Outlander: Jamie cumple un anhelado sueño mientras Claire sigue buscando a su enamorado
En el nuevo capítulo de la serie, vimos a nuestros protagonistas seguir lidiando con su doloroso presente
El nuevo capítulo de Outlander , “Of things lost”, dejó a más de un fan de la serie boquiabierto. No tanto por el tenor de los sucesos que se fueron revelando con el paso de los minutos, si no porque para todo el que no leyó el libro, un hecho puntual e inesperado revirtió uno de los deseos incumplidos que el personaje de Jamie (Sam Heughan) ha tenido por lo menos desde la primera temporada. ¿Listos para zambullirse de lleno en el recap de esta semana? Antes, avisamos para los desprevenidos: ¡hay spoilers!
Este cuarto episodio nos propuso un flash-forward a unos meses, luego de que Lord John Grey (David Berry) deja a Jamie en su nueva residencia: Hellwater. Allí conocimos por primera vez a su propietario, Lord Dunsany y su familia, su esposa y sus dos hijas. Como el propio Grey le había advertido, debe guardar su pasado como convicto y jacobita y mantener oculto su origen escocés, ya que la dueña de la casa no mira con simpatía a los rebeldes, dado que ha perdido a su hijo en manos de los sediciosos. Dicho esto, Jamie parece haber recuperado cierto viso de normalidad, trabajando como peón en los establos y al servicio de la familia Dunsay. Esto es, claro, hasta que la hija mayor pronta a casarse con un Lord muy rico posa sus ojos sobre él. Caprichosa y mandona, en contraste con su hermana menor, una joven comprensiva y atenta, se hace odiar desde que entra en escena, por supuesto. Luego de una cabalgata en donde ella le demanda a Jamie saber su opinión sobre su nuevo -y viejo- prometido, intuimos que la heredera está buscando algo más. Mientras tanto el tiempo pasa, y Grey cumple su promesa de visitar a su viejo enemigo -ahora devenido en confidente-, volviendo a compartir juegos de ajedrez y charlas con él. El inconveniente surge cuando Hellwater recibe también la visita del hermano mayor de Grey, aquel general que a punto de ejecutarlo junto con el resto de los jacobitas en el primer episodio de esta temporada, lo reconoce por el soldado que le perdonó la vida a su hermano y lo devuelve maltrecho a Lallybroch. La hija rebelde nota que estos hombres se han cruzado caminos en el pasado, obliga al hermano mayor de Grey a hablar, y con esta información revelada, traza su plan: obliga al protagonista a acudir a sus aposentos para quitarle su virginidad antes de contraer matrimonio.
El pobre Jamie, ya acostumbrado a que los chantajeen y le exijan favores sexuales, no ve otra alternativa que acceder (de lo contrario revelaría su pasado, lo despedirían y debería volver a la cárcel, además de traerle problemas a su familia). Las escenas que suben la temperatura en pantalla, muestran que lo que la hija de Lord Dunsay en verdad busca es una experiencia antes de quedar atada de por vida a un hombre que no ama. El acto se consuma, los recién casados se van de la propiedad y todo regresa a la cotidianidad. Otro flash-forward de por medio, vemos a la pareja regresar, pero con un regalo inesperado: un niño en el vientre.
De nuevo en el siglo XX, Claire (Caitriona Balfe) lucha con sus deseos de seguir la búsqueda de Jamie de la mano de Brianna y Roger, y la frustración que le genera cada contratiempo que va apareciendo. Asimismo, recibe la llamada de un colega instándola a volver. La labor del grupo se complica: no hay registros escritos de Jamie, luego del cierre de la cárcel, ya que como fue sacado por Grey a Hellwater no corre la misma suerte que el resto de los convictos (embarcados a las colonias para servir de esclavos) le pierden el rastro. A su vez, la labor de la búsqueda de su verdadero padre, acerca a madre e hija, quiénes van forjando una nueva relación, si bien “Brie” teme que cuanto más cerca están de encontrarlo pierda a su madre.
En uno de los momentos más dramáticos del capítulo, no apto para sensibles, confirmamos nuestras sospechas: el hijo que va en el vientre es de Jamie, ya que la joven nunca llegó a acostarse con su marido, pero luego de un parto complicado, ella muere dejando en manos del Lord al recién nacido; quién con el orgullo herido primero amenaza con llevarse al niño y luego con sacrificarlo. Jamie, quien se entera de la paternidad del niño y de la muerte de la madre, se siente responsable por la criatura, razón por la cual intercede y mata al noble enfrente de los dueños de Hellwater (quienes encubrirán el suceso y lo harán pasar por una accidente, agradecidos de por vida con este acto heroico que salvó a su nieto y heredero).
Nos adelantamos nuevamente en el tiempo (sí, todo el capítulo es así), y vemos a Jamie en pleno rol de padre, aunque de forma indirecta, ya que ni el niño o la familia lo saben. Su puesto le ha permitido criarlo a la distancia y pasar tiempo con él, y la única que conoce su vínculo real es la hermana menor y Grey, quienes (pese a las inclinaciones afectivas de éste último por el pelirrojo) están comprometidos a casarse. Al fin, el sueño del protagonista de volverse padre se ha cumplido, no exactamente como lo imaginaba, pero es una realidad. Es por ello que cuando la dueña de casa le propone devolverle su libertad y extenderle un perdón legal por todo lo que ha hecho por la familia Dunsay, Jamie se niega para permanecer cerca del pequeño.
El presente en este capítulo no se caracteriza por mostrar demasiada emoción o acción. Motivados por la idea de que Jamie podría aparecer en los archivos nacionales de Escocia, el grupo de detectives de la historia improvisados, se traslada para seguir indagando. Luego de ilusionar a Claire, se encuentran con un aparente callejón sin salida que hace que nuestra heroína tome la decisión que todos venimos anticipando: regresar a Boston e intentar continuar con su vida. Al fin y al cabo, como ya le había advertido la esposa del reverendo (y madre de Roger), nada se gana “persiguiendo fantasmas en vida”. Y entonces, así sin mayor parsimonia, Claire y Brianna regresan a Boston.
Finalmente, luego de algunas situaciones un tanto sospechosas (el parecido del niño cada vez más grande con Jamie y el apego de ambos) y las posible consecuencias de esto a futuro, Jamie entiende que lo mejor es, con su libertad recuperada y el bienestar del niño asegurado en lo material, dejar Hellwater. Ha salvado la vida de su hijo y lo ha criado hasta los 6 ó 7 años de edad, más no puede pedir. El episodio concluye con una imagen triste pero justa, Jamie alejándose del niño, que queda al cuidado de Grey y su flamante nueva esposa (que saben de la identidad de su verdadero padre), mientras que emprende un nuevo rumbo. Tanto Claire y Jamie, deben entonces, levantar la cabeza y reconstruir sus vidas... o lo que queda de ellas.
¿Dónde y cuándo verla? Los nuevos episodios de la tercera temporada de Outlander se pueden ver los lunes, a las 22, en FOX Premium, y al término están disponibles en la App de Fox y en el servicio on demand de Flow.
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