El protagonista de la exitosa serie interpreta a Hedwig en Broadway
Las tres líneas sin botox que corren a lo largo de la frente de Neil Patrick Harris son herramientas útiles para la actuación: él parece capaz de mover cada una de ellas de modo independiente. Pero hoy están un poco más marcadas que de costumbre, y acompañadas por una línea más, justo sobre su ceja derecha. Harris está de pie con sólo cinco horas de sueño y apenas ha ingerido avena, jugo verde, espinaca y brócoli en este viernes de abril que ha comenzado con algunas peleítas entre sus mellizos bulliciosos (el otro padre de ellos, el actor y chef David Burtka, está de viaje). "Es un día largo", dice Harris.
Y aparte de todo, está Hedwig and the Angry Inch, el musical al que Neil llega después de nueve temporadas de How I Met Your Mother (donde hacía del mujeriego Barney Stinson), que es la razón por la cual ha estado muriéndose de hambre, tiñéndose el pelo de castaño y pintándose las uñas. El show, una sensación del off de hace quince años, está ahora en su segunda semana de ensayos en Broadway: Harris interpreta a Hedwig, un transexual de Alemania del Este, glam-rocker fracasado, que se mueve como Iggy Pop y que canta como Freddie Mercury. "Siempre me fijé en gente como Billy Cristal, que fue capaz de reinventarse y seguir adelante", dice él.
Desde que salió del clóset en 2006, Harris se convirtió en la estrella gay más grande de Hollywood. "Una vez que todas las cartas estuvieron sobre la mesa, empecé a tener más oportunidades que nunca", sigue. How I Met... pasó entonces de ser la sitcom favorita de los críticos a una de las más populares de la década. "Algunos actores no son contratados porque la gente no puede mirar dentro de su alma y ver cómo son. De algún modo, se guardan para sí mismos."
Harris creció en Ruidoso, un pueblo rural del estado de Nuevo México, y ya en la escuela primaria sintió una confusa atracción por los niños mayores. "Era un rapto ardiente", dice. "Jugar con un amiguito a tocarnos los pies por debajo de la mesa era muy excitante, pero en esa época yo no sabía qué hacer con eso."
A los 20 años, después de protagonizar la serie Doogie Howser, M.D., una comedia en la que encarnaba a un joven médico, Harris se asumió gay abiertamente. Sus amigos en el mundo del teatro lo ayudaron entonces a encontrarse y, en ese sentido, hangear con el elenco de Rent fue algo así como una revelación.
Ahora, en su camarín, una radio de Spotify (Bitchy Pop, con música vintage de Britney Spears y Christina Aguilera) suena en su iPhone. Mientras se convierte en uno de los personajes más inquietos que jamás hayan aparecido en Broadway, el actor bendice los talentos de Britney y Katy Perry. "Buenas noches", dice por fin, con acento alemán, agitando sus dedos. Y se queda de pie, duro, en la puerta del camarín. De algún modo, ya transformado en Hedwig, ha hecho desaparecer a Harris.
Por Brian Hiatt | Foto de Terry Richardson
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