Nahuel Viale: "Escuche y aprenda"

Dice conjunto de rock y posa con un teléfono analógico. Habla de Tato Bores y trata a sus amigos de usted, además. Aunque Nahuel Viale sea uno de los actores más jóvenes locales, la retromanía se le nota.

—¿Qué te divertía en tu niñez?

—Nací en el barrio de Chacarita, donde desembocan las líneas de trenes San Martín y Urquiza. Desde que fui bebe hasta mi adolescencia, el sonido de la bocina de la locomotora diésel era algo que me cautivaba y captaba mi atención por unos instantes. No podía imaginar de dónde venía ese ruido hasta que, cuando fui más grande, mi padre me llevó a los talleres ferroviarios de Villa Lynch, donde pude entender más los ferrocarriles. Por convicción, mis juegos más divertidos fueron los trenes.

—¿Cuál es tu primer recuerdo?

—Bueno, supongo que mirando televisión los domingos a la noche a Tato Bores, con mi papá y mi mamá en la cama. Creo que eso es el pasado más pasado que tengo en mi mente, yo tendría 4 años.

—¿Cuál es el último mejor consejo que diste y que te dieron?

— Supongo que es uno que le dije a una amiga, Martina, hace poquito nomás. Es una muchacha-actriz como las de antes, y hablando de algo con respecto al trabajo y la relación con la plata del actor, le sugerí... oír y aprender. "Escuche y aprenda", le vaticiné. De ahí a que lo accione es otro cantar. Otro consejo: una vez que fui a ver al Indio Solari, luego de un temón como Juguetes perdidos (dedicado al fallecido Walter Bulacio), tímidamente dijo: "No nos olvidemos de nosotros, recordémonos".

— Tu frase hecha o refrán preferido.

—Una que me copa es No todo lo que brilla es oro. O una que dijo Martín Piroyansky una vez sobre nosotros los actores: "Cómo te odio actor, pero sos el único que me entiende".

—¿Cuál es tu club y por qué?

— Soy un confeso hincha de Atlanta, nací en este barrio bohemio y desde mi adolescencia lo seguí a todas la canchas, y siento un amor incondicional por estos colores. El club Atlanta, mi barrio, mis lugares, han estado presentes con diferentes intensidades a lo largo de mi vida. Eso hace inefablemente no cambiante mi orgullo por ser de Atlanta.

—¿Por cuál conjunto de rock pagarías lo que sea por verlos tocar en vivo y por qué?

—Me gustaría que se juntaran Los Redondos y la rompan como siempre lo hicieron, sobre todo en vivo. Los vi en el River de 2000, yo tendría 12 o 13 años, y no sentí ni el 20 por ciento de lo que fue ese magnetismo espiritual. Hoy claramente lo disfrutaría al ciento por ciento, creo que por eso los elijo.

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