Roger Waters: Las Malvinas, críticas a los Estados Unidos y un mensaje antibélico conformaron su explosivo cóctel en River
En el marco de su gira This Is Not a Drill, el fundador de Pink Floyd se presentó nuevamente frente al público argentino, horas después de que la DAIA solicitara la suspensión del recital
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Roger Waters comenzó este martes la primera parada porteña de los dos shows previstos en Buenos Aires de su tour This Is Not a Drill, que representa su despedida, al menos por estas latitudes. Fiel a su espíritu revisionista y también provocador, todo esto tiene el show que preparó para su gira.
Mientras su voz se escuchaba en inglés, en las pantallas se pudo leer: “Si eres de los que dicen: ‘Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la mierda, e ir al bar en este momento’”. Casi dos horas y media después, habló de Malvinas y se refirió a los proyectos en marcha para la identificación de soldados argentinos caídos durante la guerra, que están enterrados en las islas. En el medio, todo el inventario ideológico y musical que supo construir en más de medio siglo.
Le cabe, de algún modo, aquel dicho que reza “hazte fama y échate a dormir”. No en un sentido literal porque es un artista que no se detiene y que genera repercusiones con cada cosa que dice. Sin embargo, de su creación de musical de la década del setenta y principios de los ochenta ha generado material suficiente para revisitar su obra en distintos momentos de su carrera, ya fuera con espectáculos como The Wall, que pasó por la Argentina con un récord de nueve funciones, como este tour repleto de sus más grandes creaciones.
El repertorio que trajo en un show de poco menos de tres horas y dos docenas de canciones, casi dos tercios corresponde a su etapa como creador musical de la banda Pink Floyd. En este show sonaron sus grandes éxitos, desde “Confortably Numb” que eligió para comenzar el concierto hasta otros hits como “Money” que programó para el último tramo del espectáculo.
Entre el público se vieron canas, algo de calvicie y miradas atentas a cada estímulo del despliegue escénico. Toda esa producción visual habla de la historia de Waters pero con recursos técnicos, artísticos y visuales propios de esta segunda mitad del siglo XXI. También se percibió el cruce generacional con mucha gente más joven, atraída por la curiosidad de ver a ese músico que entonó con toda la fuerza de su voz, aquellos hitos que tienen más de cuarenta años, como “The Happiest Days of Our Lives”, que sirvió de antesala de un coro que entonó “Another Brick in The Wall Part 2″. En este show también reservó para el tramo medio, algunas canciones más actuales, como “The bar”, que estrenó el año pasado.
Los minutos iniciales del recital tuvieron una gran cuota de referencias a The Wall. Con el sonido cuadrafónico de los helicópteros. Luego, en “The powers that be” las referencias fueron a crímenes policiales y militares de diferentes partes del mundo. Más tarde, un discurso de Ronald Reagan precedió la primera parte de “The bravery of being out of range”, momento que Waters aprovechó para sentarse al piano. De Reagan hasta el actual presidente de los Estados Unidos, casi ninguno se salvó del mote “Criminal de guerra”. Luego llegó la primera parte de “The bar” que utilizó para monologar en inglés sobre derechos humanos y sus visitas a la Argentina. Esto incluyó sus quejas ante la dificultad de conseguir alojamiento en Buenos Aires. Como adelantó semanas atrás LA NACION, no lo quisieron hospedar en algunos hoteles.
Mas tarde siguieron otros de sus grandes himnos que conmovieron a más de una generación, como “Shine On Your Crazy Diamond”, y después un merecido intervalo para un hombre que cumplió 80 años en septiembre pasado. En ese recreo el público aprovechó para entonar cantitos en contra el presidente electo: “El que no salta es militar” o “El que no salta votó a Milei”. Rogers volvió con más clásicos, con dedicatorias a su hermano mayor, fallecido el último año, a Bob Dylan y a su esposa Kamilah. Y luego se abrazó a sus músicos para una larga y cálida despedida.
Una tarde con tensiones
La otra cara de todo este marco artístico, que nunca desdeña lo social, es el Waters de las redes, que siempre genera polémicas de toda clase, generalmente en cuestiones de geopolítica. Su discurso en la ONU como invitado de Rusia, para disertar sobre la invasión a Ucrania, y recientemente por el conflicto en Medio Oriente. “No he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal, y estuvo mal desde el comienzo”, había declarado el cantante.
Sin embargo, tras su llegada a la Argentina, se vivió cierta tensión luego de que en las primeras horas de este martes la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) emitiera un comunicado en el que consignaba la presentación de un recurso de amparo con una medida cautelar ante la Justicia para reclamar que sea suspendido el show debido “a sus expresiones y mensajes antisemitas durante su presentación en Montevideo, Uruguay, el viernes 17 de noviembre”.
Horas antes del recital se intentó instalar una carpa pro-Palestina en las inmediaciones del estadio, en Avenida del Libertador y Udaondo. Fuentes policiales le informaron a LA NACION que la carpa ya fue levantada. Desde ella se difundían folletos propagandísticos. Por precaución, la escuela ORT ubicada en frente, suspendió sus clases y envió a sus alumnos y docentes a sus casas, para preservar su integridad.
Sugestiva carpa pro palestina instalada frente a la Escuela ORT Argentina#Antisemitism #HamasisISIS @israel @IsraelMFA #Israel #Hamas pic.twitter.com/gwftG0UUAl
— Agencia AJN (@AgenciaAJN) November 21, 2023
Los dichos de Waters no son nuevos. Por esta misma razón, tiempo atrás se intentó cancelar un concierto programado en Fráncfort. La de este año no es la primera vez que se manifiesta en torno a lo que sucede en Medio Oriente. Anteriormente también había llamado a hacer un boicot contra el Estado de Israel, luego de una nueva escalada de violencia en el conflicto israelí-palestino.
A pesar de todos estos mensajes que generan controversia, sigue sin pausa con su causa artística, retrospectiva. This Is Not a Drill es el séptimo tour mundial de conciertos, que comenzó hace más de un año, el 6 de julio de 2022, en el PPG Paints Arena in Pittsburgh, Estados Unidos, y culminará en el Estadio Olímpico Atahualpa of Quito, Ecuador, el 9 de diciembre de este año. Tras el show de anoche le falta el segundo concierto en Buenos Aires y actuaciones en Lima, Santiago de Chile, San José de Costa Rica, Bogotá y Quito.
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