Nikolaj Coster-Waldau: "Game of Thrones cambió las reglas del juego"
El actor danés famoso por su rol como Jaime Lannister habla sobre el fenómeno de esta serie que borró la línea entre televisión y cine
Tan poderoso es el efecto de Game of Thrones en la cultura pop hoy, que podría definirse por dos cosas que el actor danés Nikolaj Coster-Waldau (46), Jaime Lannister en el show, hizo en su visita al país en el marco de Argentina Comic-Con (donde estará hoy, a las 18, y mañana, a las 12.25). Fue al palco presidencial de River Plate y en menos de 24 horas, con la camiseta boquense puesta, usó la salida a la cancha del vestuario local en la Bombonera. Sólo un dragón de 30 metros podría hacer algo similar. El actor famoso por el "asesina-reyes" y el romance más polémico de la TV mainstream moderna se ríe cuando se le recuerda que dijo que su personaje en la temporada siete, a estrenar el 16 de julio por HBO, "tiene que morir ardiendo en el fuego de un dragón". De hecho, casi todo lo que implica devoción le causa una amable risa, y convence, como si no fuera parte del fenómeno televisivo más importante del entretenimiento actual.
-Tras interpretarlo tantos años, ¿qué creés que sabés de tu personaje que nadie sabe?
-Nunca me preguntan sobre mi personaje sin querer en realidad saber qué sucede en la temporada. Eso es interesante. Sobre los spoilers, obviamente no pienso decir más nada. Creo que hay muchas cosas pequeñas sobre las que la gente no piensa y están ahí. Y no es necesario que piensen en ellas, pero son detalles que hacen al personaje. Yo lo construí con mucha información, de los libros, de los guiones, pero hay algo que implica simplemente ver su recorrido: es un mellizo que perdió a su madre y luego perdió a su padre. Iba a ser realeza y lo perdió todo por su hermana. Creo que ese camino es muy particular y es lo que lo define. La gente no lo piensa e, insisto, me parece muy bien que sea así. Lo que hace al personaje interesante es que yo sí pienso en esas cosas.
-Ya anunciado el final, ¿cómo creés que va a pasar esta serie a la historia de la televisión, a la nueva historia de las series?
-Creo que cambió las reglas del juego y no es algo que haya pasado antes, seguro. Pero sí al menos cambió algunas reglas y por muchas razones. Por ejemplo, cambió el hecho de que el show ahora se ve en todo el mundo el mismo día a la misma hora. Cambió la distribución, por empezar, para que todos compartan el estreno. Tiene una audiencia global, como nunca con otro show. Hay shows que han viajado, que tuvieron público en todo el mundo, pero, ¿todos esperando un capítulo al mismo tiempo? Ha unificado al público. Es celebrado, seguro, y ha ganado muchos premios, muchos Emmy, y uno puede imaginar que va a ganar más, y eso lo digo por el nivel que tiene, no de orgulloso. Borró como pocos shows la línea entre televisión y cine, al menos a la hora del espectáculo. Cuando pude verlo en Imax en la quinta temporada quedé sorprendido. Y lo que viene ahora es mucho más grande. Pero en 15 años hablamos.
-Un factor que siempre aparece y creó que ha ayudado mucho a Game of Thrones, al menos a sentirse íntimo, es la conexión entre ustedes en el set. ¿Cómo definirías eso?
-Nos amamos. Nadie pensó que iba a ser así, y lo sabemos. Pensamos como mucho que íbamos a durar algunas temporadas. No teníamos estrellas y teníamos un historia muy muy muy complicada. ¡Ni nosotros nos acordamos todos los nombres! Y vamos y matamos al protagonista al final de la primera temporada. Pero se convirtió en algo, y ese algo nos unió. Tenemos dos equipos, pero todos volvemos. Somos casi 700 personas en el set. Todos vivimos la misma experiencia. Nadie lo vivió distinto. No hubo rankings entre nosotros. Fue un terreno donde todos pisamos por igual, y esa es la forma en que debería ser. Para mí no va a ser difícil despedirme de Jaime Lannister. Voy a extrañar a la gente. Mucho.
-¿Cómo se siente saber que tu personaje al menos se vive como ícono? Ver gente disfrazada, verlo en videogames, que sea una referencia cultural, ¿te afecta, bien o mal, en algún nivel?
-Es divertido y es una locura. Pero mi primer papel grande en Dinamarca fue en una película llamada Nightwatch, y fue muy exitosa. Cambió la industria del país. Pero como era lo primero que hacía fue difícil despegarme de ese personaje durante una década. Llegué a odiarlo. Y ahora con Game of Thrones, aunque hago películas y otras cosas, sucede algo parecido. Ahora lo abrazo. Ya entiendo cómo funciona y el show me deja hacer el cine que me gusta.
-¿Cómo es el set cuando alguien muere? ¿Llega alguien como en una oficina y dice: "Carajo, me rajaron"?
-Es el trabajo. Y es uno divertido. Cuando veo, por ejemplo Veep, no pierdo la inocencia. Adoro perderme en los relatos. Pero cuando trabajás en ellos, es un trabajo.
-¿Creés que la serie podría decir algo sobre el estado del mundo?
-Eso depende de vos. Sería muy fácil crear paralelos o metáforas gruesas. Pero creo que es una gran historia que muestra algunas cosas fundamentales. ¿Todos peleando entre sí mientras ignoran un mal mayor? Yo trabajo con las Naciones Unidas, hablando sobre el cambio climático, y creo que ese debería ser nuestro problema como mundo. Ahora mismo. Pero si la gente quiere crear similitudes entre Game of Thrones y el mundo, OK, pero es simplemente un programa. Uno muy divertido.
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