On my block: deshilachada ficción adolescente en un barrio latino
On my block (estados unidos, 2018) /Creadores: Lauren Iungerich, Eddie Gonzalez y Jeremy Haft / Elenco: Sierra Capri, Jason Genao, Brett Gray, Diego Tinoco, Ronni Hawk, Peggy Blow, Julio Macias / Disponible en netflix / Nuestra opinión: regular
Inconsistente ficción adolescente que mezcla los tonos del reggaetón y los incipientes romances escolares con un trasfondo de criminalidad barrial, On My Block no consigue afirmarse en ninguno de los dos territorios. Toda la historia parece armarse a tientas, como si pidiera permiso en cada escena para presentar a sus personajes o hilvanar algunas situaciones. Evidentemente nacida del deseo de Netflix de seducir a un público púber, como al que se dirigen otras apuestas como The End of the F***ing World o Everything Sucks!, la serie creada por Lauren Iungerich (responsable de Awkward), Eddie Gonzalez y Jeremy Haft, no solo se encuentra demasiado ceñida a evidentes arquetipos sobre lo latino y lo juvenil, sino que equivoca el tono cuando delinea las banditas de los suburbios y desvirtúa el espíritu cuando intenta hacer comedia estudiantil.
La cuadra en la que todo sucede se encuentra en un barrio de población de origen latino y afroamericano en la ciudad de Los Ángeles que se construye como una frontera: entre la infancia y la adolescencia, entre la rebeldía y la delincuencia, entre la pertenencia y la exclusión. Monse, Ruby y Jamal son tres amigos que espían tras el muro la vida que está en esa otra parte: los placeres y las libertades de las que ellos no disfrutan, pero sueñan alcanzar. La serie toma entonces dos rumbos: el coming of age tradicional y sin demasiado vuelo que sigue el despertar sexual y los dilemas de secundaria de esos tres jóvenes mosqueteros; y la tensa convivencia con la pandilla de la cuadra y el intento de rescate del joven César -amigo del grupo, amigovio de Monse- del pasado delictivo de su familia.
Sin embargo, ese espacio que debería ser vital para entender los conflictos es apenas un telón de fondo: dos o tres casas que se reducen a las paredes con pósteres de las habitaciones, los pasillos del colegio o las veredas arboladas de esa cuadra imaginaria. Escapando de la nostalgia de épocas pasadas -estrategia de la que se han nutrido Stranger Things o la misma Everything Sucks!-, On My Block decide afirmarse en un presente que termina siendo demasiado abstracto para sus ambiciones. El intento de cruzar la comedia barriobajera con tópicos del drama gangsteril, a partir de un montaje al estilo de MTV, desemboca en una rusticidad infructuosa que incluso deja al descubierto algunos evidentes errores de continuidad. Si bien algunos personajes -como la Monse de la joven Sierra Capri- consiguen inspirar cierta empatía, otros se pierden en una grotesca ironía o en el subrayado intento de sintonía generacional.
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