Conozcan al alicantino de 21 años que renovó el juego de las batallas de rap con técnicas innovadoras y versos llenos de “imágenes de locura”
Un dia despues de batallar contra Arkano en la sala Razzmatazz de Barcelona, Zasko suena contento. El cruce contra el campeón internacional 2015 y récord Guinness fue –hasta ahora– su última decapitación en el sangriento circuito de freestyle en español, donde en menos de dos años Zasko pasó de ser sólo un fenómeno de las plazas a competir contra los mejores del mundo, humillando seriamente a algunos de ellos.
“A mí me da igual si eres internacional o si te conocen en tu casa, ¿sabes?”, dice Zasko, de 21 años, con un cerrado acento alicantino. Conocido como el “Rey de la Métrica”, Zasko ayudó a convertir Alicante en el Seattle del freestyle cuando, junto a su crew, Cocinando Skills, impuso en el mundo de las batallas de plaza “la métrica alicantina”: una técnica derivada de las rimas multisilábicas junto a un movimiento de brazos característico (como si marcaran las tildes de cada barra). Esto fue todo un sonido nuevo para el circuito, y la técnica se hizo viral en 2016, de la misma manera que años antes se había impuesto el doble tempo. De este lado del Atlántico, la avanzada de las batallas de plaza, como El Quinto Escalón, reflejó el fenómeno, y Zasko se volvió un ícono del freestyle en 20 países sin haber salido de España. “Su aparición influenció mucho al piberío, porque él también salió de las plazas, y lo hizo rapeando de una forma fresca y con una onda under que se venía armando en España desde hacía tiempo”, dice Dtoke, el argentino campeón internacional y prestigioso jurado, que vio competir a Zasko hace poco en Valencia. “Es muy entretenido de ver. El loco es un fumón, un colgado que después se pone a rimar y es un animal, un enfermito. Reconozco que se le nota algo distinto.”
"Rapea como un enfermito. Se le nota algo distinto", dice Dtoke.
Hijo único de una empleada de comercio y un oficinista, Zasko (nacido Ginés Miñano Benabéu) se fanatizó con las batallas y empezó a rapear en el patio del colegio, durante los recreos. Pronto se anotó a sus primeras competencias. “Era malísimo”, reconoce. Su progreso tuvo que ver directamente con el parate de Batalla de los Gallos entre 2009 y 2013. Entonces empezó a juntarse a entrenar con colegas en el Parque de los Muelles, donde tomó el a.k.a. Zasko, y a mejorar lentamente. “Después de todo, el freestyle no tiene más secreto que la continuidad”, dice. Cuando las batallas volvieron, él ya estaba listo. “Durante esos cuatro años de parón yo no había estado perdiendo tiempo, sino todo lo contrario. Y empecé a ganar y a ganar en plazas, sin parar, una atrás de la otra.”
Por esa misma época conoció a Compare Flow, con quien más tarde formaría Cocinando Skills. “El ya era un metricoso”, dice Zasko. Tomando lo que habían hecho años atrás referentes de “las multis” como Jaloner (pionero murciano, residente en Alicante) y el marplatense Nobewan (“Hubo un argentino que me influenció”, reconoce Zasko), lograron mecanizar su descubrimiento. “Nadie tiene el copyright de la métrica, al menos ninguno de nosotros”, dice él. Esto, sumado a la consagración internacional de Arkano, también alicantino, convirtió la ciudad en la “capital del oro” del freestyle.
Zasko, que había ganado la Goldbattle de Barcelona en 2014 y la regional de BDLG 2015 en esa misma ciudad, logró la transición de las plazas a los escenarios y emergió como un ícono joven, rapeando con actitud ciertamente grunge, las cuerdas vocales siempre a punto de cortársele. “Cuando rapeo la voz realmente me cambia y la gente se piensa que la fuerzo, pero no lo hago a posta. Simplemente me sale así de arrancada. Yo creo que es la puta rabia, tío”, dice él. Fan de Tarantino, cuando rapea recrea lo que él llama “imágenes o escenarios de locura”. “Al fin y al cabo, a mí lo que me ha motivado siempre han sido la impotencia y la rabia.”
En los últimos meses, ha batallado contra Arkano, Chuty, Skone y la leyenda mexicana Aczino (ver RS 224), la elite del circuito, y ganado tanto en batallas de rap como de trap, marcándose algunos minutos perfectos. De hecho, por momentos su desempeño ha sido tan excepcional que lo acusan de prepararse las rimas. “A ver, realmente aquí todo el mundo sabe todo de todo el mundo, y el que te diga que no, miente”, dice Zasko. “Yo nunca he investigado a un rival, pero si tú eres seguidor de las batallas sabes por dónde puedes tirar para hacer daño. Creo que es algo innato en el freestyler.”
Su reciente batalla contra Aczino le sirvió para abrirse las puertas del panorama latinoamericano, y es probable que batalle en Sudamérica antes de fin de año. En este momento, mientras sostiene una apretada agenda de eventos, está segundo (con Blon) en la tabla de la Freestyle Master Series, la nueva liga española, y en septiembre irá a Madrid para intentar conseguir el título nacional de Batalla de los Gallos. Pero también ha empezado a sacar canciones: su balada trap “Ella me dice que la quiera” ya tiene casi un millón y medio de views en YouTube. “He podido convertir esto en mi trabajo”, dice. “Esa es una oportunidad que sólo tienen cuatro o cinco freestylers acá en España. Y es algo increíble, que en la vida me hubiera imaginado.”