Oscar Bony y la muerte
Hasta el 17, en el MNBA, el último moderno; el autor de La familia obrera presenta una serie de autorretratos fotográficos a los que ha baleado con una pistola 9 mm
Autorretratos fotográficos que luego el autor se encarga de balear con una pistola muy poderosa, una 9 milímetros. Eso es lo que expone Oscar Bony en el Museo Nacional de Bellas Artes. Se titula El triunfo de la muerte y, como ocurre con cada muestra del artista, es de lo más intenso que se puede ver en Buenos Aires.
La obra de Bony, en realidad, siempre fue intensa, como su ya muy difundida Familia obrera, que presentó en las Experiencias Visuales 68 del Instituto Di Tella. Esa en la que el autor sentó a una La familia proletaria en una tarima, pagándole el doble de lo que el hombre ganaba como matricero. Tan perfecta era la obra que hace poco, cuando la rehizo para una muestra en la Fundación Proa, seguía causando un efecto molesto en el público.
Como muchos otros, Bony luego dejó el arte durante unos cinco años y después se fue a Italia, donde vivió y expuso -participó, por ejemplo, como invitado en la Bienal de Venecia de 1982-. En el 1993, Bony presentó en Buenos Aires una exposición que, con un criterio competitivo, podría decirse que está entre las cinco mejores muestras individuales de la década en el circuito porteño. Fue una reflexión sobre el recuerdo, la infancia y la identidad; una reflexión hermosa y triste.
Después de esa melancolía vino una muestra en el Recoleta. Tomó una sala y construyó un muro que dividía el sitio en dos y no permitía acceder al otro lado. De ese límite a otro límite, que es la muerte. En 1995 expuso sus primeros cuadros baleados y ahora el protagonista de esas obras es él. Generalmente, el término efectista es peyorativo; no es el caso de Bony, que muchas veces es efectista pero también profundo. Le gusta comunicar sus ideas con contundencia, y le interesa de manera especial la difusión masiva de lo que hace. Ese efectismo con sabor a vanguardia lo llevó en 1994 a lanzar, en la apertura de una muestra en la Fundación Banco Patricios, unos panfletos que calificaban de fascista al director de la entidad por no haberlo incluido en la muestra.
Jorge López Anaya, en la crítica que publicó el 23 de este mes en este diario define la muestra actual de Bony con una frase inspirada en Artaud: "El artista moderno, revolucionario y vanguardista, suicidado por la posmodernidad". Bony es moderno y se siente muy pero muy incómodo. El triunfo de la muerte exhibe a un artista en estado de lucidez desesperada.
Oscar Bony. Obra reciente. Hasta el 17 de septiembre, de martes a viernes, de 12.30 a 19.30; sábados y domingos, de 9.30 a 19.30. Museo Nacional de Bellas Artes. Av. del Libertador 1473. Gratis.
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