Trueno: cantó con Gorillaz, sacó uno de los mejores discos del año, tiene 7 nominaciones al Gardel y lo elogió Cristina Kirchner
El rapero de La Boca crece a pasos agigantados; es uno de los máximos favoritos para los próximos premios a la música argentina y su disco más reciente ya se destaca entre los mejores del año
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Trueno parece estar en boca de todos. Desde que se subió al escenario del Quilmes Rock con Gorillaz a hoy, día en el que se dieron a conocer las nominaciones para los Premios Gardel (es el segundo más nominado, en 7 categorías), su nombre no para de ganar notoriedad y popularidad. Sacó un gran disco, Bien o mal, sumó dos funciones para presentarlo en el Luna Park y hasta fue mencionado por la vicepresidenta Cristina Kirchner, que calificó uno de sus hits más recientes como “Orgullo argentino”. Se trata del tema “Argentina”, que el rapero de La Boca canta con Nathy Peluso.
“¿Y de qué voy a cantar, de que me como un sánguche, me subo a un avión y me bajo en España?”. Trueno cierra así su entrevista, sentado en una terraza de La Boca, el barrio que lo vio crecer y aún lo ve caminar sus calles. La pregunta retórica da cuenta de buena parte de las letras que conforman Bien o mal, su segundo disco de estudio, que presentará el 29 de noviembre y el 2 de diciembre en el Luna Park.
Con menciones a los desaparecidos durante la dictadura, a Santiago Maldonado y al gatillo fácil, el rapero de 20 años dio un paso muy importante en el desarrollo de su escritura y de su forma de mostrarse como artista. Nacido en La Boca como Mateo Palacios, hijo de Pedro Peligro, una leyenda del hip hop iniciático y under de la región, Trueno se convirtió en una suerte de golden boy de las batallas de freestyle gracias a un flow súper musical, un carisma y una frescura de chico atrevido, como bien lo indica el nombre de su disco debut. Y de la misma manera, pero sumando recorrido y responsabilidades, construye su carrera musical, alejado (nunca de manera definitiva) del circuito de batallas y que lo tuvo este año compartiendo escenario con Gorillaz, la banda animada liderada por Damon Albarn.
Y si algo diferencia al Trueno de Atrevido del de Bien o mal es el enfoque a la hora de hacer un disco y pensarlo como unidad, por más que este último esté dividido en dos partes. “Más que un disco político yo diría que es un disco social”, dice. “Habla del día a día de todos. Seas bonaerense, argentino o latino, busca más ir a eso que somos como pueblo que a lo gubernamental de cada país”. Y la búsqueda sonora, que va de sampleos a Atahualpa Yupanqui y Gustavo Cerati a invitados como Nathy Peluso y Víctor Heredia, pasando por ritmos uruguayos como la clave de candombe, va en consonancia con esa búsqueda regional. “Lo catalogaría como un disco de música latinoamericana antes que cualquier otra cosa. Siempre desde el hip hop, pero hay más de 80 músicos de distintos estilos en el disco”.
-¿Cómo surgió el concepto del disco, la idea de las dos partes?
-Nació en medio de la marea. Ya teníamos bastantes temas de distintos estilos. Estas son mis dos versiones, es la construcción de lo que me pasa a mí: primero lo que no me gusta y lo que tenemos que decir porque nuestras armas son nuestras palabras y vamos a poner el pecho en medio de la protesta, es una movilización tanto colectiva como individual, no solo decir que algo no te gusta sino también hacer algo para que eso deje de pasar. Empieza del lado que está todo mal porque es justamente ese proceso: protesta, lucha y celebración.
-Sos parte de una camada de artistas urbanos que parece que obviaran decir cosas que puedan hacerles perder seguidores. ¿Sentís que diste un paso necesario para desprenderte de esa dinámica?
-Siempre tratamos de evolucionar. Empecé el disco con 17 años y lo saco con 20, pasaron muchas cosas, etapas, preguntas... me hizo entenderme, saber qué soy, qué quería hacer, saber que soy la voz de mi barrio para ellos y que eso es de Argentina para el mundo entero. En tantos años de lidiar con las batallas de freestyle, con el reconocimiento, con hacernos conocidos, creo que nos hizo un blindaje anti críticas, pero ahora es como que ya tengo en claro por propia experiencia que la vida, ni siquiera la música, se trata de ser uno mismo en su máxima expresión y es imposible ser amigo de todos, caerle bien a los de la izquierda, la derecha, arriba y abajo.
-Bueno, también es parte de la cultura hip hop no buscar la condescendencia.
-Claro. Y yo la esencia del hip hop la tengo en la sangre, haga lo que haga, sea reggaetón, música criolla, alternativa. La esencia del hip hop es mi mensaje y las referencias a mis ideales por fuera del hip hop también están. No veo al rap como algo cerrado. De tu comunidad depende tu descendencia, tu clase social, y los códigos del hip hop son eso, desde Afrika Bambaataa y Zulu Nation, el mensaje es que dejemos de pelear entre nosotros y peleemos contra ellos que son los que quieren que nos peleemos entre nosotros. Respondamos con arte y un micrófono. Te pueden matar, secuestrar, borrar la huella, pero taparnos la boca no, porque tenemos libertad de expresión.
-Y justo fuiste el freestyler al que se lo acusaba de tener a sus fans más jóvenes y que menos sabían de hip hop. Se hablaba de las “Mateístas”, irónicamente.
-(Risas) Sí, y yo la flasheo porque esas mismas pibas y pibes crecen y creiceron conmigo, tienen mi edad, estamos todos aprendiendo. Nadie nació sabiendo nada. Estamos en un camino, marcando nuestra personalidad y nuestros ideales. Yo voy a dejar bien plasmado eso porque si no, no tiene sentido la vida para mí. Y es gracias a esta construcción que sé que quiero dejar al rap argentino lo más arriba posible y que lo vea más gente, también la gente más grande de la vieja escuela, que vio a los Kuryaki, pueda ver que sigue en pie de la misma manera que antes.
-¿Y cuánto influye lo que ves en tu barrio para escribir desde esa perspectiva más “vieja escuela”?
-Es algo que tengo inculcado desde que nací por mi padre y la Comuna 4, por siempre ir en la misma corriente que la conciencia, la no censura y saber que hay consecuencias. La gente que controla la sociedad en todo el mundo quiere que seamos unos peones callados, que trabajen y le paguen el sueldo a ellos. Nosotros venimos a romper un poco eso, si hay algo que tenemos es voz, podemos decir lo que queramos. Pero también es entender que no es solo en el barrio, es el continente entero. La policía sigue siendo corrupta, los que meten la droga en la calle, colaboran con los reos para hacer secuestros express… son ellos. Es una cosa armada desde hace mucho tiempo y siempre la clase marginada es la que más sufre porque sin pobres no hay ricos, entonces tanto yo como un montón de gente estamos cansados de que la policía meta armas en los barrios, meta droga en los barrios, mate a un pibe que juega a la pelota acá a cinco. No es que hago el tema contra la policía porque me gusta N.W.A. [N. del R.: su tema “FUCK EL POLICE” hace referencia a “Fuck the police”, un clásico del hip hop estadounidense]. Siento que hay poca gente que dimensiona lo cruel y lo injusta que es la policía en todo el mundo.
-Y después, en el disco, viene la parte festiva, de celebración.
-Es celebrar que lográs algo todos juntos, hablando de La Boca me di cuenta de que es mi realidad pero hay un montón de barrios en todo el mundo que se sienten representados por esas cosas que canto. Es algo que compartimos todos, seas de Tierra del Fuego, de Venezuela o la Guayana Francesa. El lado Bien representa también lo más sentimental, personal e íntimo, las dos partes hablan de lo que me pasa cien por ciento a mí. En “HOOD” personifico a una mujer pero en realidad es la comuna: extraño La Boca cuando me voy de viaje. Descubrí el amor también en esta etapa, con mi novia, pero también hablo del amor en general, la paz y la diversión, los códigos de cuidarnos entre nosotros, la familia. Hay gente que piensa que para ser rapero tenés que estar enojado todo el tiempo, y es todo lo contrario.
-Mencionaste a tu novia recién. Desde que con Nicki Nicole hicieron público su noviazgo, parecía que podía volverse mediático, pero lograron esquivar esa exposición, ¿fue una decisión explícita?
-Tenía que ser así, antes de ella tuve experiencias y encuentros pero nunca había formalizado con nadie, porque no lo sentí así y no sentía una conexión real. Y creo que la vida nos cruza: tenemos la misma edad, pasamos las mismas cosas, que son súper zarpadas y está bueno tener el apoyo de una persona que entienda lo que te pasa, que viva lo mismo que vos, que entienda que te vas de viaje, el cansancio de no estar en tu casa, de no ver a tu madre. Y más una piba como Nicki, que tiene mucho rap en la sangre, se tenía que dar. Siempre tratamos de que sea lo más íntimo posible, no subimos nada a redes cuando nos vamos de vacaciones. Es tener ese respiro que en otro lado no tenemos. Es un poco recargar energías apoyándose en el otro. Ir al cine, comer un asado. Si salís de esa rutina de estar en la calle perdés lo que sos y te convertís en un muñeco. El contacto con la calle es súper necesario. Conocer la provincia de Nicki, su barrio, que ella conozca el mío. Toda la gente que me conoce desde antes de tirar mi primera rima sigue a mi lado y es importante para no descarrilar. Fuera de lo personal también, como artista quiero escribir sobre la realidad como cualquier persona normal.
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