Cuando el repiquetear del tambor se acalló como alejándose de una barricada y la última frase selló el estribo de la súplica de bandera blanca, el testigo de esa escena dudó. "La palabra «sangriento» no va a funcionar en la radio", dijo el responsable de una compañía discográfica. Bono y sus compañeros se sorprendieron. U2 aún no era la famosa banda que es hoy. Por primera vez mostraban su "Sunday Bloody Sunday" a un ejecutivo. Era 1982 y la guerra contra el IRA seguía haciendo sangrar la grieta dentro de Irlanda y entre ese país e Inglaterra.
Con los instrumentos calientes en mano, se miraron entre ellos. Aún se sentían con los pies en el campo de la masacre donde hacía 10 años, 14 irlandeses desarmados que pedían que se respeten los derechos civiles murieron ametrallados por militares ingleses. Seis de ellos eran adolescentes. Bono no podía borrar el "sangriento" como si de un plumazo se pudiera borrar la historia de esa canción, o su propia historia personal.
"Sunday Bloody Sunday" o "Domingo sangriento" fue uno de los hits que desde su tercer disco War llevó a U2 a sonar fuerte fuera de Irlanda e Inglaterra, bien lejos de Derry, donde en 1972 se dio la masacre del Domingo sangriento que inspiró a la banda. En 1983, pasadas sólo algunas semanas de la difusión de la canción en las radios, "Sunday..." llegó a estar 17 semanas entre los primeros 10 singles más vendidos en Estados Unidos y en junio obtuvo el puesto 7, según los chart de Billboard.
El video, filmado en junio de 1983 en un histórico anfiteatro construido en unas canteras abandonadas en Colorado (Red Rocks), Estados Unidos, es un icono en sí mismo. Un Bono de 23 años, pelo largo y chaleco está sumergido en la neblina cobriza creada por el reflejo de las piedras coloradas y la luz de las antorchas. "Esta no es una canción rebelde", dice como introducción a la marcha marcial de la bata de Larry Mullen, al riff suplicante de The Edge, y al bajo de Adam Clayton que haría latir esa canción entre las rocas.
"La batalla acaba de comenzar. Hay muchas pérdidas, pero dime ¿quien ha ganado? Las trincheras se excavan en nuestros corazones. Y madres, niños, hermanos, hermanas, están separados", suplica Bono y el "separados" (torn apart) puede leerse también como un destrozados.
Ese Bono de los comienzos del post punk, época en la que ya no correría el "no hay futuro" para algunas bandas, quería ser muy concreto en cuanto a lo que él y sus amigos querían decirle al mundo. La bandera blanca, que en un momento de la canción enarbola y abraza, era el mensaje: más que una rendición ante la violencia, una lanza de paz contra ella, como explicaría en varias entrevistas.
Y si eso no había quedado claro, cuatro años después del nacimiento de "Sunday Bloody Sunday", un 8 de noviembre de 1987, el líder de U2 la presentaría como una canción de paz. Ese día, en Irlanda del Norte, en Enniskillen, se celebraba el Día de la Memoria, un homenaje a los caídos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Las calles se habían llenado de familias, militares y ex soldados que le rendían homenaje a sus muertos.
Ese día, que fue domingo, el IRA hizo detonar bombas en medio de la celebración y murieron 11 personas, 10 civiles y un policía. Horas después, U2 se presentaba en un recital en Denver, Colorado. Bono, visiblemente conmovido, daría un encendido discurso en medio de su "Sunday Bloodey Sunday" que quedaría grabado en el documental Rattle and Hum. "Ya tuve suficiente de los irlandeses norteamericanos que me hablan de la gloria de matar por la revolución y la gloria de Irlanda. ¡Que se joda la revolución! Ellos no hablan acerca de la gloria de matar por la revolución. ¿Cuál es la gloria de sacar a un hombre de la cama y dispararle frente a su esposa y sus hijos? ¿Dónde está la gloria en eso?", diría, con el afán de que se entienda su posición de Irlandés frente al mundo.
Ese domingo del 87, la masacre del IRA ocasionaba críticas en todos los niveles, políticos y civiles, dentro y fuera de Irlanda. Sería la bisagra para abrirle la puerta a un proceso de paz. Gerry Adams, el líder del brazo político del IRA, Sinn Féin, pediría disculpas por la matanza diez años después. Así como el domingo de los 70 al que hace referencia "Sunday..." fue la bisagra que le dio adeptos al IRA, ese domingo de noviembre del 87 fue la bisagra para la apertura de un proceso de paz.
"Lo más gracioso es que el líder del Sinn Fein por 1983 tenía en sus oficinas un póster de War como si fuera un «Viva la revolución». Pero eso no estábamos diciendo", explicó Bono hace pocos años en una entrevista. "Sunday..." es hoy un clásico y está entre los 500 mejores temas del cancionero del rock, según una encuesta de la revista Rolling Stone.
Con tanta historia local impregnada en cada frase de la canción irlandesa, ¿cómo llegó a ser un hit en tantos países?
La canción que arengó al mundo en los 80
En la Argentina de principios y mediados de los 80 la música extranjera solía llegar un poco más tarde. Con la guerra de Malvinas (1982) casi olvidada (o silenciada) y con una democracia floreciendo después de la dictadura militar, de a poco los canales de aire le daban lugar a la música joven en videos, en su mayoría de origen anglo. Entre temas de The Police, David Bowie y Peter Gabriel, fue entre 1986 y 1987 cuando "Sunday Bloody Sunday" explotó en las FM locales. Su video fue un motor para que eso suceda.
No se necesitaba entender a la perfección el inglés para saber que el muchacho que cantaba en ese escenario casi épico reclamaba paz en un mundo convulsionado de guerra fría y terrorismo, solo con ametralladoras sonoras de un bajo, una guitarra y una batería. El sólo espíritu combativo contra ese estado mundial, con mensaje político en esa bandera blanca, bastaba para el espíritu adolescente y joven, tan amigo de abrazarse a causas que rompieran con el estado de las cosas.
Pero U2 no buscaba dividir en bandos y eso definiría su recorrido: siempre a favor de las causas donde el respeto al otro y a los derechos humanos fueran los determinantes. "Estamos en políticas humanas, no políticas. No me importa quién es quién, católico, protestante, lo que sea. Saben que la gente muere todos los días por amargura y odio, y ¿nos preguntamos por qué? ¿Cuál es el punto?", diría Larry Mullen en una entrevista en 1983. Y como para explicar la trascendencia que tuviera (y que finalmente tuvo) la canción, explicó: "Pueden ir a otro sitio como El Salvador y encontrarán situaciones similares: gente muriendo. Olvidémonos de las políticas, dejemos de dispararnos entre nosotros y sentémonos a la mesa a hablar sobre ello. (...) Hay muy pocas bandas que dicen «¿Por qué simplemente no bajan sus armas?». Hay muchas bandas eligiendo un lado y diciendo que la política es basura. ¡¿Y qué?! La batalla real es gente muriendo, esa es la batalla real. La política y la música son muy difíciles de distinguir, ¿dónde se dibuja la línea?".
Así, cada vez que U2 toca "Sunday..." en estadios del mundo, se la dedica a quienes sufren conflictos donde la violación a los derechos humanos y las muertes están a la orden del día, como cuando fue la primera banda internacional que tocó en Sarajevo tras la guerra de Bosnia.
"Quiero ser útil. No es la plegaria más grandiosa, pero es la plegaria de U2. Queremos ser útiles, pero queremos cambiar el mundo. Y al mismo tiempo queremos divertirnos", diría a principios de este año Bono, en una entrevista con la Rolling Stone, sobre el compromiso social que han tomado desde jóvenes al participar en campañas de DDHH.
El germen de la grieta de trincheras
Fue The Edge quien primero hizo el boceto de "Sunday Bloody Sunday" indignado con la violencia que generaba por los 80 la división entre católicos y protestantes en Irlanda. Entre quienes querían una Irlanda del Norte independiente de Inglaterra y quienes querían a una Irlanda unificada y libre. Cuando Bono accedió a esa primera criatura que hablaba de los conflictos en su país, no pudo evitar darle la bienvenida y trabajarla junto a la banda. Hablar de una bandera blanca en medio de una grieta no sería fácil. Si bien todos son oriundos de Dublin, capital de la República de Irlanda, hasta esos lares salpicaba la sangre de los conflictos de la Irlanda del Norte entre republicanos, en su mayoría católicos, que querían la independencia de Inglaterra, y los unionistas, en su mayoría protestantes, que abogaban por mantenerse bajo el ala inglesa.
La religión, los intereses políticos y económicos se mezclaban en una disputa que databa de hacía 700 años, cuando los anglos llegaron a la región norte de Irlanda para con el tiempo imponer sus creencias en un pueblo católico, despojarlo de sus tierras y colonizarlas con escoceses e ingleses.
En "Sunday…", no era la primera vez que U2 tomaba la realidad política para comunicarla desde su música. La gran roca esmeralda que es Irlanda, dividida, era su propia historia.
"Es difícil pensar cómo era Irlanda cuando mis padres recién se casaron. Mi papá era católico, mi mamá era protestante (...) debo decir que era un problema en esos días. El país estaba dividido en dos. La familia de mi padre no se presentó a la boda. En nuestra casa había reglas para no hablar de ciertos temas (...) nuestros padres nos querían preservar de todo ese conflicto", contó Bono en una entrevista para un especial del museo Rock and Roll Hall of Fame.
"Recuerdo –continuó- estar cerca de la frontera [con Irlanda del Norte] junto a mi padre y a él decirme: «Esto [por el otro lado del límite] Inglaterra lo pide, pero este es nuestro país. Nos amenazaron con una guerra y nos obligaron a cortar un pedazo de nuestro país». Entonces, le pregunté si él apoyaba al IRA, a quienes luchaban por la integración de Irlanda, por la libertad. Y él me dijo: «No, no. Yo sólo te digo lo que yo pienso ¿Es justo pelear por esto mientras me llevo vidas? No, no». El era muy crítico de las fuerzas paramilitares, desconfiaba de ellas. Me dijo: «Irlanda es el lugar que mantiene mis pies lejos de mojarse»".
En esa entrevista, Bono explicaba que su canción hacía referencia a dos domingos. Uno era el de la Rebelión de Pascua, Easter Rising, que ocurrió en la Semana Santa de 1916 y duró seis días en Dublin. Fue una revuelta de los irlandeses contra los ingleses para hacer una Irlanda unificada y libre.
En más de una oportunidad, Bono explicaría: "Queríamos contraponer el domingo de pascuas con el Bloody Sunday, que fue una masacre. Una masacre en contraposición con la resurrección de Pascua". La masacre de enero del 72 en Derry determinó que el IRA obtuviera más adeptos en sus filas.
Sangriento y maldito domingo
El 30 de enero de 1972 fue un domingo fresco pero con un sol brillante en Derry, Irlanda del Norte. Era uno de esos domingos en los que las familias se juntaban a comer, charlar y a jugar a las cartas. Pero Jackie Duddy era un joven que con sus 17 años esperaba del mundo lo mejor. Por eso decidió salir de la comodidad de su casa para asistir a la marcha pacífica convocada por la Asociación de Derechos Civiles contra las listas negras del Gobierno británico. Por esos días, este había impuesto un decreto que rezaba que cualquier persona sospechada de ser parte del IRA podía ser detenida sin juicio previo.
Si bien su padre le dijo que no fuera, Jackie estaba acompañado por sus hermanos varones, su cuñado y amigos. Además, un ambiente de familia se imponía en la pacífica marcha que pedía el respeto de los derechos civiles, así lo informaban desde la radio.
Pero minutos más tarde, un grupo de paracaidistas británicos comenzó a disparar contra la multitud. Jackie sería uno de los 13 civiles asesinados en la protesta. Otro joven más moriría días después debido a las heridas sufridas. La excusa de las fuerzas fue que los manifestantes estaban armados con bombas y pistolas.
El cuerpo sin vida de Jackie, llevado a cuestas por otros hombres que se escurrían entre la balacera con las manos en alto, es hoy un símbolo de lo ocurrido ese día. Es una imagen, una foto, un mural. "Cuando pasan el documental del Domingo sangriento y se muestran las fotos de Jackie mi corazón aún late fuerte, mi estómago se revuelve y se me hace un nudo en la garganta exactamente de la misma manera en la que sucedió aquella vez. Yo tenía sólo dieciocho años y medio, así que nada ha cambiado ni me ha resultado más fácil vivir con eso", contó Eileen Fox, la hermana del joven, 38 años después de ese día, en una conmovedora editorial para un medio inglés.
La reivindicación de "los hechos que son realidad"
En 1972, Bono era un niño de 12 años y cuando ocurrió el Domingo sangriento su padre decidió no llevarlo más a visitar el otro lado de la frontera. "Los británicos perdieron la cabeza", le decía. Por 38 años los muertos y los asistentes a esa marcha que fue masacre fueron terroristas. "Mi hermano era dulce, todos lo querían (...) incluso el padre Daly [también inmortalizado en las imágenes], que estaba al lado de Jackie cuando le dispararon, vino a casa a asegurarnos que él era inocente (...) pero como dijo mi padre, la verdad siempre sale a relucir", sostuvo Eileen en la editorial de 2010 en la que de alguna manera rescataba a su hermano de una historia oficial mentirosa.
Es que en junio de 2010, el flamante primer ministro británico, David Cameron, informó los resultados de una ardua investigación sobre la masacre, una pesquisa sin precedentes que se hizo durante 12 años y fue realizada por el Estado británico, el Irlandés y organizaciones no gubernamentales. La conclusión fue que el ejército británico había actuado ilegalmente. Cameron pidió disculpas en nombre de Gran Bretaña: "Las muertes fueron injustificadas". Algo que exigía el pueblo irlandés hacía tiempo.
Otra editorial surgió de esa noticia, una escrita por Bono en el New York Times en la que hacía referencia a la anécdota sobre el nacimiento de "Sunday..." y la palabra "sangriento". Pero además, celebró: "Si hay alguna lección para el mundo a partir de esta parte de la historia irlandesa (...) es esta: las cosas cambian rápidamente para empeorar y tardan en cambiar para mejor, pero pueden hacerlo (...). Pero los visionarios y los que toman riesgos y, digámoslo así, los héroes de todos lados pueden llevarnos de vuelta al punto donde el cambio no solo es posible de nuevo, sino también inevitable".
U2 tomó el riesgo cuando en 1982, en Belfast, Irlanda del Norte, tocaron "Sunday..." por primera vez. "Escuchen esta canción, si no les gusta, no la tocaremos nunca más", dijo el líder de la entonces joven banda. El resultado hoy es su historia.
Sunday Bloody Suday
No puedo creer las noticias de hoy
No puedo cerrar los ojos y hacer que desaparezca.
¿Cuánto tiempo, cuánto tiempo debemos cantar esta canción?
¿Cuánto tiempo, cuánto tiempo?
Esta noche
Podemos ser como uno, esta noche.
Botellas rotas debajo de los pies de los niños
Cuerpos esparcidos por la calle sin salida.
Pero no prestaré atención a la batalla
Eso me acorrala, pone mi espalda contra la pared.
Domingo sangriento domingo.
Domingo sangriento domingo.
Domingo sangriento domingo.
Domingo sangriento domingo.
Oh, vámonos.
Y la batalla acaba de comenzar
Hay muchas pérdidas, pero dime ¿quien ha ganado?
Las trincheras se excavan en nuestros corazones
Y madres, niños, hermanos, hermanas
Destrozados.
Estribillo
Limpia las lágrimas de tus ojos
Limpia tus lágrimas.
Voy a limpiar tus lágrimas.
Voy a limpiar tus lágrimas.
Limpiaré tus ojos inyectados en sangre.
Domingo sangriento domingo.
Domingo sangriento domingo.
Y es verdad que somos inmunes
Cuando los hechos son ficción y la TV es la realidad.
Y hoy millones lloran
Comemos y bebemos mientras mañana ellos mueren.
La verdadera batalla acaba de comenzar
Para reclamar la victoria, Jesús ganó
En...
Domingo sangriento domingo
Domingo sangriento domingo
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