Nicole Kidman: "Como actor, no competís para ser Miss Simpatía: tenés que ser fiel al personaje"
Nicole Kidman ha ingresado en una etapa tan prolífica de su carrera que esta primavera pudo vérsela en tres películas distintas al mismo tiempo. Sin embargo, nadie la ha visto en nada parecido a Destrucción. Ambientada en una ciudad de Los Ángeles sombría y decadente, este film noir de la directora Karyn Kusama muestra a Kidman como una detective de la policía tan signada por la tragedia. A los tumbos por las calles y con los ojos inyectados en sangre, a la detective Bell solo la mueve la furia, yla actriz se sumerge tan profundamente en esa furia que se vuelve casi irreconocible. Cuando nos encontramos en un hotel del West Hollywood para conversar sobre la película –por la que recibió una nominación al Globo de Oro –, la intérprete australiana habla como si acabara de despertarse del poderoso hechizo que Destrucción –que se verá desde hoy en las salas– lanzó sobre ella.
"Kusama es una cineasta potente, y realmente supo llevarme a lugares donde nunca había estado", dice Kidman. "No habla mucho, es tajante. A lo sumo te dice: «OK, está bien». Pero como yo soy australiana, me viene bien que sea así. Nos comunicábamos casi telepáticamente, y ella protegía mi espacio."
"Trato de circunscribirme a los guiones interesantes y de ser fiel a mi esencia", confiesa Kidman. "Cuando me aparto de esas elecciones, me empiezo a desesperar".
–¿Cómo se sentía el día que empezó el rodaje?
–¡Aterrada! Simplemente sentía que no iba a poder, y me parece que cuando entré al set de filmación no le dirigí la palabra a nadie. Estaba trabada, pero bueno, así es el personaje de Erin.
–Lo más estimulante del personaje de Erin es que realmente no le importa lo que piensen de ella, o incluso si va a llegar viva al final del caso en el que está trabajando. ¿Es liberador o intimidante interpretar a un personaje como ella?
–Liberador, definitivamente. Pero ella es una persona peligrosa. Muchas veces, antes de empezar una escena, pegaba un grito o dejaba escapar un gruñido. ¡Parecía una loca!
–Bueno, es un personaje de rasgos muy primarios. ¿Qué se siente estar meterse en la piel de un personaje así?
–Te tira para abajo, por la mochila con la que carga, y porque además tiene que verse real. Pero al mismo tiempo es maravilloso poder liberar ese tipo de energía. Nunca había tenido oportunidad de hacerlo en una película. El segundo o tercer día de rodaje había que hacer una escena en la que le pego al novio de mi hija, así que fue a hablar con ese chico y le dije, "Escuchame, tené cuidado". Y él me dijo, "No te preocupes, me la banco". Así que de entrada empecé a empujarlo y zamarrearlo como una fiera.
–Si no me equivoco, nunca le había tocado un personaje tan violento y agresivo.
–Así es, y me daba cuenta por las reacciones de los que estaban presentes en el set. ¡No se me acercaba nadie! Pero yo no perdía de vista lo que me enseñó Jane Campion hace muchos años: "Nunca olvides que un verdadero actor no compite por el premio de Miss Simpatía. Tenés que ser fiel a la esencia del personaje". Se puede tratar con respeto a la gente sin necesidad de andar revoloteando y haciendo chistes con los técnicos y el resto del elenco, porque mi actuación durante las escenas se habría resentido.
–La película alterna entre Erin de joven y la versión arrasada de ella. Con la ayuda de maquillaje y efectos especiales, usted interpreta a ambas.
–Por lo general, en esos casos se elige a una actriz más joven para el otro papel, pero en ese caso yo no habría aceptado el proyecto. Sería una gran frustración no poder interpretar el arco completo de un personaje. Uno de los puntos interesantes del guión es que Erin está drogada cuando se entera de que está embarazada, y esa es la relación que establece más tarde con su hija, una relación fascinante y dolorosa. A esta altura de mi carrera, si no hubiese podido interpretar esa escena y ambas facetas del personaje, el proyecto no me habría interesado.
–También tuvo oportunidad de ser feroz en la Aquaman del director James Wan, aunque por supuesto no tiene la carga emocional de Destrucción.
–¡Le rogué a James Wan por una escena de acción! Me gustaba la idea de poder mostrarles a mis hijas lo que hago y meterme en ese mundo de fantasía. Debe ser porque suelen tocarme películas con temas muy duros, y rara vez tengo oportunidad de divertirme con un guión liviano.
–La última vez que trabajó en una película de superhéroes, Batman eternamente (1995), le tocó interpretar el personaje romántico, pero ahora en Aquaman tiene superpoderes y hasta le dieron un traje cubierto de escamas.
–¡Me encantó ese traje! Era maravilloso al tacto. También adoré la campera de cuero que usaba en Destrucción. Me negué a sacármela y conseguí que no la lavaran. Realmente estaba en personaje.
–¿En qué momento tomó conciencia de eso?
–¡En este momento, mientras hablamos! Esa campera, ese vestuario, era realmente parte de la depresión en la Erin está sumida. Esa es una señal de depresión, que a una no le importe vestirse, desvestirse, cambiarse de ropa. Eso fue lo que me pasó interpretando ese papel y eso es lo que yo buscaba.
–Pronto la veremos en la segunda temporada de Big Little Lies , de la que también es productora ejecutiva. Las repercusiones de la primera temporada deben haber sido de las mayores que ha tenido en su carrera, ¿verdad?
–¡Fue increíble! Aunque el éxito de Moulin Rouge fue enorme, creo que Big Little Lies le pisa los talones.
–Originalmente la habían pensado para una sola temporada. ¿Qué sintió al volver a meterse en la piel de Celeste, con todas las expectativas que se generaron?
–Sentí todo ese peso, pero ¿por qué no intentarlo? Artísticamente, me parece que la actitud debe ser esa, más allá de que después una logre colmar esas expectativas.Pero creo que hay un genuino interés en saber cómo sigue esa historia. Celeste sigue dañada y tiene que lidiar con el personaje de su suegra Meryl, y todo eso es fascinante.
–¿En qué momento se decidieron a hacer una nueva temporada?
–Alrededor de la entrega de los Emmy, en respuesta a los comentarios de la gente, que nos decía, "No puede terminar, ¡queremos más!". Nunca me había tocado vivir eso. Me encanta poder llevarles más historias a más mujeres, y a nosotras nos encanta reunirnos y salir juntas. ¿Eso es garantía de que haya otra temporada? Tal vez no, pero es una excelente razón para empujar para que se haga.
–Jean-Marc Vellée dirigió todos los episodios de la primera temporada, pero la directora de la segunda es Andrea Arnold, y usted ha manifestado que trabajar con directoras es una de sus prioridades.
–Sí, y en parte por eso acepté hacer Destrucción, para apoyar a Karyn, y el equipo técnico y artístico también estaba compuesto básicamente por mujeres: la directora de fotografía, la asistente de dirección. Siempre que pueda apoyar el trabajo de mujeres en la industria, lo voy a hacer. Siento que mis decisiones son necesarias para equilibrar las estadísticas laborales de la industria cinematográfica.
–Pero no sólo trabaja con directoras mujeres, sino que también ha elegido proyectos que involucran a todo un enorme equipo de mujeres.
–Por eso firmé contrato para una película sobre Roger Ailes con Charlize Theron y Margot Robbie.
–La película es sobre la cultura del acoso sexual en la cadena de noticias Fox News y usted interpreta a la conductora Gretchen Carlson, ¿es así?
–Sí, y también aparecen Kate McKinnon, y Allison Janney… Otra vez un grupo de mujeres fuertes. Lo mío es apenas una participación, pero estoy contenta de estar ahí. ¡Tenemos que predicar con el ejemplo!
Traducción de Jaime Arrambide
Kyle Buchanan
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