Onda Vaga en el Luna Park: la gran conquista del indie

Música regional y popular, a fuerza de madera y metales: cajón peruano, cuatro venezolano, guitarra criolla, percusión, vientos y bajo eléctrico, fue la fórmula con que Onda Vaga llevó anoche el fogón hasta el Luna Park –el primero solos- para presentar Magma elemental, su tercer disco recién editado en forma independiente.

Que el grupo haya pasado de una hippeada entre amigos en Cabo Polonio a principios de 2007, y de los shows para cien personas en El Nacional de San Telmo como incipiente fenómeno under, a los Konex y más Konex repletos hasta llegar al mítico Luna, es un triunfo que abrocha una etapa: la del boom de los cantautores folk y los pequeños formatos acústicos de la era post cromañón, que partió en dos la década 2000. Para esa porción del mapa indie, que va de Coiffeur hasta Julio & Agosto, con todo lo que hay en el medio, Onda Vaga alcanzó un mojón tan simbólico como real: llegar a territorio mainstream de manera autogestionada, sin apoyo de discográficas ni hits en radios masivas.

Ayer, apenas pasadas las 21 y con el estadio casi lleno, abrieron con "Tatarali", de Magma elemental, y sin intervalos recorrieron un setlist de treinta y tres temas que cubrió casi completa la discografía de la banda, un repertorio ultraadherente que el público cantó y bailó de principio a fin en un clima de fiesta popular. Los cinco OV, Tomás Gaggero, Marcelo Blanco, Nacho Rodríguez, Germán Cohen y Marcos Orellana comandaron desde la primera línea, seguidos por Alvy Singer en bajo, Facundo Flores en percusión, Santiago Castellani en tuba, y Juan Suárez y Nano Tonelli en trompetas.

Los invitados de lujo, Fito Páez, Palo Pandolfo, Pablo Dacal y Adrián Dárgelos, revelaron parte del ADN musical de Onda Vaga, esa fusión entre canción, tango, cumbia y folclore latinoamericano, que atraviesa la pampa y el Río de La Plata y llega hasta México, e incluso un poquito más arriba, cuando suenan a música fronteriza con esos vientos tan alla Caléxico. Páez subió en "Gilda" y siguió con una versión de su tema "Sasha, Sissí y el círculo de baba", con bombo en negras y un pulso de aires folclóricos. "Sería algo así como nuestro padrino", lo presentó Tomás Gaggero. "Genio" y "Poeta maldito" fueron los piropos para Dárgelos, que cantó "El fantasma" y "Lolita", con intención tanguera. Pandolfo subió en "Me pega fuerte", y Dacal llevó a su grupo, Las guitarras del tiempo, para "La Ronda", y volvió sobre la hora junto a Alfonso Barbieri para hacer "Mambeado", el punto más alto de la noche.

"Alquilamos el Luna Park, che, hagamos una más", gritó eufórico Gaggero antes del último bis, con una cuerda de la criolla rota. Y arrancó con "El Experimento": "Ay ay ay, este experimento, yo lo recomiendo", fue el estribo final.

Por Patricio Lange

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