"No me creo lo de sex symbol"
En diálogo con La Nación , Antonio Banderas revela qué sintió en la piel del clásico personaje de "La máscara del Zorro", que se estrena el viernes próximo.
SAN SEBASTIAN.- "A diferencia de otros héroes de aventuras juveniles, El Zorro es un justiciero diurno y su máscara no oculta a un fantasma ni a un ser deforme, sino a un individuo tan humano como los más queridos integrantes de la familia de uno. Pero interpretarlo en el cine fue un esfuerzo de días y noches." Antonio Banderas (esta nota se realizó durante el último Festival de San Sebastián) se presenta en las pasarelas de la popularidad y se expresa con las palabras que transcribimos, ufano en su país natal, tras coprotagonizar con Anthony Hopkins "La máscara del Zorro", que se pasó fuera de concurso en esta muestra cinematográfica del norte español y que en la Argentina se estrenará el 25 de diciembre.
Banderas se siente grande y feliz, no puede dejar de recordar que hace dieciséis años venía a los festivales sólo en busca de autógrafos y soñando con enfrentar un día la cámara o con subir a un escenario. En sus declaraciones, alterna constantemente el intenso inglés recién aprendido con el español natal. La difusión de su nombre alcanza a todas las lenguas.
Le recordamos cuando viajó a Buenos Aires -nos parecía que era la primera vez- con motivo de la muestra inicial de películas de Pedro Almodóvar y aclara: "Había estado antes, en el teatro Cervantes y durante tres meses, trabajando a las órdenes de Lluis Pasqual y con Alfredo Alcón a la cabeza del reparto". Hace memoria inmediatamente de sus otras veces en la capital argentina, llevado por otra puesta de Pasqual y por dos filmaciones, la de "De amor y de sombras" (1994).
-Tuve que esperar cinco semanas, escondido en un hotel de la Diagonal Norte, con mi ex mujer, porque a Betty Kaplan se le había caído la producción. Y la de "Evita", que también me mantuvo enclaustrado, y no por escondernos de la prensa, como se dijo siempre, sino porque estábamos a toda hora ensayando y practicando, probándonos ropa y cambiando peinados..."
A Banderas no se le subieron los humos, o por lo menos lo disimula bien. Tampoco se le escapa que habíamos compartido más de una cena en los años de Almodóvar, en Fechoría de la calle Córdoba, al lado de Carmen Maura, y que habíamos participado de una mesa de periodistas en Los Angeles con motivo de la presentación de "Evita" a la prensa internacional. Allí había sudado fuerte, él lo recuerda, porque ésta había sido su primera prueba en inglés "de corrido" con periodistas de todo origen y con un lenguaje de "acento colorido". Vaya ironía, tenemos que retornar al inglés, porque esta vez la reunión con él también es compartida por cuatro colegas de países europeos no españoles.
El Zorro empuja a Banderas hacia un insospechado cielo de popularidad: "Me hablan de que estas caracterizaciones son imborrables porque se prenden de la memoria de los más chicos y duran toda la vida", confía. "En la película somos dos Zorros sucesivos, Anthony Hopkins y yo. El me lega la figura enmasacarada y yo recibo la encomienda de salvar al mundo de la injusticia. Fue un sueño trabajar con Hopkins, que en su vida real es más justo y caballero que cien Zorros."
"La máscara del Zorro" concluye con un apunte que podría señalar que habrá muy pronto una secuela. Banderas acepta el desafío de volver a encarnar a ese personaje. "Si trabajamos con idénticos parámetros de calidad, voy a aceptar. Hice 53 películas y nunca repetí el personaje, pero en este caso... Sólo me preocupa un punto: si de entrada la serie se caracteriza porque un Zorro le deja la posta al otro, podría ocurrir que me obligasen a hacer lo mismo con mi sucesor. Ese detalle me daría patente de retiro por edad y eso, todavía, no va con mi carrera. Estoy lejos de pensar en descansar".
Banderas da órdenes
"La propuesta de encarnar al Zorro, una vez aceptada, se volvió un hecho inmodificable. Se trata de una historia cerrada , con un formato conocido, con empleo de muchos dobles de cuerpo y de extras, e imposible para un productor independiente. El Zorro es un personaje que ya existe en el imaginario popular, que pasó varias veces por la pantalla cinematográfica y por la TV y que no podemos tergiversar en su alma de héroe porque estaríamos invirtiendo tiempo y esfuerzo en otra cosa. Me gusta el Zorro porque es un hombre solidario con las clases más populares y esto está claro en la película. Nunca hubiera aceptado otra postura porque yo mismo provengo de esos grupos sociales, los humildes, que el Zorro defiende. Es un ser solidario y para los humildes resulta simpático. Mi caracterización en "Desperado" partía de una situación emocional violenta y no resultaba nunca solidario como don Diego de la Vega, el Zorro".
"En mí pervive aún el espíritu romántico de un joven malagueño que, en los años ochenta, aspiraba a ser actor y que vivía abriendo y cerrando las maletas, de un pueblo andaluz al otro -insiste Banderas-. Lo más empinado, para mí, fue cuando, en 1985, vine a San Sebastián, porque se daba "La corte de faraón", de García Sánchez, en la que yo empezaba. Ahora tengo que volar con el Zorro a Moscú, a Hong Kong y a Taiwan, donde se estrena, y luego a China".
Hispanos en Hollywood
Tampoco le teme Banderas al tradicional destino de los actores de origen hispano en Hollywood: villanos de bigote mexicano o héroes que se mueven a paso de tango pero con fondo de joropo. "Sería lo mismo que imaginar que Vivien Leigh, por haber sido inglesa, no hubiera podido interpretar a una sureña norteamericana como Scarlett O´Hara -se ataja el nuevo Zorro- o que suponer que Anthony Quinn no podría haber bailado danzas helénicas en una película sobre un hombre griego profundo." Ni siquiera le preocupa que le hayan ofrecido vestirse de Víctor Jara, otro hispano, en un proyecto inmediato de la actriz Emma Thompson. "Fue una sorpresa enorme que, hace algo más de un año, Emma me llamara desde Londres para interesarme en el proyecto de un film cuyo corazón está en oponerse a la dictadura. No hablamos más, pero ella viajó a Chile, aprendió español en dos meses y escribió un guión que acaba de mandarme. Te advierto que el guión, que cualquier productor internacional respeta, es la llave para decidir sobre un proyecto. Emma va a hacer de Joan Jara, una mujer inglesa".
"Mi temor por lo hispánico no llega a lo hispánico universal _Banderas informa sobre otro proyecto y ya parece ser presa de una carrera organizada para los próximos diez años_, ya que Lluis Pasqual está trabajando para mí en una adaptación del tema de Don Juan Tenorio, más cercano al Tenorio romántico de José Zorrilla, el amante lleno de connotaciones sexuales imperiosas, que al de Tirso de Molina, que es más estatuario, más clásico e intocable, un poco menos humano que el que a mí me apetece. Esto no es encasillamiento. Don Juan es lo nuestro universal".
Hablamos de su pronto aprendizaje del inglés. "Cuando llegué a Hollywood para "Los reyes del mambo" no sabía ni decir good morning . Me aprendí la letra completa por fonética y torcía un poco la boca, hablando hacia abajo, para que se notara poco. O aprendes o desapareces, me dije. Aprendí. Además, todo lo que me rodea, en la almohada de al lado y en el jardín, viene en inglés. Claro que no puedo renunciar a mi familia española de Málaga ni a mi origen. Ellos son el punto de partida de mi éxito y de ser como soy; no debo perder de vista el destino que me tracé un día: tiene la forma de un sueño que si le pierdo la orientación, pierdo todo. No puedo creerme lo del sex symbol y el latin lover, porque son patrañas que no pertenecen a mi sueño y sólo harían de mí la caricatura de la que deseo estar lejos".
Admite entonces que, como Hollywood trató siempre mal a los actores hispanos, hay que cambiar ese objetivo para volver más crédulo al público de ese origen, que devuelve el maltrato con la moneda de la indiferencia.
"Si has visto "La máscara del Zorro", habrás comprendido que está muy lejos del producto hispano típico. Es la primera vez que un español interpreta al Zorro en Hollywood. Sus antecedentes prueban que se trata de un personaje cuya máscara se han puesto sólo los galanes heroicos norteamericanos." Douglas Fairbanks, Tyrone Power, acotamos.
"Sólo conozco la versión de Tyrone Power, que es muy diferente de ésta, en imagen y en intención. No he visto la de Fairbanks, en el cine mudo, y me muero de ganas porque me dicen que tiene muchos puntos de contacto con la mía. Ocurre que el director Martin Campbell, que había hecho antes, entre muchas, una película de James Bond, no quería ser menos en el caso del Zorro, y él sí que vio todas las de aventuras, la de Fairbanks, la de Errol Flynn, Burt Lancaster y hasta las de Tarzán, que pasaba de un espacio al otro por medio de cuerdas de las que se colgaba, como hace mi Zorro".
Trabajar afuera
No es nueva la experiencia de tener dobles de cuerpo para las escenas de riesgo, pero se ha agigantado al encarnar al Zorro. "Hoy, veo la película y no sé decirte qué es lo que hice yo y lo que hicieron mis dobles, y no porque me crea capaz de todo, sino porque me obligaron -Banderas aclara que también sufrió esta experiencia su compañero Anthony Hopkins que, como dijimos, hace de Zorro en la primera parte- a colgarme, a subir y bajar y a una gimnasia que incluyó arriesgadas clases de esgrima con profesionales de la espada y del entretenimiento."
Dice Banderas que desde hace mucho se despreocupa de que no se escuche su voz en alguna película que la tenía. "Filmo en inglés para 250 millones de norteamericanos que hablan inglés y la película llega a 250 millones de europeos que hablan diferentes lenguas. Ese destino es finalmente incontrolable. Sólo es gratificante saber que en América latina se ven en inglés, con subtítulos".
La pertenencia a la gran industria parece un dominio que Banderas pisa con seguridad. ¿Y el Oscar? "Por ahora me tocó entregarlo más de una vez a otros colegas. Será que no lo merezco o que tendré que hacer de minusválido para obtenerlo. No es fácil ser extranjero en un país que no es el tuyo, y por eso sólo los flamencos, los artistas españoles más auténticos, han triunfado en el exterior. El Zorro es un tipo universal".
Nuevo rico
De chico Almodóvar a estrella en ascenso de Hollywood. El cambio supone un nuevo horizonte económico. "Lo del cachet de "La máscara del Zorro", por si suponen que es muy alto _advierte sin sonreír jamás, aunque con tono muy afable_, lo es, pero lo gasto en mantener un ejército de 42 personas a mi alrededor: los instructores y cuidadores de los niños de Melanie, los de nuestra hija, la oficina de mi representante, jardineros, cuidadores de la casa en Los Angeles, peluqueros, custodios, probadores de ropa y sastres, mensajeros y otros y otros".
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