Un clásico de la canción romántica que interpretaron todos y que entre sus autores tiene a un famoso italiano que nunca la grabó
“Yo no te pido la luna” fue grabada originalmente en italiano y rápidamente traducida al castellano; en las últimas cuatro décadas tuvo una extensa lista de versiones y se convirtió en un tema ineludible del repertorio romántico
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De un tiempo a esta parte, las colaboraciones entre artistas, también conocidas como feats., están sin dudas a la orden del día. Bandas y solistas de diferentes rincones del mundo y de los más diversos estilos aúnan esfuerzos en pos de una canción inédita o bien de un cover de algún hit histórico. Y entre esas asociaciones, una de las más recientes es la conformada por Soledad Pastorutti y MYA. En efecto, la popular Sole y el ascendente dúo local conformado por los jóvenes Máximo Espíndola y Agustín Bernasconi se reunieron en un estudio de grabación para dar vida a una fresca y romántica relectura de “Yo no te pido la luna”, un clásico del pop melódico con un derrotero muy particular.
“Espero que todo el mundo disfrute y baile como nosotros lo hicimos en este hermoso encuentro. Para mí no hay otra forma de vivir la música que compartiendo. Admiro mucho a los MYA y fue un placer cantar con ellos. Yo no les pido la luna solo les pido un momento para escucharla”, señaló Soledad respecto a “Yo no te pido la luna”, a lo que los integrantes de MYA agregaron: “Hacer una canción con Sole, compartir momentos con ella en el estudio y en la grabación del video fue un sueño hecho realidad. Es una referente y aprendimos de su humildad y su profesionalismo. Nos encantó como quedó la canción y la búsqueda del estilo, el ritmo y el color para que nuestras voces convivan de la mejor manera”.
El tema en cuestión fue compuesto en 1983 por Luigi Albertelli, Enzo Malepasso y Zucchero Fornaciari con el título original de “Non voglio mica la luna”. Un año después, la canción se ubicó en el quinto lugar del legendario Festival de San Remo interpretada por la cantante italiana Marina Fiordaliso.
Sin embargo, durante ese mismo 1984 la versión en español grabada unos meses más tarde por la intérprete mexicana Daniela Romo, e incluida en su álbum Amor prohibido, obtuvo un suceso arrasador en toda Latinoamérica. Además de imprimirle su voz, Romo fue coautora de la letra en castellano, ya que en lugar de realizar una mera traducción, adaptó el texto conservando su título pero aportándole un sentido distinto al original. Mientras que la versión italiana versaba sobre una mujer en busca de su propio espacio, que desea poner fin a una relación y sentirse libre para poder ser ella misma, la adaptación en español, por el contrario, intenta invocar al ser amado diciendo que lo único que quiere y le interesa es estar a su lado.
Lo curioso fue que Fiordaliso grabó la versión en español escrita por su colega mexicana casi en paralelo con el propio lanzamiento y en plena campaña de difusión radial de Daniela Romo. De este modo, mientras que en España y gran parte de Europa se difundió la versión de Fiordaliso, en México y en toda América Latina la grabación de Romo tuvo una preponderancia absoluta y es, al día de hoy, la de mayor popularidad y repercusión.
Prueba de ello fue que, poco más dos décadas después, en 2010, y como consecuencia de un singular fenómeno retro, el tema volvió a apoderarse de la cima de los rankings de Colombia, otorgándole a Daniela Romo un reconocimiento especial. Esto se dio gracias al éxito logrado por una telenovela local, llamada precisamente Yo no te pido la luna, cuyo argumento estaba basado en la historia de una chica que soñaba con convertirse en cantante profesional entonando canciones arriba de los colectivos y en fiestas particulares. Anasol, la actriz protagónica, se encargó además de interpretar su propia versión del tema homónimo.
Aunque más allá de este galardón en particular, con el transcurso de los años “Yo no te pido la luna” se ha transformado en una de las canciones icónicas del pop melódico latinoamericano. Otro dato que da cuenta de la vigencia y del traspaso del tema de una a otra generación descansa en las numerosas y variadas versiones que un sinfín de agrupaciones y solistas grabaron, basándose siempre en el texto de Romo, quien, a partir de este suceso, edificó una sólida trayectoria que extendió sus lazos al mundo de la televisión y también del teatro, erigiéndola en una de las máximas estrellas surgidas en tierras mexicanas.
Dentro de un extenso listado de artistas, vale mencionar al grupo pop mexicano Jeans, los argentinos Diego Verdaguer y Tormenta, la cantante chilena Javiera Mena para su álbum Esquemas juveniles (2006), los colombianos BIP, Cony Camelo y la propia Anasol, el grupo de cumbia argentino La Konga y los españoles Pastora Soler y Sergio Dalma, cuya personal y poderosa versión se ha convertido en una pieza ineludible de sus conciertos en vivo.
A todas ellas se suma ahora la reciente y ya citada versión registrada por La Sole y MYA, evidenciando el impensado destino que una simple canción puede alcanzar más allá del paso del tiempo y de las modas, algo que seguramente Daniela Romo, Zucchero y el resto de sus autores jamás imaginaron.
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