Un precio récord por Beethoven
Pagaron 1.900.000 dólares por un borrador de la Sinfonía N° 9
LONDRES.- Beethoven, Mendelssohn y Chopin aceleraron sus cotizaciones en una subasta de partituras de compositores clásicos, y los tres batieron récords de ventas.
"Esta fue la venta de música más exitosa que haya llevado a cabo la casa Sotheby´s", dijo el especialista Stephen Roe, después del remate, que produjo más de cinco millones de dólares. "Los precios fueron asombrosos."
Un manuscrito de la famosa Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven fue adquirido por un comprador privado en 1.900.000 dólares, cerca de siete veces el valor estimado.
La partitura completa de la obertura de "Las Hébridas", de Felix Mendelssohn, fue rematada por un poco menos de 894.000 dólares.
Por su parte, el manuscrito autografiado de las Mazurkas de Chopin se vendió por un poco más que su estimado, rematándose en 525.000 dólares.
Los tres fueron récords en subasta de manuscritos de los compositores. "Hubo un enorme interés en todos los niveles de este fascinante mercado", agregó Roe.
En el anonimato
El más antiguo borrador de la Novena Sinfonía (Coral) de Beethoven fue vendido por la suma más impresionante. El manuscrito de Beethoven, que constaba de una sola página, fue comprado vía telefónica por un postor que pidió permanecer en el anonimato.
"Es la Novena Sinfonía, y no existe la oportunidad de adquirirla todos los días. Nosotros sabíamos que obtendríamos una buena cantidad, pero no teníamos idea de que sería tan buena", agregó Roe. Los especialistas estimaban que la pieza alcanzaría de 217.000 a 290.000 dólares.
La Novena Sinfonía, que fue estrenada en 1824, es también conocida como la Sinfonía Coral y considerada una de las más importantes de las obras del maestro clásico.
En el manuscrito aparece una inscripción de Gustav Nottebohm, un erudito y experto en la obra de Beethoven que vivió en el siglo XIX y que describió la hoja como "verdaderamente, el primer borrador de la Novena Sinfonía". El compositor, muerto en 1827, habría esbozado su concepción en 1818, completando la sinfonía en 1823.
Comisionada por la Real Sociedad Filarmónica de Londres, la obra fue interpretada por primera vez en Viena.