En el estudio de grabación que Barbi Recanati tiene en su casa en Colegiales, Shirley Manson escucha, sin terminar de comprender el sentido de tantas palabras enlazadas velozmente en español, a su colega argentina relatar el comienzo de su amistad. A su lado, una intérprete traduce al inglés casi en simultáneo. "Pensé que estabas drogada o que algo raro te pasaba", le dice Barbi, y Shirley estalla en una carcajada y grita: "¿Posta?". Recanati cuenta los detalles del backstage del Pepsi Music 2012, donde Garbage, la banda que Manson lidera desde 1993, y Utopians, la banda de Barbi hasta 2017, compartieron grilla. "Fuiste demasiado dulce y yo estaba acostumbrada a que me trataran mal, que ni me saludaran. Conversamos mucho. Fue una revolución para mí y después de todo eso yo no volví a ser la misma persona en la música", remata Recanati. Shirley sonríe con una mezcla de orgullo y amor pero simula rudeza al exclamar con ironía: "¡Te guardaste todo esto para esta entrevista!".
En 2016, Shirley invitó a Utopians a abrir su show en el Luna Park, y al año siguiente, cuando Barbi atravesaba el quiebre de su carrera al disolver Utopians tras una denuncia de acoso a su guitarrista, un encuentro en Los Ángeles las unió para siempre.
Manson llegó a Buenos Aires para participar con la chilena Francisca Valenzuela de la última charla del Goza Tour, los encuentros sobre feminismo e inclusión de género en la industria musical, organizados por Goza Records, el sello que Barbi fundó junto a Futurock para impulsar proyectos inclusivos. "Es la única persona que conozco que hizo algo concreto en pos de la paridad en la música. Eso es salvaje. Estoy en la industria desde hace 35 años y conocí cientos de músicos en distintas etapas de sus carreras, raramente encontré gente con tanta integridad como Barbi. Quiero estar cerca de ella toda la vida", dice Manson.
¿Cómo fue ese encuentro en Los Ángeles?
MANSON Fue muy intenso porque me daba cuenta de que estabas mal. Solo te conocía con los Utopians y entendí todo porque sé lo que significa estar en una banda, es complicado. Me contaste la historia de tu compañero y entendí enseguida lo devastador que era, sabía que eras una mujer de principios y feminista pero lo más terrible era que tenías que darle la espalda a alguien que amabas, a un hermano. Hablamos un montón y ahí, a pesar de verte vapuleada por la prensa por ser "despiadada" con su decisión, dijiste algo que no puedo olvidar y me inspiró infinitamente: "No debe haber íconos, solo convicciones". Esa postura con respecto a tus creencias me hizo admirarte tanto. Sos esa pequeña líder llena de ideales e ideas.
RECANATI Me conmueve pensar que desperté en vos algo similar a lo que vos me despertaste. Es la primera vez que me pongo sentimental con respecto a todo lo que pasó con Utopians porque desde que pasó no me permití volver a pensar en eso. La primera vez desde que paré de llorar que vuelvo a tener lágrimas por eso. Acordarme que fue duro está bueno porque me hace dar cuenta de que ahora estoy bien.
¿Cómo fue ser mujer en la industria de la música de los 90?
MANSON No sufrí porque crecí así pero era la única mujer en la grilla de los festivales. Siempre lo noté. En Estados Unidos a veces éramos Gwen Stefani y yo. También estaba Fiona Apple o Courtney Love con Hole. El tema es que cuando aparecimos con lo que se llamó la "música alternativa" éramos los reyes y reinas del mainstream y esa fue la primera y única vez que pasó: los raros éramos los venerados, vendíamos millones y éramos admirados.
RECANATI Fue un gran momento. Los 90 es la época con más íconos femeninos en la música. Siento que, inclusive siendo muchas, el mercado fue cruel.
MANSON Cuando pienso cómo la prensa hablaba sobre mí, ahora, desde la perspectiva de una mujer de 53 años, me shockea. Siempre comentaban sobre mi cuerpo, mi cara, siempre sobre mi apariencia. Y además, mis compañeros eran genios y yo era la loca. "Mad Shirley", "Crazy Shirley". En los 90 llegamos para decir "cáguense" y empezamos a cortar con el sexismo y los tabús de los 70 y 80. Y empezamos a hablar de cosas de las que no se hablaban, como los derechos de la comunidad LGBTIQ. Y ahora Ariana Grande o Billie Eilish lo hacen y si no lo hacen es raro. Eso es maravilloso.
RECANATI En ese momento tenías que ser rebelde y decir de todo hasta que Fiona fue muy lejos y ya no se pudo decir nada más. Ahora volvimos a una época de rebeldía.
MANSON Claro, la burbuja se rompió. En ese momento también estuvieron Britney Spears, Christina Aguilera. El caso de Britney es fascinante porque cuando apareció, literalmente, estaba vestida como una colegiala. Me da asco. Ahora me siento mal porque Britney es responsable de clásicos increíbles del pop pero cuando apareció era muy evidente que había un hombre detrás de su imagen. Estaba controlada y producida por hombres, era exactamente lo opuesto de lo que nosotras queríamos hacer.
RECANATI No paramos de juzgar el momento de quiebre de Britney en el que rompe el vidrio con un paraguas y nunca nos tomamos el tiempo de reflexionar por qué pasó y cuál es nuestra responsabilidad. Me da la sensación de que en el fondo la gente no quiere que nada cambie: quiere el morbo y juzgar y castigar.
MANSON Es dark.
¿También ven oscuro el futuro?
MANSON No, es esperanzador. Le guste o no al patriarcado, la tecnología nos cambió la forma de vivir. Las mujeres seguimos ganando derechos: yo adquirí más derechos que mi madre, ella más que mi abuela y así. Las redes sociales llegaron a un nivel inédito y las masas se organizan de una forma nunca vista, los gobiernos intentan comprender qué es lo que vendrá pero creo que no tienen ni idea.
RECANATI Pero el verdadero cambio está en el hecho de que tenemos que empezar a hacer en lugar de mirar. Empezar a a cuestionarnos por qué pasaron las cosas. Eso es parte del cambio real, admitir los errores. Creo que en los últimos 50 años gente muy malvada tomó las decisiones con el objeto de sacar provecho y hacer dinero con la construcción de íconos y referentes. Los 80, Axl Rose… es gracioso y al mismo tiempo devastador, ver a alguien en la cima y que al otro día no se puede subir a un auto. Qué destructivo pensar que hay artistas que hacen música para imitar a aquel Axl Rose sin debatir qué pasó en el medio.
MANSON Sería ideal que la gente no fuera tan ambiciosa, pero desafortunadamente la humanidad no es así. Siempre se busca más poder.
RECANATI No está mal querer crecer y que te vaya bien, pero sí ser el número uno a toda costa. El daño que hacés alrededor es enorme y cuando llegás te sentís miserable, pero el daño ya está hecho. Te lo digo porque siempre hablás de la diferencia entre tu felicidad hoy y cómo estabas en los 90, y yo, viéndolo desde acá, te puedo decir que a pesar de que no quisieras, estabas en la cima de la cima. Desde Buenos Aires, para una nena, vos eras el único ícono, con Gwen Stefani, lo único que escuchábamos.
MANSON Yo venía de tener otra banda de rock y cuando me empezaron a dar bola, me shockeó. Tenía unos pocos años más que vos. Viví el sueño, éramos número 1 en todo el mundo pero no lo busqué, me di cuenta muy rápidamente de que no lo quería. Me sentía mal con los paparazis persiguiéndonos. No quería ser parte de eso. Hasta que la compañía quiso que tomáramos ciertas decisiones creativas que no quisimos tomar y terminaron el contrato. Lo sentíamos desesperado y poco auténtico, con la idea de ganar dinero a toda costa.
RECANATI Tengo la sensación de que casi todas las experiencias para llegar arriba son similares, hay alguien capaz de hacerte vivir lo peor de tu vida con tal de que estés ahí, y el costo finalmente...
MANSON Lo pagás vos.
RECANATI Claro, estoy segura de que si viviéramos en el mismo barrio, seríamos adictas a nosotras.
MANSON Terminaríamos las frases de la otra así, como durante toda la nota.
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