Una performance con acento francés

Très es, paradójicamente, una creación de dos caras yuxtapuestas: un disco con las nuevas producciones de Dr. Trincado y una muestra integrada por las piezas de un colectivo de artistas dispuesto a representar la esencia de este músico y DJ, pionero de la escena dance vernácula.

Sin embargo, en la intención con que el autor trabajó este proyecto está la tercera parte del asunto: una mirada irónica y afrancesada (très, también, quiere decir "mucho") sobre el mundo de las apariencias que este personaje deposita sobre la industria de la música bailable en estas latitudes. "La obra se completa con una reflexión crítica, porque el lenguaje del negocio no me parece un camino a seguir. Entonces trato de generar un formato desde el arte y no desde lo comercial. Para mí, que la música se haya transformado en mercancía es una crisis", señala el sutil mensaje que cobija su performance, apta para el habitué del museo y del boliche.

Justamente, por su doble faz visual (pintura, ilustración, fotografía) y musical es que Très se presenta en sociedad a bordo de una suerte de tour de galerías. En cada estación de ese peregrinar, el montaje de una velada inaugural encuentra a Trincado (el DJ) que ofrece en bandeja un contexto para cada track de Trincado (el músico), mientras una decena de Trincados (los retratos) cuelgan en la sala. Así las obras de Marcelo Setton, Dios, Gustavo Di Mario y Romerito, entre otros, y su musa llegarán hoy al espacio Dabbah/Torrejón, después de cumplida una semana de exposición en la fotogalería de la Ciudad Universitaria Córdoba, y antes de viajar a Mendoza y Ushuaia para completar la gira "sin sponsor y en bondi", como aclara el frecuente colaborador de Los Natas.

En la sonoridad de éste, su tercer álbum solista (aquí otra referencia al número tres), este doctor poco ortodoxo rinde tributo a la música rioplatense, siempre con la pulsión del house como motor de experimentación, y con sazón tribal. Casi un autohomenaje, a la misión de este álbum sucesor de Arte o negocio (2000) adhieren los artistas del entorno íntimo de Cristian Trincado, como cómplices creativos. Desde el ilustrador Javier Joaquín y el diseñador gráfico Horacio Gallo hasta Daniel Melero (posproducción), Carca, Leo García, Fernando Samalea, Diego Tuñón y Diego Panza Castellanos (Babasónicos), los créditos de amigos sensibles se distinguen track por track, página tras página de un booklet que es, a la vez, original catálogo de la exposición.

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