"Yesterday": de la mejor canción de la historia a imaginar un mundo sin la música de The Beatles
Falta muy poco para que se estrene en la Argentina la nueva película de Danny Boyle, el director de éxitos como Trainspotting y Slumdog Millionaire ¿Quien quiere ser millonario? Se llama Yesterday y parte de una premisa insólita: después de un extraño fenómeno cósmico, toda la humanidad olvida la existencia de los Beatles, salvo un músico principiante que sí los recuerda, aprovecha esa ventaja para apropiarse de un repertorio que, está muy claro, vale oro y se convierte en una estrella. Entre todas las canciones que interpreta el británico Himesh Patel, protagonista del film, aparece obviamente "Yesterday", considerada una de las más famosas de la música popular contemporánea y que tiene su propia historia, cargada de curiosidades y alternativas.
Dice la leyenda que alguna vez Paul Mc Cartney se despertó de un sueño con una melodía flotando en su memoria y muy rápido escribió una letra provisoria banal y sin demasidado sentido que mezclaba unos huevos revueltos (en inglés scrambled eggs, una combinación de palabras cuya resonancia era conveniente para la métrica del tema) con las piernas esbeltas de una chica adorable.
Era la época en la que los Beatles estaban por grabar la banda sonora de Help!, una de las divertidas películas que rodaron con Richard Lester, y Paul tenía la expectativa de que el tema cuadrara bien en algún pasaje del relato, aunque finalmente eso no ocurrió. Sí quedó incluida en el disco Help!, aparecido en 1965 con catorce canciones de las cuales solo siete fueron usadas en el largometraje.
Según George Harrison, Paul empezó a escribir el tema en París, en enero de 1964. Y fue avanzando muy despacio porque tenía una visible preocupación por las potenciales acusaciones de plagio: el título ya le sonaba familiar, pero también la melodía del tema lo remitía a "Georgia on My Mind", de Ray Charles, y el espíritu de remordimiento que lo teñía era similar al de "Answer Me, My Love", un gran éxito de Nat King Cole.
La grabación no fue sencilla. John, George y Ringo no encontraban cómo acoplarse a una canción de amor de talante isabelino y George Martin pensaba que la solución era lanzarla como un single solista de Paul, una idea que le puso los pelos de punta a Brian Epstein, el meticuloso manager de los Beatles.
Martin sí logró convencer a todos de la inclusión de un cuarteto clásico de cuerdas que encajó perfecto con la parte vocal que Paul grabó en Abbey Road el mismo día que había exigido a tope su garganta en los salvajes aullidos de "I'm Down". También se hizo cargo del arreglo (el primero importante que escribió para la banda), pero tuvo que aceptar que, para "modernizarlo" y "evitar que sonara a Mantovani", Paul insertara una séptima –lo que los músicos de jazz llaman una nota de blues– que no estaba prevista originalmente e impusiera su idea de eliminar cualquier atisbo de vibrato.
Tampoco hubo acuerdo a la hora de difundirla: Paul y Martin pensaban que podía ser un buen single de Help!, pero el resto de los integrantes de la banda -que no participaron en la grabación- se opusieron por considerarla una canción poco rockera. Seguramente no imaginaban que iba a llegar al número 1 del Hot 100 de Billboard, a permanecer al tope de ese ranking durante cuatro semanas y a transformarse con el paso de los años en una de las canciones más versionadas de la historia.
El primero que se animó fue Matt Monro, un cantante melódico inglés con el mismo estilo pero sin el talento de Frank Sinatra. Luego llego la versión de Marianne Faithfull, acompañada por el propio McCartney en el track de apertura de un disco precioso de 1967, Love in a Mist. Y después llegaron muchas, muchísimas más. Según el Libro Guinness de los Records son más de 3.200 artistas los que alguna vez la cantaron, lo que la ha colocado al tope de las canciones más versionadas de la música popular, por encima incluso de bombazos como "White Christmas", de Bing Crosby. Entre ellos aparecen Frank Sinatra, Elvis Presley, Bob Dylan, Joan Baez, Marvin Gaye y Tom Jones.
Fue parte del repertorio de los Beatles en la última etapa en la que tocaron en vivo. Por lo general la anunciaba George con un dejo de íronía parecida a la que quedó registrada en las imágenes de un show donde él y John parodian a un programa televisivo de talentos aficionados. Cuando Paul la interpretó en el popular Ed Sullivan Show lo vieron setenta y tres millones de personas, la misma audiencia que había visto el debut de los Beatles en ese mismo ciclo de la televisión norteamericana en febrero de 1964.
En 1999, una encuesta entre los oyentes de BBC Radio la consagró como la mejor canción del siglo; más tarde la revista Rolling Stone y MTV la calificaron como la canción pop número uno de todos los tiempos.
En su imprescindible libro Revolution in the Head, el crítico Ian MacDonald explica sintéticamente el significado y el valor de este clásico inoxidable: "Con sus tiernas novenas suspendidas, su rápido movimiento armónico y sus frases de duración irregular, Yesterday ha sido analizada con más detalle que cualquier otra composición de los Beatles. Su significado, por lo que respecta al grupo, radicó no tanto en los atributos musicales de la canción como en el descubrimiento, a través de George Martin, de un mundo de instrumentación clásica hasta entonces desconocido".
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