de la Sassenach y Jamie, pero lo que seguro sabemos es que ahora hay asuntos más urgentes que resolver. Y por lo que el elenco reveló en entrevistas recientes (filmaron en Sudáfrica) y las pocas fotos de producción que se han visto en las redes sociales, sabemos que la acción transcurrirá en un barco, habrá viajes, aventuras, ¿piratas? y una misteriosa peste a bordo.
¿Dónde y cuándo verla? Los nuevos episodios de la tercera temporada de Outlander se pueden ver los lunes, a las 22, en FOX Premium, y al término están disponibles en la App de Fox y en el servicio on demand de Flow.
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