La Fiesta de Aniversario en la que festejamos la union de Gwen y Gavin,el espectacular exito dela bandita californiana que llego lejos y la aparicion de un peligroso personaje apodado "la ducha".
El Anfiteatro Universal de Los Angeles está repleto de fans de Staind y Linkin Park que ni sospechan que No Doubt está a punto de hacer una aparición sorpresa. Y, a decir verdad, nadie está seguro de que a esos fans les importe. Esta noche, No Doubt es el único grupo que cuenta con una integrante mujer; el único que tiene más que ver con el ska y el reggae que con el rap y el rock, y el único con un tema de difusión en el aire -"Hey Baby"- lleno de sonidos electrónicos new wave y máquinas de ritmo. En "Hey Baby" no vas a encontrar ni agresión ni angustia, sino a Gwen Stefani hablando de tomar té de manzanilla. ¿Te va?
Esta nota comienza el domingo 9 de diciembre de 2001, porque hoy, para No Doubt, se cumple el sexto aniversario de muchas cosas. Por empezar, en 1995, el show que hicieron en este mismo festival para la emisora de radio kroq resultó ser un momento de inflexión para la banda y para su disco, Tragic Kingdom, que terminó vendiendo 10 millones de copias y transformando a este extravagante grupo de California en superestrellas en el plano internacional. Por otra parte, esa misma noche Gwen conoció a Gavin Rossdale, el cantante de Bush -grupo que encabezaba el recital-, con quien inició una relación que ya lleva seis años. Y finalmente en 1995 apareció por primera vez la Ducha. Sí, la Ducha. Ojo con la Ducha.
Cualquier integrante de No Doubt te explica con tanto regocijo como espanto que la Ducha es el alter ego del guitarrista Tom Dumont cuando está borracho. En aquel entonces, el grupo había conseguido el preciado honor de ser soporte en la inminente gira de Bush. Las dos bandas no se conocían, y quién podía albergar más expectativas con respecto al encuentro que Dumont, devoto de Nigel Pulsford, el guitarrista de Bush. Lástima que se emborrachó, y el que apareció en el recital de kroq no fue Dumont sino la Ducha. Entró a lo bestia en el camarín de Bush, se acercó a Pulsford -que usa guitarras Fender- y chilló: "¡Fender es una cagada!". Los de Bush lo sacaron a patadas del camarín. Al día siguiente, el sello de Bush llamó a los No Doubt para advertirles que si no eran capaces de controlarse quedarían afuera de la gira.
Hoy, en el recital de kroq, Bush y No Doubt vuelven a compartir cartel y los dos se encuentran frente a un nuevo conflicto: la mayoría de sus fans, que en 1995 eran adolescentes, ya son adultos. Ambos grupos deben ganarse a un nuevo público.
-Hace seis años éramos, digamos, insignificantes -recuerda Gwen.
¿Más o menos como At the Drive-In cuando abrieron este mismo festival el año pasado?
-Sí -dice- pero no tan cool.
Tony Kanal, bajista de No Doubt y ex novio de Gwen, compara la trayectoria de la banda con la trilogía original de La guerra de las galaxias. Según este paralelo, Tragic Kingdom fue La guerra de las galaxias, que salió de la nada como una tromba y se convirtió en un gran fenómeno internacional. Return of Saturn, el disco siguiente, fue El imperio contraataca, más oscuro y menos entretenido, y dejó desorientado a todo el mundo. Y por último, Rock Steady, su nueva placa donde se juntan el new wave y los ritmos bailables -grabada con Ric Ocasek; Prince; los productores de rap The Neptunes; Nellee Hooper, de Massive Attack, y los retocadores de reggae Sly y Robbie- viene a ser El regreso del Jedi. "Está, digamos, llena de Ewoks", dice Kanal. "Así, alegre, ¿no?"
Esta vez, para No Doubt, alegre y divertido son las palabras en cuestión. Gwen no deja de comentar cuánto se emocionó cuando vio su afiche en la disquería Tower Records del Sunset Boulevard. En este momento hay una sola cosa que la entusiasma más que eso: estar con Gavin Rossdale.
-¿Se puede estar seguro de que alguien es el hombre o la mujer de tu vida? -pregunta-. Siempre me lo cuestiono. Creo que los dos nos lo cuestionamos. El año en que me parece que nos divertimos muchísimo fue éste, porque estuvimos juntos un montón tiempo y nos conocimos bien a fondo. -Hace un silencio.- No es que antes no nos conociéramos. -Hace otro silencio.- No puedo creer que pasaron seis años.
Si alguien temía que No Doubt quedara en offside al lado de los hard rockeros de Staind y Linkin Park, enseguida se tranquilizará: apenas se anuncia a la banda, el público explota en una ovación y Gwen sube al escenario contoneando el torso como una bailarina árabe con problemas de columna. El grupo está de buen ánimo. Rock Steady sale a la venta en dos días.
-Qué año mágico -dice Gwen-. Es feo, porque ya sé que en algún momento vamos a darnos de boca contra el piso, porque ahora estamos tocando el cielo con las manos. Salir de gira se me está haciendo más jodido: la parte física es agotadora, la parte de los viajes es agotadora, y estar lejos de tus seres queridos se vuelve cada vez más difícil…
Más tarde, en el backstage, al camarín de No Doubt llega Rossdale a los tumbos porque vaya a saber quién le encajó un sombrero hasta las cejas. Gwen, entronizada en el fondo del cuarto, lo relojea y parece incapaz de mantener la concentración mientras conversa con una amiga. La pareja no tarda en irse del bracete. Y así comienza un cuadro que se repetirá durante el resto de la semana: cada vez que llega Rossdale, Gwen desaparece con él.
No es simplemente porque quieran estar solos sino porque, según Gwen, en estos seis años nunca se mostraron juntos delante de un periodista. Insisten en mantener su relación en privado. Y, aunque es evidente que están enamorados, no les viene resultando fácil estar juntos; de hecho, gran parte de Rock Steady habla de lo difícil que es estar en pareja no sólo a la distancia sino, para colmo, si los dos novios pertenecen a grupos de rock que hacen giras por separado.
Gwen es un tanto obsesiva, para decirlo de una manera amable.
-Soy muy egoísta -reconoce-. La verdad que sí. Además soy bastante vaga. Me encanta quedarme tirada mirando la tele y comiendo helado, no hacer ejercicio y huevear.
Al parecer, hay dos cosas importantes en su vida: Rossdale y No Doubt. El resto no le interesa demasiado. De esto me entero ahora, tiempo después de nuestro primer encuentro, mientras ceno con ella y con el grupo. Entra furtivamente en el restaurante vestida con un buzo gris con una capucha que le tapa la cara. Camina con la espalda tan encorvada que prácticamente tiene la vista clavada en el piso. Mientras come, sólo dos veces se la ve divertida. La primera, cuando Kanal comenta que está disgustado porque un periodista lo llamó "quisquilloso". "Y bueno, si sos quisquilloso", le achaca Gwen a su ex. La segunda es cuando se habla de su nuevo disco:
-El nuevo álbum es más... sexy.
-Sí, es cierto que es sexy y es actual, cosas que hasta ahora no pasaban en nuestros trabajos. Para mí, lo bueno de lo sexy es que me lo gané. Sólo cuando me sentí cómoda con los tacos altos, porque cuando te ponés tacos altos -man, te recomiendo que pruebes-, de repente sos sexy. Por fin siento que tengo un lado de "Ya soy mujer", y está bueno.
-Bastante bien: tenés 32 años.
-Sí. Cuando era más joven, no me sentía muy fuerte. No sabía cuál era mi lugar. Todas las mujeres que me rodeaban y en las que me podía fijar formaban parte de grupos como l7 o Hole. Estaban enojadas, y no era eso lo que yo sentía. Y las otras eran chicas folky, así que no había nadie, hasta que descubrí a Blondie. Era sexy y no le daba vergüenza andar haciendo rock, y para mí no se puede pedir nada más. Porque todos queremos ser sexies, hasta los varones. Es una característica del ser humano, porque tenemos que procrear.
-Pero tu forma de trabajar es muy… tuya.
-Me parece que todo eso de ser sexy, hacerlo en serio, es una broma y nada más. O sea, ¿vos me viste a la mañana, apenas me levanto?
Gwen viene de una familia católica y asegura que a eso se deben sus peores defectos: que critica demasiado a los demás y que no es lo suficientemente abierta. "Mi hermano fue artista desde que nació", dice de Eric Stefani, que se fue de No Doubt durante la grabación de Tragic Kingdom. "Ganaba todos los premios de la escuela. Yo no necesitaba hacer nada porque lo tenía a él. Siempre fui quedada. Siempre tuve un solo amigo íntimo y no tenía un montón de amigas. Nunca las tuve."
Aparte del chico que le dio su primer beso, Gwen salió con dos personas nada más: con Kanal y con Rossdale. En cuanto a sus objetivos en la vida, formar una familia es el único que todavía no ha cumplido. En el ámbito de la música, ya lo logró: "Que haya una canción tuya [«Don’t Speak»] que siga existiendo después de que te mueras es... perdón, pero diría que es muy cool", afirma.
Una noche con Gwen: cuando los No Doubt caminan por la alfombra roja en la entrega de los Premios Billboard, en Las Vegas, los paparazzi no claman por la banda sino por "Gweeeen", que les corresponde abriéndose el tapadito de piel y sacando el pecho, que lleva cubierto apenas por un corpiño de bikini.
Los orígenes de Young son exactamente opuestos a los de Gwen: sus padres eran hippies, aunque su mamá se fue de la casa cuando él era chico. Es el exhibicionista del grupo; un loco con conciencia. Cuando se enteró de que una novia lo engañaba, se emborrachó, escribió que la chica era el Anticristo en el caminito de entrada de la casa donde vivía la banda (en Anaheim, California) y se desmayó en la terraza. Como la casa era de los padres de Gwen, se pasó toda la mañana del día siguiente limpiando el caminito.
Ahora que está casado (con una mujer que trabajaba en la oficina de producción de giras del grupo) y con un hijo, se está empezando a calmar. Lo que quiere es jugar al golf y estar con su esposa, si bien todavía no puede dejar de cantar "Eh, queremos mojarla" apenas se hace un silencio en la conversación.
Una noche con Young, de 32 años: en el bar de un hotel de Nueva York, Gwen levanta la copa para hacer un brindis "por quince años de sangre, amistad, amor y el lanzamiento de un nuevo disco". Young se pone de pie y se saca la campera. Debajo tiene una gastada remera de No Doubt. "Es de 1987", dice. "Me la compré en un recital de No Doubt." Young es el integrante más nuevo de la banda (se incorporó en 1999); antes de eso era el fan más delirado. "Esa remera no te la tenés que poner", sugiere Gwen. "La tenés que enmarcar, pero cortándola para que se vea de adelante y de atrás." Young no dice nada, pero es evidente que, en su opinión, las remeras son para ponérselas.
Kanal, por zarpado que parezca, es el personaje más familiero del grupo. Sus padres se mudaron de la India a Londres para luego emigrar a los Estados Unidos con sus dos hijitos en 1981. Al final pusieron un negocio en Anaheim, llamado Regalos y Moda Kanal. "Son gente maravillosa", dice Gwen de los padres de Kanal, "y tienen la mente muy abierta. En especial por estar dentro de esa comunidad, ya que todos los hijos de sus amigos son ricos y van a Harvard. Y mirá dónde terminó Tony. En una banda. Saliendo con una chica blanca".
Una noche con Kanal, de 31 años: después de una sesión de fotos que duró doce horas y de una cena con comida coreana, ofrece una visita guiada en su casa. "La idea es que esta ventana no se abra", aclara cuando entramos en el dormitorio, como si fuese un policía de guardia. En una oficina que hay arriba, encuentra unos discos desordenados "Se nota cuando mi hermano me usó los cds", resopla, acomodándolos. Van desde grupos de los 80 como Human League y Men at Work, hasta Oasis y u2. "Juzgamos todo lo que hacemos según The Clash y u2", confiesa. Cada vez que No Doubt tiene que tomar una decisión, nos preguntamos: "¿Qué harían The Clash o u2?".
Saca un diario en el que anotó cronológicamente los acontecimientos de cada día durante el año en que grabaron Rock Steady. "Adrian tiene golf, Tom tiene surf, Gwen tiene Gavin, supongo, y yo tengo esto solamente", lee Kanal. "Me levanto, como y duermo No Doubt."
Dumont fue el único hijo adoptado de una familia con tres chicos. "El papá era muy estricto", cuenta Gwen. "Por ejemplo, si había una silla salida de la mesa cuando se iba a acostar, tenía que ir y ponerla derecha. Creo que el divorcio de sus padres fue terrible para él. Y se ocupa muchísimo de su mamá."
Una noche con Dumont, de 34 años: me invita a su departamentito de Hollywood Oeste a escuchar los demos originales de Rock Steady, registrados en un miniequipo de Pro Tools, en la sala de estar. Toca un tema inédito grabado con ritmo a lo Dr. Dre y una zapada fallida de nombre "Expensive Sushi" [Sushi caro], con una letra que improvisa Gwen y unos samples que bajó él de Napster. "Soy lo contrario de Tony", revela. "Soy vago: dejo pasar las cosas y después me arrepiento. Es lo que hago siempre en mi vida."
Estamos en los estudios del programa de tevé Saturday Night Live. No Doubt siente que se le presenta una segunda oportunidad. Kanal recuerda que, la última vez que tocaron en Saturday Night Live, en 1996, estaba tan nervioso que se equivocó. Entra Gwen al camarín con una remera negra rota y un peinado que en esencia viene a parecer un pescado. Esta vez no se siente muy sexy con los tacos. "Son demasiado altos", se queja. "No siento los pies."
Se cambia de zapatos. El show sale perfecto y, después de tocar "Hey Baby" y "Hella Good", la banda sube a una limusina junto con Rossdale. "¿Me prestás el teléfono?", le pide Dumont a Kanal. "Tengo que llamar a m mamá. Hoy estaba enojada."
Mientras vamos en la limusina, esperando que empiece la fiesta pos-Saturday Night Live, caigo en la cuenta de lo raro que es este grupo. Uno de los integrantes es un nene de mamá que está totalmente incómodo consigo mismo; otro es compulsivo a tal punto que lleva un registro de lo que hace día por día; el otro es un punk con cresta que en realidad esconde a un papá sensible y amante del golf, y ella es una sex symbol rubia que en el fondo termina siendo una mujer enamorada y absolutamente tradicional.
-Casi nadie lo nota -me dice Gwen en la limusina-. Me encanta que lo notes.
Agarra la mano de Rossdale y se mete en otra limusina. Los amantes desaparecen en la noche.
"Estamos tocando el cielo con las manos", dice Gwen. "Es feo, porque sé que en algún momento vamos a darnos de boca contra el piso."
"Lo bueno de lo sexy es que me lo gané", dice Gwen. "Siento que ya soy mujer."
Creditos foto que era de tapa
Producción: Fred Torres. Diseño de escenario: Kristen Vallow. Estilo: Brooke Dulien para Margaret Maldonado. Imagen: Nathan Hamilton para mac. Peinado: Danilo Dickson. Maquillaje: Gwen Stefani. Stefani: brazalete y collar de White Trash Charms, en Ron Herman, Melrose; top y guante de L. Bionic en Naked, Los Angeles; shorts de Fred Perry. Dumont: camisa de Teenage Millionaire, Los Angeles; visera de Fred Perry, KBond, Los Angeles; saco de Kbond, Los Angeles. Kanal: remera de Wasteland y collar de White Trash Charms en Ron Herman, Melrose.
Créditos doble de apertura
Stefani: pantalones de Linda Stokes para LSO Designs, top de Karen Zambos en Tracy Ross, sombrero de Eugenia Kim. Young: buzo de Fred Perry, pantalones de Dog Pile. Kanal: camisa y pulóver de Fred Perry, saco de Merc, zapatos de Ben Sherman. Joyería: White Trash
Créditos otra foto en una barra
Stefani: saco, top y pantalones de Linda Stokes para LSO Designs. Kanal: remera de Death Camp, saco de Roberto Cavalli, pantalones de Fake London. Dumont: Buzo de Wasteland. Young: camisa de Teenage Millionaire, pantalones de Squaresville. Joyería: White Trash Charms en Ron Herman.
FOTITOS CHICAS
Cortesía de Tara Canova
tomar té de manzanilla. ¿Te va?
Esta nota comienza el domingo 9 de diciembre de 2001, porque hoy, para No Doubt, se cumple el sexto aniversario de muchas cosas. Por empezar, en 1995, el show que hicieron en este mismo festival para la emisora de radio kroq resultó ser un momento de inflexión para la banda y para su disco Tragic Kingdom, que terminó vendiendo 10 millones de copias y transformando a este extravagante grupo de California en superestrella en el plano internacional. Por otra parte, esa misma noche Gwen conoció a Gavin Rossdale, el cantante de Bush -grupo que encabezaba el recital-, con quien inició una relación que ya lleva seis años. Y finalmente en 1995 apareció por primera vez la Ducha. Sí, la Ducha. Ojo con la Ducha.
Cualquier integrante de No Doubt te explica con tanto regocijo como espanto que la Ducha es el alter ego del guitarrista Tom Dumont cuando está borracho. En aquel entonces, el grupo había conseguido el preciado honor de ser soporte en la inminente gira de Bush. Las dos bandas no se conocían, y quién podía albergar más expectativas con respecto al encuentro que Dumont, devoto de Nigel Pulsford, el guitarrista de Bush. Lástima que se emborrachó, y el que apareció en el recital de kroq no fue Dumont sino la Ducha. Entró a lo bestia en el camarín de Bush, se acercó a Pulsford -que usa guitarras Fender- y chilló: "¡Fender es una cagada!". Los de Bush lo sacaron a patadas del camarín. Al día siguiente, el sello de Bush llamó a los No Doubt para advertirles que si no eran capaces de controlarse quedarían afuera de la gira.
Hoy, en el recital de kroq, Bush y No Doubt vuelven a compartir cartel y los dos se encuentran frente a un nuevo conflicto: la mayoría de sus fans, que en 1995 eran adolescentes, ya son adultos. Ambos grupos deben ganarse a un nuevo público.
-Hace seis años éramos, digamos, insignificantes -recuerda Gwen.
¿Más o menos como At the Drive-In cuando abrieron este mismo festival el año pasado?
-Sí -dice- pero no tan cool.
Tony Kanal, bajista de No Doubt y ex novio de Gwen, compara la trayectoria de la banda con la trilogía original de La guerra de las galaxias. Según este paralelo, Tragic Kingdom fue La guerra de las galaxias, que salió de la nada como una tromba y se convirtió en un gran fenómeno internacional. Return of Saturn, el disco siguiente, fue El imperio contraataca, más oscuro y menos entretenido, y dejó desorientado a todo el mundo. Y por último, Rock Steady, su nueva placa donde se juntan el new wave y los ritmos bailables -grabada con Ric Ocasek; Prince; los productores de rap The Neptunes; Nellee Hooper, de Massive Attack, y los retocadores de reggae Sly y Robbie- viene a ser El regreso del Jedi. "Está, digamos, llena de Ewoks", dice Kanal. "Así, alegre, ¿no?"
Esta vez, para No Doubt, alegre y divertido son las palabras en cuestión. Gwen no deja de comentar cuánto se emocionó cuando vio su afiche en la disquería Tower Records del Sunset Boulevard. En este momento hay una sola cosa que la entusiasma más que eso: estar con Gavin Rossdale.
-¿Se puede estar seguro de que alguien es el hombre o la mujer de tu vida? -pregunta-. Siempre me lo cuestiono. Creo que los dos nos lo cuestio- namos. El año en que me parece que nos divertimos muchísimo fue éste, porque estuvimos juntos un montón tiempo y nos conocimos bien a fondo. -Hace un silencio.- No es que antes no nos conociéramos. -Hace otro silencio.- No puedo creer que pasaron seis años.
Si alguien temía que No Doubt quedara en offside al lado de los hard rockeros de Staind y Linkin Park, enseguida se tranquilizará: apenas se anuncia a la banda, el público explota en una ovación y Gwen sube al escenario contoneando el torso como una bailarina árabe con problemas de columna. El grupo está de buen ánimo. Rock Steady sale a la venta en dos días.
-Qué año mágico -dice Gwen-. Es feo, porque ya sé que en algún momento vamos a darnos de boca contra el piso, porque ahora estamos tocando el cielo con las manos. Salir de gira se me está haciendo más jodido: la parte física es agotadora, la parte de los viajes es agotadora, y estar lejos de tus seres queridos se vuelve cada vez más difícil…
Más tarde, en el backstage, al camarín de No Doubt llega Rossdale a los tumbos porque vaya a saber quién le encajó un sombrero hasta las cejas. Gwen, entronizada en el fondo del cuarto, lo relojea y parece incapaz de mantener la concentración mientras conversa con una amiga. La pareja no tarda en irse del bracete. Y así comienza un cuadro que se repetirá durante el resto de la semana: cada vez que llega Rossdale, Gwen desaparece con él.
No es simplemente porque quieran estar solos sino porque, según Gwen, en estos seis años nunca se mostraron juntos delante de un periodista. Insisten en mantener su relación en privado. Y, aunque es evidente que están enamorados, no les viene resultando fácil estar juntos; de hecho, gran parte de Rock Steady habla de lo difícil que es estar en pareja no sólo a la distancia sino, para colmo, si los dos novios pertenecen a grupos de rock que hacen giras por separado.
Gwen es un tanto obsesiva, para decirlo de una manera amable.
-Soy muy egoísta -reconoce-. La verdad que sí. Además soy bastante vaga. Me encanta quedarme tirada mirando la tele y comiendo helado, no hacer ejercicio y huevear.
Al parecer, hay dos cosas importantes en su vida: Rossdale y No Doubt. El resto no le interesa demasiado. De esto me entero ahora, meses después de nuestro primer encuentro, mientras ceno con ella y con el grupo. Entra furtivamente en el restaurante vestida con un buzo gris con una capucha que le tapa la cara. Camina con la espalda tan encorvada que prácticamente tiene la vista clavada en el piso. Mientras come, sólo dos veces se la ve divertida. La primera, cuando Kanal comenta que está disgustado porque un periodista lo llamó "quisquilloso". "Y bueno, si sos quisquilloso", le achaca Gwen a su ex. La segunda es cuando se habla de Rock Steady, su flamante disco:
-El nuevo álbum es más... sexy.
-Sí, es cierto que es sexy y es actual, cosas que hasta ahora no pasaban en nuestros trabajos. Para mí, lo bueno de lo sexy es que me lo gané. Sólo cuando me sentí cómoda con los tacos altos, porque cuando te ponés tacos altos -man, te recomiendo que pruebes-, de repente sos sexy. Por fin siento que tengo un lado de "Ya soy mujer", y está bueno.
-Bastante bien: tenés 32 años.
-Sí. Cuando era más joven, no me sentía muy fuerte. No sabía cuál era mi lugar. Todas las mujeres que me rodeaban y en las que me podía fijar formaban parte de grupos como l7 o Hole. Estaban enojadas, y no era eso lo que yo sentía. Y las otras eran chicas folky, así que no había nadie, hasta que descubrí a Blondie. Era sexy y no le daba vergüenza andar haciendo rock, y para mí no se puede pedir nada más. Porque todos queremos ser sexies, hasta los varones. Es una característica del ser humano, porque tenemos que procrear.
-Pero tu forma de trabajar es muy… tuya.
-Me parece que todo eso de ser sexy, hacerlo en serio, es una broma y nada más. O sea, ¿vos me viste a la mañana, apenas me levanto?
G wen viene de una familia católica y asegura que a eso se deben sus peores defectos: que critica demasiado a los demás y que no es lo suficientemente abierta. "Mi hermano fue artista desde que nació", dice de Eric Stefani, que se fue de No Doubt durante la grabación de Tragic Kingdom. "Ganaba todos los premios de la escuela. Yo no necesitaba hacer nada porque lo tenía a él. Siempre fui quedada. Siempre tuve un solo amigo íntimo y no tenía un montón de amigas. Nunca las tuve."
Aparte del chico que le dio su primer beso, Gwen salió con dos personas nada más: con Kanal y con Rossdale. En cuanto a sus objetivos en la vida, formar una familia es el único que todavía no ha cumplido. En el ámbito de la música, ya lo logró: "Que haya una canción tuya [«Don’t Speak»] que siga existiendo después de que te mueras es... perdón, pero diría que es muy cool", afirma.
Una noche con Gwen: cuan- do los No Doubt caminan por la alfombra roja en la entrega de los Premios Billboard, en Las Vegas, los paparazzi no claman por la banda sino por "Gweeeen", que les corresponde abriéndose el tapadito de piel y sacando el pecho, que lleva cubierto apenas por un corpiño de bikini.
L os origenes de young son exactamente opuestos a los de Gwen: sus padres eran hippies, aunque su mamá se fue de la casa cuando él era chico. Es el exhibicionista del grupo; un loco con conciencia. Cuando se enteró de que una novia lo engañaba, se emborrachó, escribió que la chica era el Anticristo en el caminito de entrada de la casa donde vivía la banda (en Anaheim, California) y se desmayó en la terraza. Como la casa era de los padres de Gwen, se pasó toda la mañana del día siguiente limpiando el caminito.
Ahora que está casado (con una mujer que trabajaba en la oficina de producción de giras del grupo) y con un hijo, se está empezando a calmar. Lo que quiere es jugar al golf y estar con su esposa, si bien todavía no puede dejar de cantar "Eh, queremos mojarla" apenas se hace un silencio en la conversación.
Una noche con Young, de 32 años: en el bar de un hotel de Nueva York, Gwen levanta la copa para hacer un brindis "por quince años de sangre, amistad, amor y el lanzamiento de un nuevo disco". Young se pone de pie y se saca la campera. Debajo tiene una gastada remera de No Doubt. "Es de 1987", dice. "Me la compré en un recital de No Doubt." Young es el integrante más nuevo de la banda (se incorporó en 1999); antes de eso era el fan más delirado. "Esa remera no te la tenés que poner", sugiere Gwen. "La tenés que enmarcar, pero cortándola para que se vea de adelante y de atrás." Young no dice nada, pero es evidente que, en su opinión, las remeras son para ponérselas.
K anal, por zarpado que parezca, es el personaje más familiero del grupo. Sus padres se mudaron de la India a Londres para luego emigrar a los Estados Unidos con sus dos hijitos en 1981. Al final pusieron un negocio en Anaheim, llamado Regalos y Moda Kanal. "Son gente maravillosa", dice Gwen de los padres de Kanal, "y tienen la mente muy abierta. En especial por estar dentro de esa comunidad, ya que todos los hijos de sus amigos son ricos y van a Harvard. Y mirá dónde terminó Tony. En una banda. Saliendo con una chica blanca".
Una noche con Kanal, de 31 años: después de una sesión de fotos que duró doce horas y de una cena con comida coreana, ofrece una visita guiada en su casa. "La idea es que esta ventana no se abra", aclara cuando entramos en el dormitorio, como si fuese un policía de guardia. En una oficina que hay arriba, encuentra unos discos desordenados "Se nota cuando mi hermano me usó los cds", resopla, acomodándolos. Van desde grupos de los 80 como Human League y Men at Work, hasta Oasis y u2. "Juzgamos todo lo que hacemos según The Clash y u2", confiesa. Cada vez que No Doubt tiene que tomar una decisión, nos preguntamos: "¿Qué harían The Clash o u2?".
Saca un diario en el que anotó cronológicamente los acontecimientos de cada día durante el año en que grabaron Rock Steady. "Adrian tiene golf, Tom tiene surf, Gwen tiene Gavin, supongo, y yo tengo esto solamente", lee Kanal. "Yo me levanto, como y duermo No Doubt."
D umont fue el unico hijo adoptado de una familia con tres chicos. "El papá era muy estricto", cuenta Gwen. "Por ejemplo, si había una silla salida de la mesa cuando se iba a acostar, tenía que ir y ponerla derecha. Creo que el divorcio de sus padres fue terrible para él. Y se ocupa muchísimo de su mamá."
Una noche con Dumont, de 34 años: me invita a su departamentito de Hollywood Oeste a escuchar los demos originales de Rock Steady, registrados en un miniequipo de Pro Tools, en la sala de estar. Toca un tema inédito grabado con ritmo a lo Dr. Dre y una zapada fallida de nombre "Expensive Sushi" [Sushi caro], con una letra que improvisa Gwen y unos samples que bajó él de Napster. "Soy lo contrario de Tony", revela. "Soy vago: dejo pasar las cosas y después me arrepiento. Es lo que hago siempre en mi vida."
E stamos en los estudios del programa de tevé Saturday Night Live. No Doubt siente que se le presenta una segunda oportunidad. Kanal recuerda que, la última vez que tocaron en Saturday Night Live, en 1996, estaba tan nervioso que se equivocó. Entra Gwen al camarín con una remera negra rota y un peinado que en esencia viene a parecer un pescado. Esta vez no se siente muy sexy con los tacos. "Son demasiado altos", se queja. "No siento los pies." Se cambia de zapatos.
El show sale perfecto y, después de tocar "Hey Baby" y "Hella Good", la banda sube a una limusina junto con Rossdale. "¿Me prestás el teléfono?", le pide Dumont a Kanal. "Tengo que llamar a mi mamá. Hoy estaba enojada."
Mientras vamos en la limusina, esperando que empiece la fiesta pos-Saturday Night Live, caigo en la cuenta de lo raro que es este grupo. Uno de los integrantes es un nene de mamá que está totalmente incómodo consigo mismo; otro es compulsivo a tal punto que lleva un registro de lo que hace día por día; el otro es un punk con cresta que en realidad esconde a un papá sensible y amante del golf, y ella es una sex symbol rubia que en el fondo termina siendo una mujer enamorada y absolutamente tradicional.
-Casi nadie lo nota -me dice Gwen en la limusina-. Me encanta que lo notes.
Agarra la mano de Rossdale y se mete en otra limusina. Los amantes desaparecen en la noche.
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