Entre las pocas novedades que pudo introducir el rock en el siglo XXI, una de ellas fue la del dúo como unidad mínima de banda. Lo que en los 60 era asociado a la veta más folk del género (Simon & Garfunkel) y que necesariamente agregaba músicos en grabaciones y vivo para robustecer el sonido (Sui Generis), se presentó desde White Stripes en adelante como posibilidad de un sonido de neto corte rockero, garagero y/o blusero.