El exitoso artista, oriundo de Santiago del Estero, se presentará en el el estadio de Villa Crespojunto a músicos invitados, antes de preparar el lanzamiento de su disco, programado para mediados de año
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Antes fue el teatro Gran Rex y el estadio Luna Park, quimeras de todo músico. Ahora, la apuesta se redobla: el 24 de marzo Rusherking se presenta en el Movistar Arena, el estadio que también forma parte de los desafíos aspiracionales de muchos artistas. “Son exigencias distintas, que se dan en momentos diferentes. Ahora llego al escenario más consolidado como artista, mucho más maduro musicalmente y también en lo personal”.
Rusherking tiene tan solo 22 años, pero ya logró lauros a los que muchos cantantes no acceden en toda una carrera. Fue ícono del rap y el freestyle, esa técnica de improvisación que habla sobre emociones y realidades urbanas, callejeras e identitarias de los jóvenes. Pero él se incomoda un poco ante la clasificación, que, como toda categorización, siempre es incompleta y arbitraria. “Soy un artista pop”, dice a LA NACION acodado en un sillón con un respaldo de más de un metro de altura, algo así como un trono digno de este músico convertido en un rey ad hoc de millones de seguidores.
“El show tendrá una estética cuidada y vendrán a varios invitados. Estarán las canciones que la gente quiere escuchar, algunas que son nuevas y un tema sobre el bullying que está muy bueno”, adelanta.
Las cifras estremecen. Rusherking cuenta con más de cinco millones de oyentes mensuales en Spotify, tiene más de tres millones de seguidores en Instagram y dos millones de suscriptores en YouTube. “Lo llevo bien, pero no es que pasé de cero a dos millones. En ese proceso, me fui adaptando. Es muy lindo ver cómo a la gente le llega lo que uno hace. Me encanta que se escuche mi música y poder llegarle a más público cada día”.
En tren de pensar esa evolución, Rusherking reconoce que “todo se fue profesionalizando con el paso del tiempo. Busco ser un artista con una larga trayectoria y no algo pasajero y del momento, por eso me preparo vocalmente, entreno”, sostiene este joven aplomado, consciente de los pasos a seguir para sostener y construir un camino en el mundo del arte popular. “Uno depende del interés de la gente, por eso hay que crecer musicalmente y adaptarse a los ritmos de ahora. Está muy fuerte el reggaetón y el RKT, y si bien me gusta ir a los géneros donde me siento cómodo, también disfruto de hacer eso”.
La Joaqui y L-Gante son los referentes del RKT, ese género que se impuso en los primeros puestos de los charts y que es una derivación de la cumbia villera con influencias del rap. Su origen se dio en la ciudad bonaerense de San Martín y se irradió a las barriadas más populares. Autóctono como la chacarera, la expresión más folklórica y genuina de Santiago del Estero, la provincia de la que Rusherking es oriundo. Y si aquellos pagos vieron crecer a próceres como Sixto Palavecino, Los Manseros Santiagueños y la familia Carabajal, también resultaron inspiradores para el arte de Rusherking, hoy convertido en un hijo dilecto de su provincia.
Inspiraciones
Thomas Nicolás Tobar nació en la ciudad de La Banda, el 20 de mayo de 2000, lo que lo convierte en un nacido y criado del siglo XXl y muy arraigado en la cultura identitaria de buena parte de su generación. “Me fui profesionalizando con el paso del tiempo”, reconoce. Es que en su vida todo fue vertiginoso. Impensado.
-¿Cómo es tu vínculo con colegas como La Joaqui o L-Gante?
-Tenemos trato, cruzamos mensajes, hicimos canciones juntos, pero cada uno está en su mundo, con su propio camino, pero siempre nos cruzamos.
-¿Cuándo componés?
-Cuando aparece la inspiración. Depende del momento. Ahora, que estoy armando lo del Movistar Arena, no tengo tiempo para sentarme a escribir. Cuando estoy descansado, con la cabeza libre, aparece la inspiración. Aunque, cuando no se me ocurre nada, también me meto en el estudio para intentar sacar cosas nuevas.
-Es un ejercicio.
-Sí, es sentarse y ver qué sale.
-¿Se compone cualitativa y cuantitativamente más en los momentos de crisis o en los de sosiego?
-Siempre te inspira un sentimiento fuerte, el que en ese momento predomina. Podés estar muy enamorado o muy triste y, en esos picos de emoción, escribís para bien o para mal. “Perfecta” es una canción donde me muestro súper enamorado y cantándole al amor, pero también hice “Otra noche más”, que es más personal y triste.
“Perfecta” es un single en el que Rusherking comparte el trabajo con Dread Mar l y que supera los siete millones de visitas en YouTube.
-¿Quién lee tus letras o escucha tu música por primera vez?
-Trabajamos con el productor, así que, en el momento, tenemos el criterio suficiente para darnos cuenta si está sonando bien o mal. Siempre están cerca mi equipo, mi gente, mis amigos.
-¿Escuchás y tomás en cuenta esas opiniones?
-Escucho, pero también pienso que cada uno tiene una visión distinta, en base a un gusto personal, entonces trato de sacar lo mejor de cada comentario, tratando de aprender, pero siempre termino decidiendo yo.
La China
Tal es su inserción en la industria del entretenimiento, que hasta se tuvo que acostumbrar a que hablen de su vida privada. Algo impensado en su adolescencia provinciana, tan cercana aún. Fue pareja de María Becerra, cantante exitosa del “mismo palo” que él. Ahora, Rusherking está en boca de todos ya no sólo por su música, sino por su romance con Eugenia “La China” Suárez, la actriz mainstream que también canta y que fue mujer de los actores Benjamín Vicuña y Nicolás Cabré. “La entrevista es sobre música”, brama alguien de su equipo, más papista que el Papa.
-Estás en pareja con una persona que, como vos, goza de un alto grado de fama y popularidad. ¿Cómo se transita esa característica para que no fagocite el vínculo?
-Es una relación normal de dos personas normales, nos llevamos increíble y la relación es súper sana.
-¿La fama limita la dinámica de pareja?
-Quizás no podemos salir a todos lados ni mostrarnos todo el tiempo, quizás no podemos hacer esa vida normal que nos gustaría hacer, pero tenemos otro tipo de ventajas. Cada cosa tiene sus pros y sus contras
-¿Viven juntos?
-No vivimos juntos, pero estamos todo el tiempo juntos. Nos gusta mucho viajar, así que siempre buscamos el momento para escaparnos un ratito.
Hace pocos días, la pareja visitó Playa del Carmen y no se privó de mostrarlo en sus redes sociales. Se los percibe muy empáticos, desmintiendo prejuicios y comentarios incrédulos en torno al vínculo.
-Ella también está muy abocada a la música...
-Está a full con eso, sacó temas con El Polaco y la rompió y está por lanzar un nuevo tema.
-¿Cómo te llevás con sus hijos?
-Me llevo muy bien, tiene unos hijos hermosos, su familia es hermosa. Pasamos mucho tiempo juntos, tenemos buena relación, siempre estamos divirtiéndonos y cag… de risa, son todos muy divinos.
-Estás haciendo una maestría en opinión pública y chimentos.
-Es así, está el que habla bolud… y el que dice la posta, te tenés que curtir.
-¿Tendrías un hijo con ella?
-Es muy pronto para pensar en tener un hijo con La China. Seguramente, en un futuro, si se da, sí, pero recién hace un año que estamos juntos, no es algo que hayamos pensado todavía.
-Has transitado una infancia con carencias. Hoy, desde tu exitoso presente, ¿cómo mirás aquella infancia?
-Cada vez que digo de dónde soy, lo digo con mucho orgullo. Hace poco fui al Festival de la Salamanca, que siempre viví como espectador, aunque, a veces, no tenía ni para pagar la entrada, y ahora hacerlo como el artista mainstream del evento, fue una locura. Es impresionante ver cómo pasa el tiempo y las cosas se dan vuelta.
-¿Cómo nació la vocación?
-Siempre me gustó la música, el reggaetón, escuchaba a Daddy Yankee, pero, sin embargo, al principio me fui para el lado del dibujo, ya que me gusta mucho dibujar. Pero hace seis años empecé con el freestyle, el arte de improvisar en las plazas y así arranqué.
-Algo muy complejo de llevar a cabo.
-Se te hace una costumbre, un ejercicio y te sale. Luego vino el arte de hacer canciones.
En esos tiempos de freestyle, se presentaba en los certámenes con su actual nombre artístico, con el que también había bautizado a su usuario en un juego online.
-¿Cuándo sentiste que eras un profesional de la música?
-Sucedió en Buenos Aires, cuando ya pude vivir de la música. Cuando me di cuenta de eso, empecé a profesionalizarme, lo tomé como una oportunidad. Por eso me formo, aprendo canto y escribo todo el tiempo para sacar lo mejor de mí.
Con vistas a desarrollar una carrera musical, en el 2018, con 17 años y unos pocos ahorros, pisó Buenos Aires, tan distinta a su ciudad natal. “Siempre digo que Buenos Aires es un mundo aparte. Nosotros estamos acostumbrados a la calle de tierra y acá, en las calles, hay paradas de colectivos y todo está al alcance de la mano. En un momento fue shockeante, no estaba acostumbrado, ya que nunca había salido de Santiago del Estero, pero, de un momento a otro, hice parada en esta ciudad y empecé a viajar por todo el país con el freestyle y mi música”.
-¿Te gusta Buenos Aires?
-Me acostumbré, lo disfruto, pero también me gusta volver al silencio de mi provincia.
De aquellos días en donde extrañaba a su familia, al punto de llorar en soledad, hoy su presente le permite radicar a sus padres y hermana en Buenos Aires, para recrear algo de aquellos tiempos en La Banda. Y si todo fue crecimiento en la gran urbe, donde se asientan las principales productoras y sellos discográficos, también hubo que resignar algo. “No pude terminar el secundario, me falta el último año”, reconoce.
-¿Es cierto que, en tu infancia, hubo cenas de pan y mate cocido?
-Sí claro, hubo un momento heavy, donde no teníamos ni para comer. Desayunaba y cenaba mate cocido con pan, pero, en esa época, no lo veía como una necesidad.
-Era así.
-Era así y éramos felices. Nunca le pedimos nada de más a nuestro papá y hoy, de grande, me enorgullezco por el esfuerzo que hicieron él y mi mamá para poder mantenernos.
Su padre era remisero y su madre fue cajera de supermercado y ama de casa. Hoy, con una realidad diametralmente opuesta, se podría haber mareado, pero a Rusherking se lo percibe ubicado, de pies en tierra. “Me ayudó mi origen”, reconoce.
Estilos y géneros
A mitad de año verá la luz su disco: “Tenemos todas las canciones, está encaminado”. Plantado en su música, siente que el trap, el rap y las consecuentes competencias de freestyle quedaron atrás, que hoy su trabajo artístico pasa por otro lado. “No es lo mismo trap y rap. De esos géneros hay que hablar con artistas como Trueno. Por respeto a todo lo que él hace, uno no puede opinar”.
-¿Dónde te plantás?
-Soy un cantante que puede abordar una variedad de géneros. Me siento fuerte en el pop y es a eso a lo que me dedico. Aunque haga bachata, cumbia o reggaetón, siempre tengo el idioma del pop, que es la música que escucho.
-Las plataformas democratizaron consumos más cercanos a los públicos y ya no se le exige a un artista un disco por año, sino ir mostrando las novedades a medida que se editan.
-Eso es muy bueno, por eso también salen artistas nuevos todo el tiempo. Las plataformas son un gran apoyo y permiten que el artista se muestre permanentemente. Se sacan singles y más singles, hasta que uno se da cuenta que tiene el disco.
-¿Te sentís referente del público que te sigue? ¿Sentís que te toman como un modelo?
-Me siento referente, porque la gente se identifica con nosotros. Es importante valorar ese lugar.
-¿Son muy distintos Thomas Nicolás Tobar y Rusherking?
-No, como artista soy igual que como persona, aunque tengo que dividir el tiempo de la persona y el de Rusher.
-¿Con qué soñás artística y personalmente?
-Te diría que tanto como persona y como artista busco evolucionar y no quedarme en una zona de confort. Obvio que quiero llenar estadios y hacer canciones que suenen en todo el mundo.
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