Una notable pianista de estirpe familiar

Con motivo de la inauguración esta noche del ciclo de conciertos de la Orquesta Filarmónica en el Teatro Colón, fue posible un encuentro con Karin Lechner, la pianista nacida en Buenos, que vive en Bruselas y quien se encuentra transitando el esplendor de su vocación artística, dedicada a la música y al piano, como sucedió con casi todos los miembros de su maravillosa familia cuya historia arranca con los abuelos, pianistas y educadores de raza: Elizabeth Westerkamp y Antonio De Raco

Karin Lechner será hoy la solista del Concierto para piano Op 25 de Félix Mendelssohn, que ofrecerá con la batuta del sobrio maestro Ira Levin. El programa se completará con la obertura Fausto de Wagner y la Segunda sinfonía de Johannes Brahms. Es decir, ni más ni menos que un programa enjundioso y nada sencillo. Por fortuna, la charla con Karin fue distendida y amable.

"Por intermedio de mi representante -explica Karin-, yo le había propuesto al maestro Diemecke varios conciertos para piano y orquesta, porque en un principio parecía que iba a ser el director en el primero del ciclo. Sugerí Brahms, Gershwin, Beethoven y varios más, pero él mencionó muy especialmente alguno de los dos conciertos de Mendelssohn, porque entendía que quedaría muy bien con las otras obras elegidas. Finalmente, quedamos con el primero, que me cautivó. Yo lo había tocado no hace mucho, y el segundo en cambio es para mí criterio muy extraño, con dos temas muy buenos en el primer movimiento, pero con todo el resto como muy caótico, con numerosos pasajes plenos de complicaciones, con deditos que van y vienen, y un tanto superficial en su contenido

-¿Y por qué razón te cautiva tocar el Nº 1?

-Acaso por el encanto indudable de cada uno de los movimientos, los tres tan diferentes. El primero, muy bien estructurado; el segundo, lírico, hermoso, algo beethoveniano; y el tercero, muy virtuoso, con muchas notas

-¿Que opinás de la orquestación aplicada por el autor en su relación al piano?

-No es pesada; es muy inteligente. Creo íntimamente que Mendelssohn es un compositor que no está reconocido como orquestador, acaso algo subestimado, porque para mí, casi todas las obras que ha escrito son muy valiosas en ese aspecto. Asimismo, en el terreno de la música de cámara es maravilloso y ni que decir del célebre concierto para violín, tan hermoso y difundido.

-Volviendo a tu actuación como solista, ¿ya has probado el piano?

-No, lamentablemente tendré solo un ensayo a solas y al día siguiente, el general con la orquesta, y eso me preocupa, porque siempre es necesario para todo pianista conocer el teclado, por un lado para habituarse a él, y por otro, para contar con el tiempo suficiente dedicado a regular las intensidades del sonido en la propia sala.

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