Wayne Hussey, a solas

Cuando ese hombre solo, de pelo rojo, lentes oscuros, y una botella llena de vino tinto en la mano trepó al escenario estaba casi todo dicho. Era Wayne Hussey, el hasta hace una semana líder de la banda inglesa The Mission UK, que se separó súbitamente en San Pablo, Brasil, justo antes de iniciar su gira por la Argentina, Chile y otros países del continente.

En sus dorados años ochenta, la banda cultivó, incluso antes de que fuera un género en sí mismo, algunos de los hábitos y clichés del actual rock gótico. Epicos, melodramáticos y con una imagen entre hippie, cowboy y medieval, esta banda fue la puerta de ingreso a la música para muchos de los que hoy rozan los 30 años.

"Gracias por entender la situación: ¿qué canción quieren escuchar?" Guitarra acústica en mano, Hussey intentó desperezar las terminales nerviosas de unos 500 acólitos que pagaron para ver a la banda entera compuesta por otro miembro original de The Mission, Craig Adams y el ex The Cult, Scott Garret. En cambio, el público tuvo que conformarse con al menos haber participado del segundo show solista -el jueves último tocó en Córdoba- del pálido Hussey, o como pase a llamarse en el futuro.

Sin prácticamente temas nuevos, el concierto de este hombre que cumplió 42 años nunca alcanzó la fiebre de las dos visitas anteriores a la Argentina. Aquí, extrañamente, The Mission cuenta con una hueste más fanática que numerosa, pero que motivó en Hussey frases del estilo: "Buenos Aires es mi ciudad preferida"; "Acá somos como los Beatles". En realidad, lejos de parecerse a un estereotipo del rock gótico, Hussey se acerca más con sus canciones a las composiciones de Led Zeppelin, con una voz sólida y destreza en las seis cuerdas.

Bueno, el recital. Puntos altos: "Severina", "Black Mountain Mist", "Tower of Strength" (acústicos) y "Beyond de Pale", "Westland" y "Deliverance" (acompañado dignamente por los músicos locales de El Huésped). Puntos bajos: si el show estaba planteado para rememorar viejos éxitos y apelar a la no siempre negativa nostalgia, faltaron temas como "Kingdom Come", "Breathe" y "Dancing barefoot".

De todos modos, con 16 discos oficiales, la capacidad de colmar todos los deseos resultaba bastante remota. Sin embargo, Hussey (ex guitarrista de los oscuros Sisters of Mercy), puso toda su voluntad; hay que reconocerlo. "En la prueba de sonido estuvo sobrio, con un poco de miedo porque se siente culpable; estuvo ensayando desde que llegó a Buenos Aires para poder hacer algo eléctrico", comentó uno de los responsables de la organización. Un párrafo aparte merecen los tributos desplegados por el ex líder de The Mission. Entre ellos la versión acústica de "Never let me down again", de Depeche Mode; "Knocking on heaven´s doors", de Bob Dylan, y el notable "Can´t help falling in love", de Elvis Presley.

Al final, la botella de vino quedó medio vacía como el corazón de algunos de sus fans. Pero Hussey promete nuevas sorpresas por estas tierras, especialmente después de informar su próximo lugar de residencia: nada menos que San Pablo, Brasil.

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