El videoclip del icónico tema resultó completamente transgresor, dejó a sus seguidores patas para arriba y coronó a la diva como provocadora serial
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La década del 90 lleva dos meses y 29 días sobre la faz de la Tierra. Internet masivo aún es una fantasía que pocos imaginan y a las tendencias musicales las trae en exclusiva y en formato de videoclip, MTV. Hace poco la novedad estalló con Thriller, de Michael Jackson y con Like a prayer, de Madonna, que desencadenó sonados escándalos. Ahora –una vez más– MTV está por estrenar una nueva bomba de estímulos de la Reina del Pop que se convertirá rápidamente en éxito: “Vogue”. Con este lanzamiento Madonna está a punto de sacar al voguing de la clandestinidad y de coronarse para siempre y de forma indiscutida como ícono de la comunidad queer. Cuando el video de “Vogue” irrumpió ante los ojos de medio planeta, dejó estupefactos a todos. Los trajes ahora también vestían mujeres y la lencería era ropa mostrable. Y el mundo terminó de quedar patas para arriba. O más bien, rendido a sus pies.
En 1978, Madonna llegó a Nueva York con 35 dólares y un solo destino por cumplir: ser una estrella. Para los 80 ya había transgredido la música pop y diez años más tarde era la mujer más famosa del mundo. Cuando parecía que su fama no podía volar más alto consiguió que una canción homenaje a una parte de la comunidad queer y trans afro y latina (cuyo retrato más completo sería cubierto posteriormente por el documental París is Burning) fuese número uno en treinta países y vendiera millones de copias en todo el mundo. Su videoclip, cargado de coreografías glamorosas pero también de sensualidad no normativa resultó completamente transgresor por aquellos años. La irreverencia supo y sabe ser el sello personal de Madonna.
En los casi cinco minutos de duración de Vogue, el director David Fincher se sumerge en un universo blanco y negro inspirado en cuadros de Tamara de Lempicka, que con personajes enigmáticos y elegantes traspasa la pantalla. Tras el lanzamiento de este single, Madonna se convirtió en todo un símbolo: una artista que desde mainstream jugaba a evidenciar lo que pasaba en el underground y que, en aquel momento, sólo era posible de manera clandestina. El videoclip funciona como homenaje a los bailarines y coreógrafos neoyorquinos José Gutiérrez Xtravaganza y Luis Xtravaganza, cabezas visibles del movimiento de baile que representaba una manifestación abierta de la cultura LGBTIQ+ y que tanto había impresionado a la cantante.
La historia del Voguing
A principios de los años 60, dentro de la comunidad gay y transexual de Nueva York se comenzó a popularizar el voguing, un baile que se consolidó rápidamente dentro de aquella colectividad. En medio de un clima de hostilidad, homofobia y xenofobia los pasos de baile otorgaban cierto sentido de pertenencia. Todo ello se llevaba a cabo en los balls, donde se realizaban competiciones que galardonaban a quienes mejor pudieran contar una historia a través del baile.
Su nombre brindaba tributo al de la revista Vogue porque replicaban la estética de los movimientos o gestos que aparecían en la famosa revista de moda. En definitiva, era un baile inspirado por las poses de las modelos que aparecían en el interior de la revista pero con una intención de sátira, comedia y exageración. Fiel retrato de este movimiento es reflejado en la serie Pose, de Ryan Murphy.
Fue Debi Mazar, un amigo de Madonna, quien introdujo a la diva al voguing con la intención de darle más visibilidad. Madonna, le compartió la idea al productor Shep Pettibone y escribieron la canción juntos. Por su parte, Pettibone era DJ en Sound Factory, uno de los clubs donde se celebraban estos balls multitudinarios. Originalmente, el tema fue escrito como el lado B de Keep It Together y lanzado únicamente en Estados Unidos. Sin embargo, cuando Shep Pettibone reprodujo Vogue para los ejecutivos de la compañía discográfica en Sire, decidieron incluirla en el álbum I’m Breathless, inspirado por la película Dick Tracy de la que Madonna era protagonista junto a Warren Beatty.
En una entrevista hablando de esta canción en la revista Rolling Stone en 2009, Madonna recordó: “La escribí cuando estaba haciendo Dick Tracy. Después de filmar la película, Warren Beatty me preguntó si podía escribir una canción que se ajustara a la de mi personaje. Estaba obsesionada con los bares clandestinos y las estrellas de cine y cosas así. La idea de la letra surgió de esa solicitud”. Madonna menciona en la letra muchos actores y actrices llenos de glamour, entre los que se incluyen Ginger Rogers, Fred Astaire, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Joe DiMaggio, Marlon Brando, Gene Kelly y Jean Harlow.
La canción fue el mayor éxito internacional de Madonna hasta entonces, llegando al número 1 de las principales listas de éxitos del mundo. Además, ocupa el puesto número 64 de las canciones con más ventas de todos los tiempos y ganó tres premios MTV Video Music Awards y fue líder en ventas en más de 30 países. Los fanáticos de la blonda insisten en que más que una canción, Vogue fue una declaración a favor de la libertad y la inclusión.
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