The Residents: 40 años cultivando el anonimato

No tienen nombre ni rostro. Los identifica un esmoquin y la máscara de un globo ocular con galera, si bien vivieron cambiando de disfraz desde sus días dorados, a fines de los setenta. Es la banda de culto más longeva y también la más popular. En nuestro país, durante la primavera alfonsinista, daba chapa de intelectual a contrapelo ser fan de los Residents. Y se los apropió así, con el artículo castellanizado; como los Beatles y los Stones, bandas que, casualmente, el cuarteto de San Francisco satirizó en sus inicios.

Cuenta la leyenda que en 1971, el grupo envió un demo sin remitente a Hal Halverstadt, empresario de Warner que tenía a Captain Beefheart en el catálogo. Reprobados, los músicos recibieron el material de vuelta a nombre de "Los residentes". Desde entonces, humor y enigma son santo y seña del grupo. Otra leyenda (hay tantas) dice que un argentino viajó a verlos y los quiso entrevistar antes del show. Lo recibió un hombre que lo invitó a esperar mientras iba a buscarlos. Y el argentino asegura que volvió el mismo hombre con la máscara del globo ocular. Ese hombre era, posiblemente, Homer Flynn.

"Mucha gente sospecha que soy uno de los Residents", admite vía telefónica Flynn, vocero de la banda (ahora trío). "Que piensen lo que quieran."

La gira que trae al grupo por primera vez a la Argentina revela al menos los nombres. The Residents son ahora Randy, el vocalista de voz cavernosa, Chuck en teclados y Bob en guitarras. El rumor es que sólo Randy sería miembro original. ¿Y dónde está el cuarto integrante? "Carlos debió volver a México para cuidar a su madre", explica Homer, poco convincente. Obvio, es otra broma de los Residents.

Si Flynn no es uno de The Residents (por la afirmativa va el periodista William Poundstone, cuyo libro Big Secrets aborda otros mitos como el destino de Walt Disney y la fórmula de la Coca-Cola) tuvo un rol fundamental como responsable de arte, gráficos, fotos de promoción y gran parte del trabajo visual. Suyo es el controversial arte en Meet The Residents, el álbum debut, que vandaliza la portada de With The Beatles. Suya es la provocadora ilustración de Third Reich'n'Roll, con el conductor televisivo Dick Clark vestido con atuendo nazi, mientras los Residents virtualmente destruyen clásicos de rock, inventando técnicas avant-garde de apropiación que en los ochenta se conocieron como plunderphonics.

"Cuando salieron, a principios de los setenta, aquellos discos no tuvieron ninguna recepción", dice Flynn. "Como la distribución era cosa de las grandes compañías, los Residents iban a las disquerías y ofrecían sus discos en consignación. Se imprimieron mil copias de cada álbum y sobraron centenares. Al salir Fingerprince, el tercer disco, se decidió imprimir sólo cien copias. Pero al poco tiempo la prensa inglesa publicó un artículo muy elogioso y surgió una gran demanda desde Gran Bretaña. Ahí empezó el interés por los Residents."

Antes de todo eso aparecería otro personaje central en la cosmogonía de los músicos no identificados. Mientras grababan Third Reich, un imaginario (o real, poco importa) teórico llamado N. Senada los convenció de grabar pistas sin pensar en el público ni en su publicación. La Theory of Obscurity (que da título al reciente documental sobre el grupo) dictamina que años más tarde, algunas pistas podrán resultar interesantes. Así, en 1978, The Residents publica Not Available, una oscura suite de sintetizadores, voces esquizoides y tonos dramáticos.

"Nunca se habló demasiado sobre la emoción subterránea que hay en ese álbum", dice Homer. "Los Residents estaban a punto de separarse y Not Available representa de algún modo su reconciliación. Algunas partes se grabaron en 1972, como banda sonora de la (inacabada) película What Happened to Vileness Fats. Publicar finalmente el disco les dio dirección, foco. Pero ese proceso los hizo conscientes de la vulnerabilidad de las relaciones humanas."

Un año después, en 1979, The Residents publican Eskimo, un falso documental sonoro sobre la vida de los esquimales (como un freak Discovery Channel), que es unánimemente reconocido como su obra maestra.

Culto al culto

Nunca se dijo, pero hay cierto continuo musical entre Not Available y Eskimo. Algunas cosas de Not Available fueron aplicadas a Eskimo. En ambos discos la textura es muy importante. Particularmente en este último la textura es casi todo. ¿Cuál fue el disparador del disco? Los Residents se habían vuelto fanáticos de la música étnica. Ellos no querían replicar sonidos y valores de una cultura preexistente. Al mismo tiempo, no quedaba casi world music por explotar; sería difícil para ellos hacer algo libre y abierto a interpretación. Pero la cultura esquimal era virtualmente desconocida. Eso les dio margen para crear su propia versión.

Existe el mismo imaginario en los menos conocidos trabajos visuales. Volviendo a ver fragmentos de Vileness Fats, uno se pregunta si esos experimentos en video fueron influyentes para David Lynch. "Siempre pensé que había una conexión, al menos en la estética. No sé de ninguna influencia directa, pero hubo un par de reuniones con Lynch en los noventa. Estaba muy interesado en el CD-ROM Bad Day in the Midway como base para una serie de televisión. Quería hacerlo una continuación de Twin Peaks. Llegó a adquirir los derechos, pero por una u otra razón, la adaptación nunca se hizo."

Artísticamente, The Residents hicieron carrera sobre la idea de, digamos, espantar al burgués. Sin embargo financian remeras, pósters y toda clase de merchandising. ¿No hay una contradicción en ese punto? "Es una pregunta interesante y es difícil de responder. Siempre ha habido un público para aquellos que nadan contra la corriente, que promueven música bajo sus condiciones y no se entregan a las normas del mercado. Los Residents seducen a ese público y el hecho de que sigan fieles a su estilo luego de tantos años mantiene su reputación. Internet también contribuyó a ese culto."

The Residents

Ciclo Martes Indiegentes

Niceto Club, N. Vega 5510

Mañana, a las 20

Entradas, desde 450 pesos

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