Neil Young: "Tengo que mirar hacia delante"

Hace unos pocos meses, Neil Young se reunió con sus viejos compañeros de Crazy Horse para zapar algunas canciones que había aprendido a tocar hace décadas con una de sus primeras bandas, los Squires. "En 1964 o 1965, estábamos tocando con los Squires en un boliche de folk de Thunder Bay, Ontario, y un grupo que se llamaba The Thorns hizo una versión de «Oh Susannah» que me partió la cabeza", dice Young, de 66 años. La furiosa interpretación garagera de "Oh Susannah" que hace con los Crazy Horse, junto con los descarnados covers de "Clementine" y "This Land Is Your Land", entre otros, se convirtió en la piedra fundamental de Americana, el primer disco de la banda en casi nueve años. Las sesiones salieron tan bien que Young y Crazy Horse ya han terminado de grabar otro disco, que saldrá más adelante este mismo año, y están planificando una enorme gira por Estados Unidos. "Quería tocar con Crazy Horse, y quería rockear", dice Young. "Estas canciones se prestan para eso."

¿Por qué hiciste un disco de covers?
No tenía temas nuevos, y tampoco estaba entusiasmado por componerlos. Componer canciones nuevas me requiere un gran esfuerzo, porque la gente se la pasa comparándome con mi historia, en vez de juzgar las cosas por lo que son. Me cansé de la gente que pontifica. Pero ése es un problema mío.

Da la sensación de que se divirtieron mucho grabando este disco. ¿Por eso grabaron otro enseguida?
Sí, tiene la misma energía, porque estamos en la misma sintonía. Nunca dejamos de grabar. Sólo seguimos dándole y grabamos un disco de temas propios.

¿Así que finalmente compusiste canciones nuevas?
Sí, después de terminar Americana. Las canciones son demasiado largas. Hay muchísimos instrumentales, muchas digresiones, que son las verdaderas canciones. Hay una canción que dura 26 minutos. Es un ruego por un mundo musical mejor.

¿Por eso en parte estás desarrollando un nuevo formato de audio digital?
La tecnología ha avanzado tan vertiginosamente que necesita un nuevo formato. Con el MP3, la gente recibe sólo el cinco por ciento de la información que le dábamos en los 70. Es como escuchar discos de juguete. Me encanta la música por la sensación visceral que te da en el cuerpo, en el alma, en el espíritu, en la mente y en el corazón.

También vas a publicar unas memorias este año. ¿Sobre qué estás escribiendo?
No están en orden cronológico, y tienen algo de diario: hablan de la creatividad en el siglo XXI, y de la historia de lo que hice, sea lo que sea eso. También tiene muchas proyecciones fantasiosas sobre el futuro. En realidad, son una especie de sueño hippie, eso es lo que son. Estoy en la última etapa de corrección.

En 2010 perdiste a tu amigo y compañero Ben Keith. ¿Cómo afecto tu música su muerte?
Era uno de mis mejores amigos, y lo extraño muchísimo. Dejó un vacío enorme. Nadie es capaz de tocar esas partes como Ben, y tampoco quisiera escuchar a nadie más intentándolo. Así que retiré todas las canciones en las que tocaba él, salvo que las haga yo solo. Y conste que estoy hablando de muchas canciones mías. Pero desde que Ben se fue, también se abrió un enorme espacio en mi cabeza para hacer más música. Hay un viejo refrán que dice: "Se quemó el granero, ahora veo la luna".

¿Toda esa actividad con los Crazy Horse demoró el resto de la gira de Buffalo Springfield que los fans esperaban para este año?
La gira de Springfield fue breve pero existió. Estuvo buena.

Hicieron sólo siete fechas, aunque se hablaba de hasta treinta. ¿Van a hacer alguna vez un tour más largo?
Podría ser, pero por el momento no. Si no, me la pasaría haciendo giras sobre mi pasado, y no puedo. Tengo que mirar hacia delante. No puedo quedarme atrás. Ya lo hice lo suficiente, pero todavía me queda la semilla de algo realmente bueno. Vale la pena explorarlo.

Entonces, ¿cómo va a ser la gira de Crazy Horse? ¿Van a tocar sólo canciones viejas, o también las nuevas?
Van a estar representados el pasado, el presente y el futuro.

Por Austin Scaggs

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