Omar Cerasuolo: el oficio de la palabra
El conductor cordobés se define como un contador de historias y rescata el valor de divulgar buenos textos
Omar Cerasuolo es el conductor de "Tiempo de sumar", el programa que de lunes a viernes, de 9 a 12, se emite por Radio Nacional (AM 870). El locutor animador nacido en Río Segundo, Córdoba, está acompañado por Hugo Paredero, un periodista conocedor del mundo del espectáculo, que aporta al ciclo un bonus track con su impronta y su ácido sentido del humor. Nicolás Alvarez tiene a su cargo los comentarios y análisis deportivos; Adriana Baldesarri los temas culturales y Silvia Maruccio, la locución.
El equipo trabaja en total armonía, cada cual atiende su juego y su labor, dentro del contexto y estilo que Cerasuolo impone al programa: calidez, buen humor y tiempo para la reflexión. En este segmento horario, en 1998, Cerasuolo inauguró en FM La Folklórica (98.7) el muy escuchado "Malambo" que a partir del 99 se transmitió en dúplex con la AM. En agosto del año pasado, las autoridades de la emisora decidieron que Cerasuolo condujera en el mismo horario este programa de interés general, al que conductor se adaptó inmediatamente.
Dialogar con Omar Cerasuolo resulta una singular experiencia, que pone de relieve la coherencia del hombre con su discurso radial. No sólo por convocar a quien suscribe en un bar de Palermo Viejo ubicado en la calle Borges, cercano a los lugares por donde caminaba el escritor en su adolescencia (una placa así lo ratifica), sino porque nos espera leyendo la última obra de Mario Benedetti y porque principalmente, sin prisa y sin pausa, intercala durante toda la entrevista versos y fragmentos de poetas y autores de todo el mundo, de los que conoce vida y obra.
-En este ciclo intentamos cumplir al pie de la letra lo que sugiere el título ("Tiempo de sumar"), es decir somos un grupo donde realizan de la mejor manera su labor e interactuamos. Tratamos, como todo programa de la mañana que está en una franja muy competitiva, de brindar la mayor información posible, pero dentro de un esquema absolutamente alejado del grito, del escándalo y de las malas armas que suelen utilizar algunos programas con el objetivo de dar ritmo. Porque, en definitiva, los que hacemos radio, somos contadores de historias que no queremos aburrir a los que escuchan. Tengo muy frescos los recuerdos cuando nos reuníamos en Radio Rivadavia junto a Dolina, Badía, Graciela Mancuso y Marcelo Tinelli para escuchar las anécdotas del gordo José María Muñoz, Dante Zavatarelli o García Blanco: impresionante. Y ni que decir de poder observar las grabaciones de Antonio Carrizo con Borges, Goyeneche, Ardizzone, Manzanero, etc. Eran confesiones verdaderas que la audiencia celebraba... Aquí, en Nacional, y en este ciclo intento recuperar esa esencia. Por esa razón en los reportajes, además del tema puntual, apuntamos siempre al costado humano, y eso permite obtener testimonios maravillosos o descubrir personajes que es muy raro que aparezcan en otros puntos del dial.
Estatal y privado
-Usted trabajó en radios privadas y ahora en Nacional, ¿cómo resumiría esta experiencia?
-Siempre trabajé simultáneamente en las privadas y en Nacional. En esta última trabajo como locutor desde 1976, es decir que formo parte del inventario. No hay que olvidar que aquí conducía "Una mañana para todos". Quizá la mayor diferencia radica en lo económico, pero como soy la voz institucional de muchas empresas comerciales importantes -desde hace 20 años- digamos que sobrellevo para estos años, una existencia digna y acariciando muchos proyectos.
-Mirando en perspectiva, ¿qué reflexión le merecen sus ciclos "El tren fantasma" y "La noche que me quieras"?
-Respecto del primero, que comenzó en el 75 en FMR ( la FM de Rivadavia), me remito a repetir lo que siempre dice Daniel Grimbank: "El tren fantasma" fue la génesis de la Rock & Pop (donde comenzó a emitirse en el 89); los oyentes en esos años escuchaban a los Beatles, Rollings, Bob Dylan, Los Ramones, Police (con Sting), Bruce Springsteen, el reggae con Bob Marley, Prince y a los oyentes en vivo. En esos años no teníamos computadora y todo lo hacíamos con un grabador de "Cuatro cabezas" y lográbamos uniones increíbles: Gardel con Los Beatles; Sandro con Pink Floyd y Elvis. En ese momento se plasmaban hasta las tandas con artística, sistema que, con excepción de la Rock & Pop, hoy ha desaparecido. Allí estaban como ayudantes Luca Prodan, Miguel Abuelo, Pipo Cipollatti y Andrés Calamaro. En cuanto a "La noche que me quieras" (año 92, por Continental), fue un ciclo donde los textos de grandes autores y poetas fueron protagonistas, con un resultado maravilloso: los presos conocieron "El hombrecito del azulejo", de Mujica Láinez; los camioneros se interesaron por "Casa tomada", de Cortázar, y las insomnes consuetudinarias, se enamoraron del "El seminarista de los ojos negros" . Valía la pena en ese horario nocturno bancarse algún llamado "erótico", porque siempre encontrábamos respuestas magníficas y terminaba recitando a dúo con más de uno, "La casada infiel", de García Lorca.Y no me quiero olvidar de otro programa que cambió la historia de la música clásica: "Los Intérpretes", que hacíamos con Gabriela Aberasturi, Antonio Carrizo, Juan Carlos Montero y Rodolfo Arizaga; con ese ciclo gané en el 88 el primero de los cinco Martín Fierro que poseo.
La época de oro
- Es decir que la palabra de los autores, ¿es fundamental en su estilo y programas?
- Si bien yo pienso que, en estos momentos, la batalla por el rating se gana con la mejor tecnología, la utilización de la palabra, el buen uso del idioma que, en definitiva, es el estilo, marcan la diferencia. También sostengo que la poesía es un arma cargada de futuro. Platón sostenía que los poetas eran desordenadores de cerebros. Pero además de la poesía, está la palabra de los grandes pensadores a los que recurren los grandes referentes del mundo cuando se producen situaciones límite. Las obras literarias de Neruda, Darío Goitysolo y de tantos autores universales enriquecieron mi vida y constantemente he tratado de volcar esos conocimientos a través del micrófono. Y en esto corro con ventaja porque además soy un hombre del interior. Viajo todos los fines de semana a Río Segundo, donde vive mi familia (mujer, hijos y dos nietos) y está mi pueblo. Cuando hablo del interior lo hago con gran conocimiento. Me parece que muchos comunicadores sólo llegan hasta la General Paz.
-¿Qué comparación podría hacer entre la radio de ayer y la de hoy?
-De la época de oro añoro el cuidado de la artística de cada emisora. Se trabajaba generalmente con libreto. Encontré por casualidad el texto de un homenaje a Discépolo, escrito por Cátulo Castillo: ése era el nivel. En los estudios de Maipú 555 actuaron Nat King Cole, Bola de Nieve, Elvira Ríos y Arturo Rubinstein, pero en otro piso, trabajaban Luis Sandrini y Niní Marshall y también señores locutores como Valentín Viloria, Iván Casadó, Ignacio de Soroa. Y ese cuidado era similar en los espacios bailables, la ficción o los humorísticos. Eso se ha perdido. E insisto con lo del idioma, con cierta deformación del mismo, en especial con lo que sucede en las FM. Pero por otra parte siento que la radio, a la que considero el mejor medio, el que "llega antes que los bomberos", siempre está más cerca: en cada casa hay 3 o 4 aparatos de radio por un televisor. En la medida que sus profesionales se preocupen por su formación continuará en total expansión. En una sociedad donde muchos jóvenes no saben leer o expresarse, nosotros podemos colaborar en esta tarea. Entre mis proyectos cercanos, además de seguir editando libros y CD, figuran recuperar ciclos con la esencia de "El tren..." o "La noche..." quizás en el cable y por sobre todo en la radio, porque es el medio que más quiere la gente.
Por dentro
La producción: está a cargo de Sara Lasa, una profesional de trayectoria que trabajó junto a Santo Biasatti, entre tantos otros. En el equipo que la acompaña están Adriana Badessarri, Carolina Balverdi, Dolores Yomha y Cecilia Muzzioli.
Operación técnica: Fernando Ponte, el joven que siempre sabe cómo acompañar con música y sonidos.
Llamadas y mails: 60 llamadas telefónicas por día y 20 mails diarios.
Móviles: Cristián Varela y los acreditados en los diferentes ámbitos.
Música: tango, folklore, música clásica y otros géne-ros, que prepara José Luis de Dios de discoteca y que selecciona especialmente Cerasuolo.
Secciones: una especial de poesía a cargo del conductor, que elige asimismo autores y textos. Un concurso a cargo de Hugo Paredero, que juega con las efemérides y con las bandas de sonido de películas.
En vivo: en la última media hora de cada programa: charla, nota entrevista y actuación de actores, músicos, cantantes, bailarines y figuras de diversas disciplinas que además actúan en vivo en el estudio.
Target: de 35 años para arriba y con preeminencia de audiencia femenina.
La competencia, de 9 a 12
Rating
- Radio Diez: 4,40
- Mitre: 4,09
- Radio Continental: 1,51
- Radio Rivadavia: 1,16
- Radio Nacional ocupa el octavo lugar en este ranking: 0,19
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